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5 de febrero de 2011

Significados de la política K de 'desendeudamiento'

La nueva deuda por Fabiana Arencibia (Red Eco)
"Con el pago que el gobierno haga al Club de Paris se “cierra” el ciclo de cancelación de deuda de origen ilegítimo. La nueva deuda, gestada por el peronismo K, seguirá creciendo. Con el nivel actual, pagaremos durante este año un millón de dólares por hora sólo de intereses, quedando atados a compromisos de vencimientos por los próximos 80 años.
Ahora la deuda ilegítima ha transmutado a legal. Se ha “novado” como se dice en términos del derecho comercial. Aunque aún existan investigaciones judiciales sobre parte de la vieja deuda (con causas judiciales que tramitan en el Juzgado Federal Nº 2).
Esto ha sido parte de la estrategia del llamado “desendeudamiento”: cambiar deuda vieja, mayoritariamente ilegal, por nueva deuda, separando lo más posible una de otra. Con este lavado de cara ¿qué deuda podrá decirse ahora que es la ilegítima?


Aquellos que han pagado/renegociado toda esta vieja deuda, cargada con la sangre de los desaparecidos, tendrán que hacerse cargo.
Este gobierno peronista K deberá hacerse cargo de haber sido no sólo quien más deuda ilegítima canceló de todas las gestiones post dictadura, sino también de habernos endeudado nuevamente abriendo otro ciclo de deuda-dependencia, como de su decisión de privilegiar un lugar en el G-20 y los mercados de capitales, antes que abrir la posibilidad a que se investigase cuál era la única deuda genuina.
La pregunta es hasta dónde resulta diferente el canje de deuda por activos físicos (la entrega del patrimonio que hizo el menemismo) del canje de deuda con activos financieros (la plata del Banco Central, de la Anses y del Banco Nación) que realizó el gobierno actual.

¿Cómo se compone hoy la nueva deuda?
Según los últimos datos del Ministerio de Economía, al 30 de setiembre de 2010 la Deuda Pública ascendía a 172.079 millones de dólares, casi lo mismo que debíamos hace 7 años pero luego del pago al FMI, dos canjes y pagos de intereses anuales promedio de 6.000 millones de dólares (menores en los primeros años y muchos más en los que se vienen).
Si sacamos de ese total la deuda que no fue presentada en los canjes (lo cual no es garantía de que NO se termine pagando o renegociando, porque así sucedió con deuda que estaba en default y a la que se le reabrió el canje durante el 2010) esta cifra baja a 160.890 millones de dólares.
Casi la mitad es deuda llamada Intra-Estado (47,6 % se le deben al Banco Central, la ANSES, el Banco Nación y otros organismos estatales, por un total de 76.562 millones de dólares).
Poco mas del 10% se adeuda a los organismos de crédito internacionales (Banco Mundial: cinco mil millones de dólares, BID: diez mil millones, CAF: mil cien millones).
Al Club de Paris se le debe casi un 4% (sólo incluye capital por 6.276 millones de dólares pero sabemos del tira y afloje para negociar montos de intereses que nuestro país reconoce por 3.000 millones de dólares) y al sector Privado un 37,8 % (60.769 millones de dólares).
Otro punto interesante para el análisis son los plazos de vencimiento. Según los cuadros de Estructura de la Deuda Pública del Ministerio de Economía, el 20% vencerá hasta el 2012. En el período 2013-2019 tendremos que enfrentar la mayor parte de los vencimientos, un 38%. Y hasta el 2089 (en dos tramos: al 2029 el 16% y al 2089 el 26%), el 42% restante.
Más allá de estos porcentajes hay que pensar que la deuda actual - que va creciendo además todos los años por intereses y capital que se vuelven a renegociar - nos ata hasta dentro de ¡casi 80 años!
Pero desde el gobierno se dice que nos estamos desendeudando porque toman la relación del Producto Bruto (PIB) - lo que el país produce en un año - con la deuda. Digamos que en esos términos es cierto que relación ha mejorado sustancialmente, “a pesar del aumento del monto de la deuda por la emisión de título en el marco del canje de deuda Decreto 563/10”, se afirma textualmente en el cuadro de Deuda Pública en la página del Ministerio de Economía.
Sabemos que la economía capitalista tiene ciclos (mas o menos largos) y que el crecimiento que viene teniendo Argentina desde hace varios años no es desarrollo porque nada se ha modificado en la estructura del modelo productivo. Por lo tanto, que hoy la relación PBI/deuda sea menor (aunque alta, porque es casi la mitad de lo que se produce) es coyuntural y relativo. Lo concreto es que estamos hipotecados por 80 años sólo con la actual deuda, sin contar la que seguirá acumulándose.

¿Cuánto pagamos y cuánto pagaremos?
Por un lado afirmamos que la tan mentada Política de Desendeudamiento no es tal. Esto es así porque, casi como regla general, nunca se pueden cancelar los vencimientos de capital que se producen año tras año. Lo que se hace es refinanciarlos con el mismo acreedor (encareciéndose) o contrayendo nuevas obligaciones para cancelar los vencimientos (nuevas deudas).
Lo que lleva a definir a la deuda como un cáncer es el mecanismo que se practica sobre los vencimientos de sus intereses: el “anatocismo”. Este consiste en que la parte de intereses que no pueden llegar a pagarse en los vencimientos, van a formar parte del capital sobre el que se cobran mas intereses. O sea, es la usura de cobrar interés sobre interés.
Un millon de dólares por hora (4 millones de pesos), es lo que se estima pagaremos durante el 2011 sólo en concepto de intereses. Para tener un parámetro de comparación: con ese dinero podrían pagarse las jubilaciones mensuales actuales de la mitad de los jubilados que cobran el haber mínimo (3).
¿Por qué se insiste en este camino sin retorno de crecimiento constante de una deuda que, siempre recordemos, tiene un origen fraudulento?
Héctor Giuliano, economista – especialista en el tema, sobre el que ha escrito varios libros- , afirma que “las Finanzas del Estado Argentino siguen condicionadas a la dependencia de la Deuda Publica” y que por eso el gobierno acelera las negociaciones para arreglar la deuda pendiente con tenedores de bonos que no entraron al Megacanje Kirchner–Lavagna de 2005, para pagarle al Club de París (más de la mitad de esa deuda viene de la dictadura y la otra mitad es estatización de deuda privada), para ampliar los préstamos con el Banco Mundial, el BID y la CAF y para normalizar las relaciones con el Fondo Monetario Internacional en el marco de G20 (recordemos que el interés del gobierno radica en que somos parte del Grupo y que el FMI es su organismo de contralor).
Lo real es que los presupuestos no cierran sin deuda (ya sea con dinero tomado de los organismos del Estado como con el sector privado nacional o internacional). Más allá de la situación fiscal favorable “la Deuda sigue creciendo y el objetivo buscado por el gobierno es refinanciar Deuda y salir al Mercado a conseguir más deuda”, afirma Giuliano (...)".




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