Archivo del blog

15 de octubre de 2010

El modo de producción y consumo del capitalismo causa crisis climática

La agricultura campesina puede enfriar el planeta por GRAIN (Alai-amlatina)
"Hay una crisis climática que nos afecta a todos, pero que está golpeando especialmente a los pueblos del campo. Ya casi no es posible predecir las lluvias, llueve cuando no corresponde, pasamos fácilmente de inundaciones a sequías, sufrimos olas de calor o frío extremo, hay tormentas de viento que antes no se daban, el granizo es más frecuente, el agua es cada vez más escasa, etc. Esto es lo que llaman “cambio climático” o “calentamiento global”. Y su efecto es cada vez mayor, haciendo más difícil vivir y producir en el campo. Si esta contaminación sigue el clima estará tan alterado que la vida de todos se hará realmente difícil.

Esta crisis o cambio climático se debe a que el aire está contaminado con una serie de gases a los que se les llama “gases invernadero” y que se producen por utilizar petróleo o gasolina, quemar los bosques, destruir los suelos, acumular basuras, criar animales en grandes granjas industriales, etc. Los países del mundo se comprometieron a reducir la contaminación, pero han hecho poco o nada. En diciembre de 2009 los compromisos debían ser renovados en una reunión de los gobiernos llevada a cabo en Copenhague, pero salieron de allí sin comprometerse a nada. Por ello, el presidente Evo Morales llamó a una Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Miles de asistentes provenientes principalmente de organizaciones populares discutieron sobre las verdaderas causas del cambio climático y propusieron soluciones reales. En diciembre de este año (2010) los gobiernos se reunirán nuevamente en Cancún, México. Diversos movimientos sociales, incluidas la CLOC y la Vía Campesina, se preparan para realizar manifestaciones populares para exigir que los gobiernos ataquen las verdaderas causas de los problemas del clima y pongan en marcha soluciones reales.

¿Cuáles son las verdaderas causas de la crisis climática? La Cumbre de los Pueblos concluyó que es el capitalismo, debido a las formas de producción y consumo que promueve y a que pone las ganancias por sobre el bienestar de las personas y de la Madre Tierra en general. La Vía Campesina viene diciendo lo mismo desde el año 2007. También ha dicho que el sistema agrícola-alimentario industrial y el modelo agroexportador que se impone en el mundo es una grave causa de la contaminación que cambia el clima. La Vía Campesina también ha dicho claramente que las campesinas y campesinos del mundo están enfriando el planeta.

El año 2009 GRAIN hizo un estudio para determinar cuánta contaminación producía la gran agricultura y cuánto podían enfriar el planeta las y los campesinos del mundo. Los resultados confirman con creces lo dicho por la Vía Campesina.
El uso de fertilizantes, pesticidas, maquinarias y la destrucción de los suelos provocan algo más de la décima parte de los gases invernadero. Una de las principales causas de la destrucción de los suelos es que ya no se devuelve la materia orgánica al suelo.
La producción animal en grandes granjas y concentraciones es otra gran fuente de contaminación: muchos autores dicen que cerca de la quinta parte de los gases invernadero provienen de allí. Esto se debe a que las grandes granjas de crianza producen miles de toneladas de guano y orina que no pueden devolverse al suelo por ser demasiada cantidad. Al acumularse en grandes concentraciones producen toneladas de metano, uno de los gases más contaminantes. Otra fuente de metano son las vacas que comen en exceso o comen muy poco. En las granjas industriales las vacas comen a destajo y, en la medida que las familias campesinas tienen menos tierra, sus vacas comen cada vez peor. Los procesos simultáneos de concentración de la producción animal y la pérdida de tierras por parte de campesinos, pastores y pueblos indígenas provocan entonces calentamiento global.
La deforestación es otra gran fuente de contaminación. La destrucción de los bosques y los suelos que antes protegían los bosques provoca también casi un quinto de los gases que contaminan y alteran el clima. La mayor causa de deforestación actualmente es la expansión de las grandes plantaciones forestales para producir celulosa, las plantaciones de caña de azúcar y palma aceitera para agrocombustibles y la expansión de los monocultivos de soja para alimentar a los animales criados en las grandes granjas.
La contaminación sigue adelante con el procesamiento, comercialización y exportación e importación de alimentos. Alrededor de un tercio de todo el transporte terrestre es para llevar alimentos de un extremo del mundo al otro. El procesamiento industrial de alimentos, los envases y la refrigeración en el transporte, en los supermercados y en la casa producen más de un sexto de todos los gases con efectos sobre el clima. Y todo ello no le agrega nada a la calidad de nuestra alimentación. Por el contrario, el procesamiento industrial nos llena de conservantes, saborizantes, antioxidantes y colorantes que son una amenaza seria para nuestra salud y especialmente la de los niños. Este es un sistema que, por ejemplo, hace que comamos carne y frutas que pueden tener más de un año de antigüedad.
Por último, los grandes depósitos de basuras -que aumentan mientras más alimentos envasados compremos- producen cerca del 5% de todos los gases invernadero.
Si sumamos todas estas fuentes de gases contaminantes, nos encontramos con que al menos la mitad de los gases invernadero provienen del sistema de producción agrícola y alimentario industrial.

Las alternativas
¿De qué forma la agricultura campesina puede enfriar el planeta? Si la agricultura campesina volviese a ser la agricultura predominante en el mundo, una primera forma de enfriar el planeta sería devolviendo la materia orgánica al suelo. Nada más haciendo eso, la contaminación con gases invernadero se reduciría al menos un tercio. Con ello además mejorarían los suelos y además los fertilizantes serían innecesarios, porque la materia orgánica que hoy se pierde tiene más nutrientes que todos los fertilizantes que actualmente se consumen.
Una segunda forma de enfriar el planeta sería recuperando todas las prácticas campesinas para hacer una agricultura sin pesticidas, fungicidas o herbicidas
Una tercera forma de reducir la contaminación es desconcentrando la producción animal. Si se apoyara nuevamente la producción integrada y en pequeña escala de cultivos y animales, los animales no producirían montañas contaminantes de guano, sino el guano necesario para fertilizar el suelo. Tampoco necesitarían transportar alimentos para los animales de un extremo del mundo al otro.
Fomentar los mercados locales y más pequeños sería otra manera muy importante de enfriar el planeta. Con ello, comeríamos alimentos más frescos, necesitaríamos menos refrigeración y no se gastarían cantidades absurdas de petróleo en llevarlos al otro lado del mundo. Otro cambio importante es que los mercados locales nos permitirían deshacernos de tanto envoltorio y envase plástico y de procesamientos innecesarios.
Por último, eliminar las plantaciones, proteger e incluso recuperar los bosques sería otro aporte extremadamente importante al enfriamiento del planeta.
Si sumamos todo esto, nos encontramos con que la agricultura campesina e indígena podría reducir los gases invernadero hasta un 75%. Con ello, sería posible exigir a los otros sectores productivos que eliminen la contaminación restante e incluso se comience a limpiar la atmósfera de los contaminantes que se han ido acumulando. El planeta, efectivamente, podría ser enfriado.
Pero para que la agricultura campesina e indígena pueda hacer su gran aporte se necesitan otras condiciones. Se necesita, sobre todo, que la tierra esté en manos de los pueblos campesinos e indígenas. Por lo mismo, la Reforma Agraria y la restauración de los territorios indígenas se hace hoy más urgente que nunca, como una forma fundamental de asegurar el futuro de la humanidad y de la Madre Tierra.
Necesitamos formas de investigación, apoyo técnico y crediticio que no amarre a las familias del campo a los agrotóxicos ni a los grandes poderes comercializadores o exportadores. Necesitamos el fin de los tratados de libre comercio para que la agricultura pueda cumplir su papel social fundamental de alimentarnos sanamente. Necesitamos terminar con las políticas que atentan contra las y los pequeños productores y que dejan a las y los jóvenes sin posibilidades de vivir de la agricultura. En otras palabras, necesitamos soberanía alimentaria y comunidades indígenas y campesinas que puedan vivir dignamente de su insustituible trabajo de alimentar a la humanidad".
GRAIN es una organización no gubernamental que promueve el manejo y uso sustentable de la biodiversidad agrícola con sede en Barcelona, España. http://www.grain.org

Artículo publicado en América Latina en Movimiento (ALAI), No. 459, "Nuevas tendencias en el agro". http://alainet.org/publica/459.phtml
Fuente: http://www.rebelion.org/
Ecología social/ 15-10-2010

Llamado a movilizarnos contra el Banco Mundial, por la reparación y resarcimiento de la Deuda Ecológica

Banco Mundial fuera del clima! por Organizaciones de la sociedad civil
El Banco Mundial, al igual que las demás Instituciones Financieras Internacionales (IFIs), desde su creación, ha servido de instrumento de promoción de los intereses del Norte global, las transnacionales y las elites financiera y política; que son los mismos responsables de impulsar y beneficiarse de un modelo económico que empobrece a las grandes mayorías, expolia a la naturaleza, genera el calentamiento climático y socava la soberanía de los pueblos.
Por eso, desde hace varias décadas ha sido el blanco de fuertes denuncias y movilizaciones que apuntan al retiro de nuestros países del BM y de sus instituciones fraternas (los bancos regionales de desarrollo, el CIADI y el Fondo Monetario Internacional) y a una transformación profunda del sistema que fomentan.
Pero este mismo Banco ahora ha encontrado en la confluencia de las crisis sistémica, económica, alimentaria, energética, climática y del modelo extractivista, un nuevo discurso y abundantes recursos para consolidar un rol como abanderado de la transición a un capitalismo "verde".
Ha incorporado en su léxico las "preocupaciones ecológicas" y una supuesta prioridad para el "desarrollo sustentable", y con eso busca seguir imponiendo su definición sobre el problema y sus soluciones. No podemos dejar que el Banco Mundial tergiverse la defensa de los derechos de las personas, los pueblos y de la Naturaleza misma, para continuar priorizando los mismos intereses de siempre.
Llamamos a movilizarnos contra el Banco Mundial, por la reparación y resarcimiento de la Deuda Ecológica

La crisis climática es una realidad que vivimos y que afecta en mayor medida a las poblaciones del Sur Global cada vez más vulnerable como consecuencia del propio desarrollo de los países industrializados del Norte y del modo de producción y de consumo que generan, entre otros problemas locales y globales, el calentamiento climático. Con la complicidad de los gobiernos y las elites del Sur, son las comunidades trabajadoras, pueblos originarios, campesinos, pescadores y mujeres que se ven obligados a pagar la mayor parte de las consecuencias y los costos de esta crisis que no causaron.
En el mismo sentido, las respuestas que se vienen formulando desde los centros de poder son falsas soluciones que más bien ignoran las causas del problema, contribuyen a empeorarlo y aumentan la deuda climática de los estados del Norte, las corporaciones transnacionales y las Instituciones Financieras Internacionales. Estos ven en el cambio climático una oportunidad para salir de la crisis económica, reforzar el capitalismo y seguir lucrando.
Así, se reduce la crisis civilizatoria a una crisis ecológica y la crisis ecológica a una crisis climática y esta a una falla del mercado. La destrucción ecológica se convierte en el nuevo impulso para el crecimiento económico de las elites. Los problemas ambientales y sociales derivados son caracterizados como una cuestión meramente tecnológica o de falta de claridad en la adjudicación de derechos de propiedad. Frente a los cuales se plantean soluciones de mercado, como los nuevos productos financieros "verdes", la creación y venta de servicios ambientales y la mercantilización de la Naturaleza.
EL ROL DEL BANCO MUNDIAL EN EL CLIMA
La estrategia del Norte, frente al reconocimiento ya ineludible del problema del calentamiento climático, es mantener la impunidad, ahorrarse dinero y evitar cualquier cambio en el estilo de vida y consumo, buscando transferir la responsabilidad al Sur, a de través la promoción y el apoyo a las falsas soluciones como el mercado de carbono, las hidroeléctricas, la energía nuclear, los agrocombustibles y la venta de tecnologías. En este esquema, el rol que las elites buscan consolidar para el Banco Mundial es clave, similar al que jugó en los años setenta, cuando propagó un modelo de desarrollo en base al endeudamiento externo, y en los ochenta y noventa cuando aprovechó esa deuda para imponer el ajuste estructural, las privatizaciones y la apertura neoliberal.
Por un lado, la creación del mercado de carbono abrió la puerta para que las IFIs, y en especial el Banco Mundial, expandieran su rol y fortalecieran su capacidad de intervención y condicionamiento sobre los países prestatarios. Permitió generar todo un programa nuevo de financiamiento para proyectos integrados al mercado de carbono, a través de iniciativas como los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), Cap and Trade y el Programa de Reducción de Emisiones procedentes de la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD). Estas permiten a los países del Norte y sus transnacionales compensar ficticiamente parte de sus emisiones de gases de efecto invernadero financiando proyectos en el Sur que teóricamente reducen las emisiones. Aumentando la deuda financiera ilegítima así como también las deudas ecológicas y sociales. El mercado de carbono favorece además la especulación y el lucro a partir del cambio climático, fomentando nuevos "derivados" que nada tienen que ver con el impacto climático pero sí con la posible creación de nuevas burbujas especulativas similares a la del mercado inmobiliario que explotó en 2007/2008.
Hoy el Banco Mundial administra 12 fondos de carbono de la Unidad de Financiamiento de Carbono, con un valor aproximado de US$2,5 mil millones, que hasta ahora han involucrado principalmente países como China, India, Brasil, México y Colombia.
Entre los fondos más importantes están:
-Fondo de Biocarbono: se centra en proyectos forestales y de uso de la tierra, y el
-Fondo de Carbono de Desarrollo Comunitario: se centra en proyectos en países menos desarrollados.
Además, el Banco Mundial maneja distintos fondos de inversión, como por ejemplo:
-Fondo de Tecnología Limpia (para proyectos de mitigación, o reducción de emisiones);
-Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) (para mitigación - REDD);
-Programa de Inversión en Bosques (para mitigación - REDD);
-Programa Piloto de Resistencia Climática (para adaptación);
-Programa de Ampliación de la Energía Renovable para los Países de Bajos Ingresos (para mitigación - general);
-Fondo Estratégico sobre el Clima (adaptación, mitigación - REDD, mitigación - general);
-Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés) que tiene dos fondos fiduciarios financiando proyectos de adaptación y mitigación.
En las negociaciones de clima actualmente en curso, los gobiernos del Norte han buscado reforzar este rol para el Banco Mundial. Investigaciones recientes señalan que de los US$ 30 mil millones de financiamiento "rápido" que fueron prometidos en diciembre 2009 en el llamado "Acuerdo de Copenhague", hasta ahora han sido comprometidos efectivamente apenas US$ 7.9 mil millones de los cuales el 42% (US$ 3.3 mil millones) serán canalizados a través del Banco Mundial y el 47% (US$ 3.7 mil millones) se aplicarán a través de préstamos.
En comparación, menos del 1% ha sido comprometido para el Fondo de Adaptación que administra Naciones Unidas. Es el principal canal establecido por la Convención Marco de NN.UU. sobre el Cambio Climático, para apoyar a los países a prevenir y hacer frente a las consecuencias del calentamiento global.
MÁS DE LO MISMO
Mientras tanto el Banco Mundial continúa financiando un modelo de desarrollo que contribuye al calentamiento climático, incluyendo fuertes inversiones en combustibles fósiles y el agronegocio:
*Entre 1992 y 2004 aprobó más de US$ 11 mil millones en préstamos para más de 120 proyectos de combustibles fósiles, representando el 20% de las emisiones globales actuales.
*Sólo entre 2007 y 2008 el Banco Mundial financió otros US$ 7.3 mil millones en proyectos de combustibles fósiles (sin incluir los préstamos para políticas y agentes financieros intermediarios del sector de combustibles fósiles). En ese último período el Banco Mundial también financió US$ 5.3 mil millones para energía renovable y eficiencia energética. Como es de esperar, la construcción de la "nueva" Estrategia Energética del Banco Mundial para 2011 tampoco presenta ningún cambio. Entre otros aspectos plantea fomentar las inversiones del sector privado enfocadas en la producción de energía y no en el consumo. Para el Banco Mundial, la energía limpia continúa siendo las hidroeléctricas, los agrocombustibles, la energía nuclear (mismo afirmando que no va financiarla) y el mercado de carbono.
Al desarrollar estas políticas, el Banco Mundial continúa ignorando, entre otras cuestiones:
*Las sugerencias de la Comisión Mundial de Represas, que acaban de cumplir 10 años de olvido, sobre los impactos económicos, sociales y ecológicos negativos de las presas. Las hidroeléctricas no son fuentes de energía limpia: además de contribuir para la deforestación y la expulsión de poblaciones de sus territorios, son grandes emisoras de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
*Las advertencias de la FAO sobre los impactos negativos de los agrocombustibles sobre la seguridad y soberanía alimentaria y la deforestación.
*Las últimas décadas de presión, movilización y crítica de millones de organizaciones y personas que reclaman el cierre de esta institución ilegítima e injusta.
BANCO MUNDIAL FUERA DEL CLIMA
El Acuerdo de los Pueblos, desarrollado en la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en abril 2010 en Cochabamba, como respuesta al fracaso de Copenhague, afirma que el mínimo de financiamiento necesario para enfrentar el cambio climático debe ser un 6% del Producto Bruto Global.
Los fondos deben ser públicos, nuevos, adicionales y no reembolsables, eliminando el mercado de carbono y sin ningún rol para el Banco Mundial o los bancos de desarrollo regionales. Señala también que es un paso indispensable hacia la posibilidad del equilibrio y la equidad climática resarcir y reparar la deuda ecológica y climática del Norte para con el Sur y todo el planeta. Los fondos no deben ser entendidos en función del cambio climático, sino en función de la búsqueda de un camino hacia una sociedad no-petrolera, pues son los combustibles fósiles los principales causantes del problema.
Conociendo las consecuencias históricas que las deudas ilegitimas han acarreado al Sur global, llamamos a organizar en todas partes acciones que evidencien el papel del Banco Mundial y fortalezcan la resistencia a las falsas soluciones que promueve la crisis climática, incluyendo sobre todo el fomento del mercado de carbono en sus diversas formas y las consecuencias de esta alianza para los derechos de los pueblos y de la naturaleza.
"La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida¨ (Acuerdo de Cochabamba)
Primeras firmas:
Jubileo Sur/Américas- Amigos de la Tierra América Latina y Caribe, ATALC- Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI- Alianza Social Continental- Alianza de los Pueblos Acreedores de la Deuda Ecológica- Latindadd- World Rainforest Movement- Foro Boliviano sobre Medioambiente y Desarrollo, FOBOMADE- Voces Ecológicas (Panamá)- Movimiento Social Nicaragüense "Otro Mundo es Posible"- Jubileo Sur/México, Marea Creciente (México)- Acción Ecológica, Centro de Derechos Económicos y Sociales, CDES (Ecuador)- Bloque Popular Hondureño, COPINH (Honduras)- Diálogo 2000, Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos, Mopassol (Argentina)- Mesa Mujeres y Economía (Colombia)- PAPDA (Haití)- CTC (Venezuela)- Red de Acción Ciudadana Frente al Libre Comercio e InversiónSinti Techán (El Salvador)- Jubileu Sul Brasil, Instituto de Políticas Alternativas para el Conosur, PACS, Centro de Pesquisa e Assesoria, ESPLAR, Red Brasil sobre Instituciones Financieras Multilaterales, Forum da Amazonia Occidental, FAOC, Centro de Defensa dos Dereitos Humanos e Educación Popular do Acre, CDDHGP, Instituto Brasilero de Análisis Sociales y Económicos, IBASE, Forum da Amazonia Oriental FAOR, Comité Metropolitano do Movimiento Xingu Vivo para Sempre, Rede Alerta contra o Deserto Verde, Amigos da Terra. Marcha Mundial das Mulheres (Brasil)
Contacto:
jubileosur@gmail.com
www.jubileosuramericas.org
www.semanadeuda.wordpress.com
http://www.biodiversidadla.org/Principal/Contenido/Campanas_y_Acciones/!Banco_Mundial_fuera_del_clima
14-10-2010

10 de octubre de 2010

La Gran Minería es un plan de entrega total e irrestricto de las formas de vida y de los bienes comunes

Minería, territorio, identidad. La resistencia a la minería transnacional desde la experiencia de BePe por Horacio Machado Aráoz
El ‘modelo minero’ -como caso extremo del extractivismo primario-exportador en general- condensa una multiplicidad de expropiaciones neocoloniales: en primer lugar, la expropiación ‘ecológica’ del territorio, del suelo y el agua como fuentes indispensables de vida; la expropiación económica, es decir, la de los medios de vida y formas de trabajo históricamente vinculadas a las economías locales que se ven amenazadas y desplazadas por la nueva ‘actividad global’; finalmente, la expropiación cultural y política, ligada tanto a la imposición de una nueva ‘identidad’ fabricada desde las necesidades gerenciales de los ‘administradores del poder’, cuanto a la negación y avasallamiento de los derechos más elementales de las poblaciones, los derechos formalmente consagrados por la Constitución, y el derecho básico a decidir sobre las propias formas de vida.

“La Gran Minería no significa otra cosa que un plan de entrega total e irrestricto de nuestros recursos minerales, nuestras tierras, y la afectación y contaminación de nuestras reservas de agua dulce y los ecosistemas (…)
Esta actividad sólo es posible en el país porque está legitimada e incentivada por un marco legal colonialista, que consagra un régimen brutal de beneficios y exenciones fiscales a las empresas mineras…
Estos emprendimientos se imponen a espaldas de la población:
a) no se brinda la información pública que el Estado tiene obligación de otorgar;
b) se manipulan y falsean las verdaderas consecuencias que provocan los emprendimientos mineros;
c) se impide la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones”. (Extracto de la Declaración de Andalgalá, III Encuentro de Comunidades Afectadas por la Minería en Argentina, 14 de agosto de 2005).
“El primer derecho vulnerado es el derecho a la autodeterminación, qué queremos hacer nosotros como comunidad. Lamentablemente, a nosotros nos han puesto el rótulo de comunidad minera. Nosotros no somos una comunidad minera… Somos una comunidad membrillera, aceitera, dulcera. (…) Al principio nos catalogaban como ‘los loquitos’. Después ya éramos los sediciosos, terroristas, fundamentalistas, los que no queríamos el progreso… Pero después el pueblo empezó a despertar… La gente empezó a ver, a escuchar, a tomar conciencia. La comunidad dice: ‘YA BASTA!’”. (Dito Salas, Autoconvocados de Andalgalá, 2005).
“Para nosotros, el territorio es el derecho más importante que tenemos como pueblo, porque ningún otro derecho tiene sentido si no se respeta el territorio. El territorio es todo aquello que da lugar a nuestra identidad y toda nuestra razón de ser: yo mismo en estos momentos soy un pedazo de mi territorio que está hablando acá. Porque el territorio es nuestro idioma, es nuestra música, son nuestros recursos culturales asociados al ambiente…” (Marcos Pastrana, dirigente diaguita calchaquí, 2007).
La consolidación de la ‘oleada’ neoliberal en los ’90 ha significado en América Latina la profundización de un fuerte proceso de mercantilización y explotación de la ‘naturaleza’. Las ‘reformas estructurales’ involucraron la apertura de un nuevo ciclo de una ‘vieja estrategia’, el extractivismo primario-exportador.
De la mano de la expansión de monocultivos de exportación, la radicación creciente de las llamadas ‘industrias sucias’, la privatización y transnacionalización de las reservas petroleras y mineras, así como de los servicios de agua potable, gas y energía eléctrica, y un largo etcétera, nuevas formas de apropiación, control y disposición sobre los territorios y sus bienes y servicios ambientales se pusieron en juego en la región afectando a crecientes porciones de nuestras poblaciones.
En ese marco, el boom de la gran minería metalífera transnacional verificado en la región desde inicios de los ’90 hasta nuestros días, con la radicación de las más importantes corporaciones mineras transnacionales y la acelerada expansión de las superficies territoriales concedidas a grandes proyectos de exploración y explotación minera, constituye uno de los capítulos ecológica y políticamente más gravosos de este proceso.
En nuestro país, el desembarco inicial de la minería transnacional tuvo lugar en la provincia de Catamarca, con la instalación de Minera Alumbrera Ltd. en 1995. Poco se sabía entonces de qué se trataba este tipo de explotaciones. La pobreza crónica y el desempleo estructural de la región completaron el ‘caldo de cultivo’ adecuado para que la puesta en marcha de este primer mega emprendimiento de minería química a cielo abierto resultara ‘exitoso’. Las promesas del desarrollo y de numerosos puestos de trabajo, más que resistencias, generaron euforia y despertaron esperanzas entre nuestras poblaciones. Sin embargo, al poco andar, las ‘ilusiones desarrollistas’ se transformaron en frustraciones crecientes y las expectativas de progreso se desvanecían ante la creciente evidencia de los impactos socioambientales de esta mega-explotación.
Desde 1997 a la fecha, los conflictos suscitados en torno a la minería a gran escala no cesaron de fluir, produciendo una larga historia de resistencias con diferentes etapas en la que los motivos, las demandas y los actores fueron cambiando y se fueron extendiendo. Del reclamo por las ‘promesas incumplidas del desarrollo’ (empleos, obras de infraestructura, mejora de servicios básicos, etc.) a las denuncias por daños ambientales (mortandad de animales domésticos, pérdida de flora y fauna, secamiento de vegas y humedales, disminución de los caudales de ríos y napas, etc.) y de éstas, al rechazo absoluto a este tipo de explotaciones. El originario movimiento ‘La Voz del Pueblo’ surgido en Belén en 1997, mayoritariamente integrado por desocupados, se fue extendiendo y ampliando a otros sectores y colectivos sociales, dando origen a diversas agrupaciones movilizadas para denunciar los ‘atropellos de la minera’. Entre los años 2001 y 2003 organizaciones de Belén, Santa María y Andalgalá cobran fuerza en las denuncias de los daños ambientales y las sucesivas roturas del mineraloducto. El testimonio de vecinos andalgalenses sería por entonces decisivo en el plebiscito de Esquel (Marzo de 2003) y en la extensión de una lucha hacia un escenario regional y nacional, con la formación de la Red C.A.M.A. (Comunidades Afectadas por la Minería en Argentina) primero, las experiencias de los Plenarios Ambientales del Noa, luego, y la posterior conformación y articulación de las asambleas locales en la U.A.C. (Unión de Asambleas Ciudadanas).
En ese contexto, la decisión de Be.Pe. de apoyar e involucrarnos directamente en esta lucha nace precisamente de la convicción de que no se trata meramente de un ‘reclamo ambientalista’ (al menos en el sentido superficial que usualmente se le da a la cuestión), sino de una estratégica confrontación cultural y política por las condiciones presentes y futuras de autodeterminación, justicia y sustentabilidad. El ‘modelo minero’ -como caso extremo del extractivismo primario-exportador en general- condensa, a nuestro entender, una multiplicidad de expropiaciones neocoloniales: en primer lugar, la expropiación ‘ecológica’ del territorio, del suelo y el agua como fuentes indispensables de vida; la expropiación económica, es decir, la de los medios de vida y formas de trabajo históricamente vinculadas a las economías locales que se ven amenazadas y desplazadas por la nueva ‘actividad global’; finalmente, la expropiación cultural y política, ligada tanto a la imposición de una nueva ‘identidad’ fabricada desde las necesidades gerenciales de los ‘administradores del poder’, cuanto a la negación y avasallamiento de los derechos más elementales de las poblaciones, los derechos formalmente consagrados por la Constitución, y el derecho básico a decidir sobre las propias formas de vida.

Esa opción institucional nos llevó a asumir nuevos retos y aprendizajes, participando institucionalmente en los espacios de lucha que se fueron constituyendo en el proceso de resistencia social a la minería a gran escala en nuestra región. Integrando primero la Asamblea Socioambiental Catamarca (2007-2008), luego el Colectivo Sumaj Kawsay (2009-2010), participando desde el 2007 como integrantes de la U.A.C. y como impulsores de la Asamblea Socioambiental del NOA (AsaNoa), y actualmente integrando la recientemente conformada Coordinadora Interprovincial en Defensa del Territorio y los Bienes Comunes, nuestra participación en estos espacios colectivos ha estado orientada hacia dos objetivos centrales. Por un lado, inspirados en nuestra visión-vocación de la Educación Popular, se ha buscado fortalecer los procesos de articulación e inter-aprendizaje político hacia el interior del movimiento, entendiéndolo como un aspecto clave en este proceso de lucha. Por el otro, se ha buscado ampliar las redes de sensibilización hacia el resto de la sociedad y de participar en medidas directas de resistencia y rechazo al avance del ‘modelo minero’.
Muchas son los ‘mojones’ políticamente relevantes que emergen de esta larga e intensa lucha abierta. En este espacio no podríamos dar cuenta con justicia de todos ellos. Sin embargo, sólo para reflejar de algún modo el camino trazado en y desde la resistencia popular, cabe mencionar algunos ‘hitos’ para nosotros muy significativos.
En el plano de la construcción de espacios de inter-aprendizaje y de generación de procesos político-pedagógicos de formación, destacamos la realización de Encuentros que fueron claves para el fortalecimiento de la lucha: los Foros Ambientales del Noa, co-organizados por la Movida Ambiental de Termas y Pro-Eco (Termas de Río Hondo, abril de 2007; Santa María, mayo de 2007) y los Encuentros de Asambleas socioambientales del Noa (Catamarca, abril de 2008; Tucumán, febrero de 2008; Metán, marzo de 2008; Andalgalá, junio de 2008).
También en este plano, creemos que fueron muy significativas las Jornadas “Patrones de Desarrollo y Conflictos Socioambientales” co-organizadas entre Be.Pe. y el Laboratorio Tramas de Estudios Políticos Regionales (Doctorado en Ciencias Humanas, U.N.Ca.) entre los años 2007 y 2008 y los seminarios de formación para educadores populares, realizados junto al Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía entre 2008 y 2009. La organización y realización del VII° Encuentro de la U.A.C. en Catamarca, en agosto de 2008, fue sin dudas un hito histórico que marcó el crecimiento de las asambleas locales en capacidad organizativa y conciencia política, con más de 500 asambleístas reunidos debatiendo sobre los diferentes efectos e impactos del modelo extractivo en el país congregados en la capital de nuestra provincia bajo el lema “Catamarca: Eco del Grito de la Tierra”.
En cuanto a las principales acciones públicas y medidas de protesta desarrolladas en los últimos años, cabe mencionar, desde la participación en la Mesa de Diálogo convocada por el Obispado de Catamarca (2007-2008) al acompañamiento a los cortes de ruta desarrollados en la localidad de Aconquija, en protesta por unos piletones construidos en un barrio popular para recoger los derrames del mineraloducto de Alumbrera (septiembre–octubre de 2007); las charlas de sensibilización sobre los impactos de la minería de uranio desarrolladas junto a Javier Rodríguez Pardo (Movimiento Antinuclear de Chubut; U.AC.), la posterior formación de asambleas en Fiambalá y Tinogasta y la paralización de las prospecciones de uranio logradas a través de masivas marchas entre noviembre y diciembre de 2007; numerosos cortes de ruta realizados en Belén, Tinogasta, Santa María, Andalgalá y también en diferentes localidades de los Valles Calchaquíes en territorio salteño y tucumano, denunciando los impactos de Minera Alumbrera y expresando la oposición al nuevo proyecto de Agua Rica. Junto a estas medidas, las campañas de denuncia, información y sensibilización realizadas en festividades populares, actos públicos y marchas, con diferentes medios y recursos (eventos artísticos, charlas, ciclos de video-debate, elaboración y distribución de gacetillas y boletines informativos, etc.), marcaron ya una inocultable resistencia popular a este tipo de emprendimientos.
Del otro lado, las medidas de protesta alimentaron, en algunos casos, el clientelismo público-privado, ya a través del reparto de ‘subsidios’ de parte del gobierno, ya a través de ‘donaciones’ y programas de ‘responsabilidad social empresaria’ de las mineras, con el objetivo expreso de acallar las denuncias e incentivar la división social en las comunidades. En otros casos, la resistencia social dio lugar a fuertes represiones y a una peligrosa senda de criminalización y judicialización que tuvieron sus momentos más álgidos durante la jornada del 15 de febrero pasado en Andalgalá, con un centenar de vecinas y vecinos heridos con perdigones y bastonazos propinados por las fuerzas de ‘seguridad’ de la provincia.
En definitiva, el desembarco de la gran minería transnacional cambió drásticamente tanto el paisaje ecológico como el sociocultural y político de nuestra región. A la degradación de las condiciones ecológicas de nuestros territorios, le siguió el grave deterioro de la institucionalidad y la sociabilidad democráticas en nuestras comunidades. Al secamiento de fuentes naturales de agua y la pérdida de superficies agrícolas y ganaderas, al aumento exponencial de enfermedades respiratorias y de la piel, al racionamiento crónico del agua potable y la electricidad, hay que sumarle también un ‘paisaje social’ desolador: comunidades divididas; pueblos enteros ‘asistencializados’ con las dádivas de las mineras; corrupción y clientelismo endémico alimentados por los flujos financieros espurios de una ‘actividad-enclave’ con grandes volúmenes de ganancias; y una institucionalidad democrática ‘patas para arriba’ al decir de Galeano: con jueces y políticos que proveen ‘seguridad jurídica’ a las empresas, legalizando el saqueo y criminalizando a las poblaciones que le resisten; con prohibiciones de plebiscitos ‘en nombre de la constitución’; con la imposición del modelo minero aún a costa del rechazo mayoritario de nuestras poblaciones.
Nos enfrentamos, en definitiva, a un panorama sombrío. Pese a las evidencias del fracaso de la ‘fantasía desarrollista’ que promete el modelo minero, sus personeros se empeñan a imponerlo ‘a sangre y fuego’, con dosis cambiantes ya de ‘asistencialismo’, ya de ‘criminalización’. De este lado de la lucha, sin embargo, nuevas expresiones de ciudadanía han ido surgiendo. Desde la vivencia-de-la-resistencia viene fraguando la conformación de nuevas subjetividades políticas, expresiones de otras sensibilidades y sociabilidades, que buscan no ya los placebos del consumismo que ofrece el sistema, sino que intenta avanzar hacia nuevas formas de habitar-producir y vivir el territorio… Nuestros ‘NO’ a la minería, resumen en definitiva, la denuncia de la crisis civilizatoria del Occidente-colonial que busca abrir brechas hacia nuevas formas de convivencialidad, nuevas formas de vinculación con la naturaleza y de gestión de la Vida-en-Común… Se trata de la re-apropiación de nuestros territorios, de nuestra agua y nuestro suelo, pero también de nuestra Identidad y de nuestros Derechos. Más que el retorno a un ‘pasado idílico’ creemos que en esta lucha nos va la construcción imprescindible de otro ‘futuro’ posible. Para todas y para todos. Un mundo socio-biodiverso en con-vivencia igualitaria. Puede sonar utópico, en el peor sentido de la palabra; pero también podemos hacerlo sonar en su mejor y más noble sentido.
Iniciada su construcción en 1995 y se explotación en 1997, Minera Alumbrera Ltd. es un holding empresarial liderado por la suiza Xstratta Cooper dedicado a la explotación de un yacimiento de polimetálicos diseminados. Extrae anualmente 650.000 toneladas de concentrados con 180.000 Tn de cobre y 600.000 onzas troy de oro. En su proceso extractivo consume aproximadamente 100 millones de litros de agua por día, que extrae de una reserva de agua fósil (Campo del Arenal) en una región árida, con un régimen de precipitaciones de entre 150 a 300 mm anuales. Su consumo anual de energía es superior a los 760.000 MW (el consumo eléctrico de toda la provincia de Catamarca es inferior a los 470.000 MW), a lo que hay que sumar alrededor de 35 millones de litros de combustible y 40 mil toneladas de explosivos. La totalidad de los minerales extraídos se exporta a través de una mega-infraestructura que atraviesa cuatro provincias e incluye un mineraloducto de 220 km, una vía férrea propia de 800 km e instalaciones portuarias propias”.
* Horacio Machado Aráoz (Asoc. Civil Be.Pe., Colectivo Sumaj Kawsay – AsaNoa Catamarca)
* *Be.Pe., Bienaventurados los Pobres, es una organización de Promoción del Desarrollo comprometida radicalmente con la opción por los pobres y la superación de la pobreza. Históricamente, inicia sus actividades el 6 de enero de 1984 como decisión de un grupo de personas reunidas en torno a la reflexión y el compromiso con la opción por los pobres proclamada por la Iglesia Católica Latinoamericana. En estos 25 años, y en razón de este proceso, hemos avanzado progresivamente en la implementación de proyectos de trabajo basados en los principios y criterios metodológicos y conceptuales de la agricultura sostenible, la economía solidaria, la educación popular orientada a la construcción de ciudadanía y la búsqueda de la equidad en las relaciones de género, enfoques desde los cuales impulsamos nuestra Misión:
1. Promover con las familias pobres, el desarrollo de alternativas de vida económicamente viables y ecológicamente sustentables.
2. Fortalecer el protagonismo político social de los sectores populares.
3. Promover la construcción de valores sociales que aseguren el respeto por la diversidad y dignidad de la vida humana.
Desde 1984 nuestra organización ha definido como zona de actuación las provincias del noroeste argentino, principalmente Catamarca y Santiago del Estero. Fortalecemos y potenciamos nuestro accionar en el marco de integración de redes: Red Agroforestal del Chaco Argentino, Movimiento Agroecológico Latinoamericano, Red de Economía Social Cooperación y Trabajo, el Colectivo Sumaj Causay, la UAC -Unión de Asambleas Ciudadanas- y mas recientemente nuestra integración al Capítulo Argentino de la Plataforma Interamericana de Derecho Humanos Democracia y Desarrollo.
Como organización, son sentimos crecientemente interpelados en nuestra práctica de intervención por el avance de un ‘modelo productivo’, eminentemente extractivo, instalado en nuestro país y en nuestra región, centrado en la explotación intensiva del patrimonio común de bienes y servicios ambientales, para abastecer fundamentalmente la demanda de los mercados internacionales.
Por esta razón en el año 2006 a partir de la definición de los nuevos Objetivos Estratégicos se reorientaron esfuerzos institucionales y se resolvió un proceso de apoyo y acompañamiento a las comunidades afectadas por las explotaciones mineras a cielo abierto, en particular, y a las comunidades de la región afectadas por conflictos socioambientales en general.
Así surge en el seno de la organización el “Programa de apoyo y formación destinado a organizaciones y comunidades de base del noroeste argentino movilizadas en defensa de sus territorios y medios de vida”.
En el marco del desarrollo del mencionado programa, se ha llevado a cabo durante los últimos años un intenso plan de actividades de inserción e interacción con comunidades y grupos movilizados en defensa de sus territorios, desarrollándose asimismo actividades de apoyo a las movilizaciones y acciones colectivas organizadas por las organizaciones de poblaciones afectadas por la minería, como también otras actividades vinculadas a la formación, generación de espacios de encuentros de intercambio de experiencias y de difusión y sensibilización sobre la problemática en el nivel de la sociedad en general.
FOCO - Boletin de OET - Observatorio de las Empresas Transnacionales - http://www.inpade.org.ar
Fuente: www.ecoportal.net / 25-09-2010