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14 de octubre de 2015

Más de una deKada se rigió por la lógica que privilegia los derechos de propiedad del gran capital por sobre la seguridad de presente y futuro de los pueblos.

Argentina: El acuerdo con Repsol y la impunidad ambiental

Por Observatorio Petrolero Sur
La negociación del gobierno argentino con Repsol, para cerrar el proceso de expropiación de YPF, enmarca en la ‘Razón Petrolera’, una lógica que privilegia los derechos adquiridos por la empresa sobre cualquier otro derecho.
A principios de 2012, en vísperas de la expropiación parcial de las acciones de YPF en poder de Repsol, la desinversión y fuga de capitales, sumado a los pasivos ambientales resultantes de la actividad de esta empresa, fueron presentados para respaldar una decisión, de por sí, soberana. Las denuncias de las comunidades directamente afectadas por la explotación de hidrocarburos en sus territorios, que desde los años ’90 habían sido desatendidas y criminalizadas, fueron utilizadas como argumento para minimizar la valoración del paquete expropiado. Guillermo Coco, ministro de Energía, Ambiente y Servicios Públicos de Neuquén, proyectó en 1.500 millones de dólares el pasivo ambiental que tenía YPF-Repsol (Río Negro, 15/05/2012). En ese sentido trascendió que un inventario elaborado por la Subsecretaría de Medio Ambiente de Santa Cruz le atribuía a Repsol un pasivo ambiental valuado en 500 millones de dólares. El listado de irregularidades incluía unas 1.700 piletas mal desechos saneadas, sobre un total de 5.000 que la empresa tiene en la provincia. En tanto el ministro de Planificación, Julio De Vido, por esos días afirmaba: “Vamos a acogernos a lo que plantee la ley que fijará el valor (de la compañía). Pero el desastre en que dejaron la infraestructura de producción tiene su costo y lo van a tener que pagar, porque el medio ambiente no se rifa, tiene precio” (Revista 23, 25/04/2012).

Los daños socio-ambientales, externalizados a partir de políticas públicas que durante dos décadas redujeron al plano de lo simbólico la aplicación de normas ambientales, controles, sanciones y remediación, se transformaron en letra fuerte del relato del momento. Un relato que condenaba a Repsol pero que exculpaba a quienes desde la función pública, por acción u omisión, también debían responder por esos pasivos.

Poco después de consumada la expropiación los pasivos ambientales volvieron a las sombras, en la actual negociación con Repsol brillan por su ausencia y tampoco hay en marcha un plan de remediación. El relato actual apunta a dar señales al mercado, decirle que Argentina es un país que garantiza la seguridad jurídica y se ajusta a la ley –aunque todavía no está claro si el Tribunal de Tasación va a intervenir en determinar el monto indemnizatorio o será a través de una negociación entre las partes, ni tampoco si se va a dar intervención en la negociación a las provincias que integran el directorio de YPF.

Dar señales al mercado para que las inversiones lleguen al país y así resucitar Vaca Muerta, nivelar la balanza comercial energética, lograr el autoabastecimiento y generar saldos exportables; de eso se trata nuestra soberanía. Una soberanía que no se sonroja si para alcanzar esos objetivos se articula profundamente con las trasnacionales del sector hidrocarburífero.
En un contexto donde se pretende transformar a Argentina en un país petrolero, a partir del desarrollo masivo de yacimientos no convencionales, no sólo se le dice a las corporaciones que en el país se da seguridad al capital –más allá de cualquier discurso amenazante– sino también, que se garantiza la externalización de los impactos, es decir, la impunidad ambiental.

Buenos Aires, 4/12/2013.
Fuente original: Observatorio Petrolero Sur

Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Argentina_El_acuerdo_con_Repsol_y_la_impunidad_ambiental

12 de octubre de 2015

Territorialidad y libre determinación de los pueblos indígenas para el buen vivir sin fronteras de los diversos de abajo.

Pueblos del Abya Yala frente a los desafíos climáticos

LOS  PUEBLOS INDIGENAS 
TE LLAMAN A  LA ACCION
10 de diciembre de 2014

Nosotros, representantes de los pueblos indígenas del Abya Yala y del mundo, reunidos en la Maloca del Pabellón Indígena de la COP20, desde el 2 de diciembre para discutir y reflexionar las causas del Cambio Climático en el mundo y aportar a los caminos de solución que se deben asumir en las Cumbres Mundiales, elevamos nuestra voz para decir:
1° El Cambio Climático está enfermando nuestra Madre Tierra, está interrumpiendo la unidad entre humanos y naturaleza que durante siglos ha permitido la vida sobre el planeta.  Esta situación nos provoca un sentimiento profundo de tristeza porque impacta en la relación que los pueblos indígenas hemos desarrollado con la naturaleza; una naturaleza viva que la comprendemos como totalidad de la que formamos parte.  Así, si se enferma la Tierra,  los pueblos indígenas también nos enfermamos.
2° Los jefes de Estados están reunidos para discutir este problema, para buscar soluciones al desastre que se viene produciendo con la Madre Tierra.  Sin embargo, vemos con gran preocupación que las salidas que se están buscando no hablan del verdadero problema, y por lo tanto no cambiarán el destino de desastre en el cual estamos.  Estamos afectando la Madre Tierra y no se está encontrando soluciones verdaderas que reviertan el proceso, que protejan y defiendan la integridad de la naturaleza.
3° Para nosotros, los pueblos indígenas del Abya Yala y del mundo, el desastre que se está produciendo con la Madre Tierra tiene un origen, una causa estructural; tiene que ver con un modo de desarrollo que se ha instaurado y generalizado en el mundo, un modo de vida que busca incansablemente crear nuevas necesidades, aunque éstas sean fugaces.  Estamos ante un modelo de desarrollo que tiene como centro la producción de riqueza y la distribución profundamente desigual de ella.
4° El modelo de desarrollo que está enfermando la Madre Tierra tiene nombre y apellido, se llama capitalismo del siglo XXI, y aquí en el Abya Yala tiene un rostro perverso de largo aliento llamado extractivismo, extracción de riqueza y expropiación de territorios a favor del capital global, a favor de la concentración de la riqueza en unas cuantas manos y despojo de territorios para los pueblos indígenas.  Nos están despojando de nuestro Vivir Bien y Vida Plena que implica vivir en armonía con la naturaleza.
5° El extractivismo del Abya Yala se muestra en todas las iniciativas que toman los gobiernos de nuestra región y que implican: ampliación de la frontera hidrocarburífera, priorización de las actividades mineras y de hidroeléctricas respecto de las necesidades de los pueblos, crecimiento de la deforestación para la conversión de los bosques en zonas con cultivos agroindustriales.  Lo más triste de esta situación es que los gobiernos de izquierda y de derecha se comportan de manera similar ante la acumulación por despojo como característica fundamental del capital global, cuyas principales víctimas somos los pueblos indígenas
6° Los gobiernos progresistas de nuestra región, los que acuñaron el horizonte del socialismo del siglo XXI, en realidad se han convertido en hacedores e impulsadores del capitalismo del siglo XXI.  Usando frases populares como Revolución Ciudadana o Revolución Democrático Cultural, redistribuyendo riqueza de manera menos asimétrica y componiendo sus gobiernos con algunos sectores sociales que en un pasado formaron parte de las luchas, hoy en día pretenden mostrarse como alternativos sin modificar las claves y los compases de ese rostro reverso de larga data del capitalismo global que en nuestra región del Abya Yala se llama extractivismo7° Nosotros, los pueblos indígenas del Abya Yala, hemos resistido y luchado a lo largo de nuestra historia con este modelo de desarrollo, con este modelo de colonización, con este modelo de acumulación de riqueza fundamentado en el despojo de nuestros territorios y recursos naturales.  Con nuestras luchas hemos buscado dignificar el nacimiento colonizado de los Estados y Naciones que conforman el Abya Yala, que conforman la región de América Latina, por eso no nos sorprende que un derecho tan fundamental como es el de Consulta para el consentimiento libre e informado, hoy día sea utilizado como una herramienta que antes que proteger el Derecho de Consulta, lo desnaturaliza y usan a su antojo.
8° Este panorama nos lleva a convocar a todos los pueblos del mundo, y a quienes  se congregan en la Cumbre de los Pueblos en Lima-Perú, a tomar caminos alternativos que nos acerquen a las verdaderas soluciones del Cambio Climático, a las verdaderas soluciones que reviertan los impactos que está sufriendo la Madre Tierra.  La defensa de la Madre Tierra y sus derechos es también la defensa de los pueblos y la vida.  La acumulación de riquezas a cambio del despojo de nuestros territorios es la agenda de las grandes corporaciones financieras y económicas que están metidas dentro en los Estados.
9º Llamamos a persistir en nuestro  camino de la autodeterminación de los pueblos, de la sociedad civil organizada, como la alternativa principal que nos permitirá encontrar salidas al problema estructural del Cambio Climático. Consolidar y reconstituir nuestra Territorialidad y titularidad integral de nuestros territorios y el control de todos sus recursos. Detener  los grandes motores del calentamiento global como son las operaciones extractivas y agroindustriales. Exigir el acceso directo de los fondos climáticos, y en especial de las mujeres indígenas en las estrategias de adaptación. Detener la criminalización y judicialización de la libre determinación porque es imposible defender a la madre tierra persiguiendo a los que la defienden.
Ni  despojo  colonial  ni  desarrollismo extractivista.
Solución climática  global.
Territorialidad y libre determinación de los pueblos indígenas 
para el buen vivir y vida plena para el enfriamiento global.
Fuente: http://www.cop20.coica.org.ec/index.php/component/k2/item/152-pueblos-del-abya-yala-frente-a-los-desafios-climaticos