Archivo del blog

8 de julio de 2012

IV. Afianzamiento de la correlación de fuerzas contra la democracia o autodeterminación de los pueblos mediante la constante ramificación de negocios oligopólicos que avasallan a los pueblos y dejan tierra arrasada

Desafíos ante la nueva frontera

¿QUÉ HAY DETRÁS DE SU RECUPERACIÓN?
 Por OPSur.- Cuando las asambleas socio-ambientales cuestionan la mega-minería metalífera y afirman: “el agua vale más que el oro”, logran la adhesión de amplios sectores de la población, incluso de abrumadoras mayorías, en algunas regiones. El agua es tan necesaria para la vida como el aire que respiramos; la ecuación es sencilla: sin agua no hay vida. En cambio, podemos prescindir del oro. Pero si afirmamos: “el agua vale más que los hidrocarburos”, esa certeza entra en crisis, se establece una paridad entre ambos, aunque biológicamente podemos vivir sin consumir los derivados de los hidrocarburos. Es decir, lo que entra en juego no es la vida misma sino un modelo de vida: la Era Petrolera, que comenzó hace poco más de 150 años, es un ínfimo fragmento de la historia de la Humanidad.


 

La respuesta más común a esa consigna es: “vos usas tu auto y yo también”, cerrando el paso a pensar cualquier alternativa, trasladando todo el peso de la existencia de esta matriz energética al consumidor individual y no a decisiones políticas. Aceptando, por ende, la creación de zonas de sacrificiocomo un hecho irreversible. (Zonas de sacrificio que son territorios que albergan pueblos, culturas, ecosistemas: diferentes formas de vida.) Se evita la reflexión sobre quiénes habitan esas zonas de sacrificio y qué derechos tienen; por acción u omisión se valida la existencia de ciudadanos de segunda.

Desde el momento que se aceptan las zonas de sacrificio, se recrea el “desierto”: todo lo existente en ese lugar virtualmente desaparece, se crean una nueva geografía y un nuevo sentido del territorio con un único objetivo:extraer la energía almacenada en las entrañas de la Tierra.
Sin duda la dependencia de la sociedad actual respecto de los hidrocarburos es muy fuerte y no sólo en términos energéticos -que en Argentina representan la base de nuestra matriz-, ya que sus derivados están también presentes en el día a día: desde la ropa, el calzado y los recipientes plásticos a una amplia gama de productos que los requieren como insumo.Nuestro vínculo -dependencia- con los hidrocarburos no tiene punto de comparación con la relación que mantenemos con el oro -cuyo valor responde a una convención social más que a una aplicación material.

El punto no es dejar mañana de extraer hidrocarburos y de consumir sus derivados -ya que sencillamente es imposible-, sino empezar de una vez la transición hacia otras fuentes en lugar de profundizar la matriz existente, con sus costos socio-ambientales, sus zonas de sacrificio; y buscar otras alternativas para el desarrollo regional.

Hace años que se debate en ámbitos internacionales si hemos alcanzado o no el pico del petróleo, el Peak Oil,  el fin del petróleo barato. Haber llegado a él significa que en adelante extraer hidrocarburos demandará mayores inversiones, por lo que su precio aumentará y se trasladará a toda la cadena de producción y consumo; además del incremento de los riesgos ambientales, ya que se avanza en yacimientos ubicados en aguas profundas o en ecosistemas continentales muy delicados, fuentes de biodiversidad. (En el marco del concepto de desarrollo vigente, basado en la acumulación, la muletilla de la existencia de avances tecnológicos que disminuyen esos riesgos, los controles estatales y el compromiso ambiental de las empresas, se desvanecen ante catástrofes como el hundimiento de la plataforma de British Petroleum en el Golfo de México.)

4 de julio de 2012

III.Afianzamiento de la correlación de fuerzas contra la democracia o autodeterminación de los pueblos mediante la seguridad jurídica o intervención de gobiernos-estados que implica criminalización de la protesta social y Ley Antiterrorista


PRONUNCIAMIENTO SOBRE 
EL CONFLICTO DE CAJAMARCA DESDE EL SUR
Se sigue dividiendo al país. Por la defensa de la vida: alto a la violencia en CAJAMARCA 
Frente a los hechos de violencia suscitados el día de hoy, 03 de julio del  2012, en la provincia  hermana  de Celendín, Cajamarca, que dejó como  saldo la lamentable  pérdida de vidas humanas  y una gran cantidad de  heridos tanto de la población civil como de la policía; las organizaciones  sociales e instituciones  de Cusco y  Apurimac  abajo firmantes y las  organizaciones nacionales también presentes, FEMUCARINAP y CONACAMI, expresamos: 
1. Como es   de  conocimiento público desde hace seis meses  aproximadamente, la región Cajamarca ha venido desarrollando de  manera organizada y pacífica  una protesta por la defensa del  derecho al agua, frente a la amenaza que representa el Proyecto  minero Conga  el que  consideran pretende imponerse, a cualquier  costo,  desconociendo la voluntad y los acuerdos de las  organizaciones y autoridades de esta región. 
2. Estos hechos lamentables y dramáticos que enlutan a familias  peruanas y al país, nos recuerdan sucesos y tiempos que creíamos  superados, en donde proyectos de Empresas Transnacionales se  imponen sobre la vida humana, como la tragedia de Bagua, el  reciente conflicto de Espinar, entre otros.  
3. Creemos que ningún proyecto de desarrollo, por más  beneficioso  que parezca, puede llevarse a cabo en contra de la voluntad de los  pueblos. Este no es problema sólo de políticos y grandes empresas.  Es un problema que atañe a todas las peruanas y peruanos. 
4. Lamentamos que esto se presente en un Estado democrático y de  derecho y nos solidarizamos con las familias afectadas, con los  pueblos agraviados y con la región Cajamarca. 
5. Denunciamos que esta forma de intervención del Estado, se esta  convirtiendo en una práctica recurrente para encarar los conflictos socio-ambientales que implica la violación de los derechos  fundamentales. 
6. Alertamos que  la declaratoria de estado de emergencia y de un  conjunto de medidas, tales como, el incremento de efectivos  policiales y militares en la zona, podría agudizar el conflicto  dificultando una solución constructiva, dialogada y evitar la pérdida de más vidas humanas. 
7. Exigimos el cese inmediato de la violencia, la generación de  condiciones para el establecimiento de un proceso real de diálogo y el cese de la persecución a líderes y dirigentes sociales. Así como  una exhaustiva investigación que determine las responsabilidades y  sanciones correspondientes sobre los hechos de violencia en  Celendín. 
8. Llamamos a todos los peruanos y peruanas a reafirmar la defensa  de la vida como principio fundamental, a las organizaciones sociales  e instituciones que trabajan por el bienestar del país y a la  comunidad internacional a desarrollar acciones que frenen esta  lamentable tendencia a la  vulneración de derechos y actuar todos a  favor de la paz, diálogo, justicia social y defensa de la vida. ¡Ni un muerto más! 

Confederación Nacional de Comunidades del Perú afectadas por la   Minería  (CONACAMI) Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas,  Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FEMUCARINAP) Centro Andino de Estudios Regionales Bartolomé de las Casas  Cusco (CBC) Asociación Arariwa Red de Municipalidades Rurales del Cusco (REMUR Cusco) Centro Andino de Educación y Promoción José María Arguedas  (CADEP JMA)Red Muqui Sur CEPRODER Apurímac Asociación Tarpurisunchis Centro para el Desarrollo Humano CDH Apurímac CooperAción CODECC (Coordinadora Departamental de Defensorías  Comunitarias de Cusco) Federación de Mujeres de la Región de Apurímac (FEMURA) Federación de Regidoras de la Región de Apurímac (ARERA) Programa de Democracia y Transformación Global (PDTG) 

Por favor responder a Jaime Borda: jaime_borda@yahoo.es
Jaime Cesar Borda Pari
Vicaria de Solidaridad - Sicuani
Telf. 084 - 351356 - oficina
Cel. 953975035
RPM: #953975035


1 de julio de 2012

II. Afianzamiento de la correlación de fuerzas contra la democracia o autodeterminación de los pueblos mediante la doctrina de la “seguridad ciudadana”


Ciudad securitaria, policialización y violencia soberana
Por Sergio Job, Mercedes Ferrero y Noelia Feldmann (Rebelión)


“La ciudad cesa de lucir la vestimenta del `espacio público´ y se transforma en un aparato de captura y vigilancia de las poblaciones observables a distancia” (De Giorgi, 2006). Con esta frase el autor comienza a delinear la gubernamentalidad biopolítica: una forma del poder asociada a la regulación de los cuerpos y las cosas en el espacio y, por lo tanto, del espacio mismo. Ese control social produce una morfología del espacio1 que hemos dado en llamar ciudad securitaria. En ella opera un dispositivo de seguridad -signado en este tiempo por la doctrina de la “seguridad ciudadana”- que abre paso a la dinámica y planificación de las políticas desde un abordaje territorial, introduciendo la perspectiva de la “geoprevención” (Hernando Sanz, 2008). Esta idea se centra en el concepto de riesgo y, por tanto, focaliza en la producción de políticas preventivas y en una territorialización de las mismas; siendo necesario el desarrollo de un saber penal que permita identificar con claridad al enemigo y localizarlo en el mapa, a la vez que entrecruzar estrategias de control de diversa índole.
La lectura desde este paradigma de la seguridad ciudadana redunda en el uso de herramientas altamente tecnificadas de vigilancia y control social que, en primera instancia, parecieran no requerir de un aparato policial que intervenga en forma permanente sobre el espacio, sino más bien que se concentre en el desarrollo de un saber penal criminológico que abone en la “prevención temprana del delito”. Sin embargo, la ciudad securitaria implica una transformación profunda en sus dispositivos y disposiciones. 

I. Afianzamiento de la correlación de fuerzas contra la democracia o autodeterminación de los pueblos mediante la militarización de las fuerzas de seguridad y el refuerzo del estado de excepción de las cárceles con ocupación de las barriadas pobres


Motín en el órgano de represión del Estado
Por María Galindo (Rebelión)

Si te roban la policía no te sirve, si te violan la policía te re-victimiza, si eres niño de la calle la policía te criminaliza, si eres puta la policía te extorsiona, si eres grafitera la policía te reprime, si eres pobre la policía no te atiende, si quien cometió delito contra ti tiene dinero o poder la policía le vende tu caso por unos pesos. Si tienes problemas de violencia machista, la policía te mandara conciliar y si por violencia machista te matan, como ya estas muerta la policía no recabara pruebas, ni hará investigación ninguna porque seguramente eres una mujer pobre. A título de lucha contra la trata de mujeres la policía entra a patadas a los prostíbulos a hostigar a las mujeres en situación de prostitución y cuando encuentran una menor la sacan como a una delincuente exponiéndola a la más cruel de las intimidaciones.
A pesar de todo esto la policía tiene un tremendo arraigo en la población boliviana porque los policías son sus hijos, sus hermanos y sus padres. El vínculo entre policía y sociedad no es un vínculo profesional sino una especie de parentesco, toda familia pobre aspira a tener un policía y la magia del uniforme seduce a hombres y mujeres como se les diera dignidad, poder relevancia social.
Sin embargo, cuando la policía es efectiva es cuando de reprimir la rebeldía social se trata, cuando se trata de reprimir la protesta social y cuando de cuidar al gobierno de turno se trata. La policía es un órgano de represión del estado. Por eso cada uno de los comandantes nombrados por el gobierno han sido premios a la represión policial, Farfán premiado por la represión en Caranavi y Maldonado premiado por la represión en Chaparina. La Policía es también parte de la estética del poder.