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15 de noviembre de 2010

El mandato de «el modelo K a profundizar» requiere debate público para que no conduzca a reforzar los intereses antipopulares

Cualquier restricción a la crítica es el fin del debate público* por Alberto Acosta** (Rebelión)
El momento que estamos viviendo es crucial. Hay muchas razones para sostener esta afirmación. No hace mucho tiempo, luchábamos en contra del neoliberalismo, nos enfrentábamos a la deuda externa y sus consecuencias, nos movilizábamos en contra del TLC y del ALCA. Nos parecía casi imposible sacar a las tropas norteamericanas de la Base de Manta. Hoy estamos discutiendo democráticamente sobre democracia, sobre participación y sobre socialismo. Hay propuestas de integración de nuevo cuño como la UNASUR, el ALBA o la misma arquitectura financiera regional.
Rescatemos el momento histórico, valorémoslo con sus puntos positivos y sus contradicciones. Sólo así podremos definir hacia dónde caminar. Este momento habría sido impensable sin el acumulado histórico de las luchas de los pueblos de América Latina, empeñados en transformar el mundo. Nuestros gobernantes no son los únicos ni los principales portadores de las propuestas de cambios revolucionarios que caminan por nuestra América. Estas propuestas surgen y se nutren de las marchas de cientos de miles de mujeres y hombres, indígenas, negros, mestizos, jóvenes, estudiantes, trabajadores, campesinos, maestros, jubilados, emigrantes, ecologistas, amas de casa, empleados, profesionales, comunicadores sociales, artesanos, pescadores, artistas, investigadores, empresarios. Esa valiosa memoria, acumulada en tantas jornadas de lucha popular, se ha transformado y transforma permanentemente en nuevos escenarios de lucha y en nuevas conquistas sociales.
En ese sentido, es importante rescatar que esta lucha histórica ha sido plural y diversa. No hay una sola lucha, ni una sola orientación, ni una sola dirección. Por lo tanto, los gobernantes de los países progresistas no pueden asumirse como “relámpagos en cielo despejado”. Las nubes de las cuales ellos emergen ya estaban cargadas con estas luchas. La mayoría de nuestros gobernantes, lamentablemente, no acaba de entender la realidad.

Quisiera complementar una verdad expresada por Boaventura de Sousa Santos. Él manifiesta que los gobiernos progresistas corren un enorme riesgo si no logran resolver la ecuación entre adversarios inteligentes y aliados insensatos. Eso es muy cierto. Pero mayor es el riesgo que corren los procesos de cambio en la región por causa de gobernantes insensatos que no buscan establecer los vínculos y las alianzas con aquellos movimientos populares que han permitido hacer caminar la historia. Es un error histórico no buscar acuerdos programáticos amplios con dichas fuerzas sociales, que permitieron construir el momento presente. Esa incapacidad para construir colectivamente un escenario de expectativas compartidas puede transformarse en una trampa insalvable para estos procesos renovadores. Y lo será aún más en la medida que dichos gobernantes redoblan sus esfuerzos para debilitar a los movimientos sociales, particularmente al movimiento indígena. Me pregunto cómo puede ser posible que se confunda al movimiento indígena o al movimiento sindical con grupos corporativistas que defienden sus particulares y mezquinos intereses. Por lo tanto, es errado mirar sólo los peligros y las acechanzas fuera de estos procesos, cuando muchas veces son mayores los riesgos y las amenazas dentro de los mismos procesos de cambio.
De plano expreso mi desacuerdo con aquel membrete del “socialismo del siglo XXI”. No me gusta, no lo entiendo, no lo puedo aceptar con facilidad. Repensar el socialismo no pasa por ignorar el fracaso del socialismo realmente existente. Pero, con el cuento de repensar el socialismo, no se pueden negar sus orígenes y sus luchas, preferentemente sus grandes objetivos para construir una sociedad de justicia, de paz, de bienestar para todos los seres humanos. Por más dolorosas que hayan sido algunas vivencias del socialismo realmente existente, no podemos negar en ningún momento su herencia pesada y compleja, a la vez que esperanzadora. (…)
Lo esencial es rescatar del socialismo todo lo que tiene que ver en tanto opción revolucionaria, con opción liberadora, con opción de justicia social, un tema siempre presente en nuestras luchas. Las inequidades, en plural, tienen que ser superadas.
Las equidades tendrían que venir como resultado de un proceso que reduzca, dinámica y solidariamente, las desigualdades e inequidades existentes. Desde esta perspectiva, no debe propiciarse simplemente la redistribución por la redistribución, sino proponer transformar a la equidad socioeconómica en un sostén del aparato productivo y en un revitalizador cultural de la sociedad. Las desigualdades y inequidades, no lo olvidemos, terminan por conculcar los derechos ciudadanos y por minar las bases de la democracia. Y esta limitación agudiza, a su vez, las inequidades y las desigualdades, en tanto estas asoman en la base de la violación de los derechos.
Una de las primeras inequidades más discutidas hasta ahora tiene que ver con la explotación de la mano de obra, que provoca la pobreza y la miseria. Enfrentar esa inequidad plantea respuestas que afecten la concentración de la riqueza y no simplemente políticas sociales muchas veces asistencialistas. Si no se afecta la creciente concentración de la riqueza y del ingreso, no habrá equidad socioeconómica. (...)
Para concluir, quisiera dejar plantadas tres conclusiones:
1. La primera: no es el momento de reclamar modelos. “¿Dónde está el modelo?” “¿Dónde está la receta?” Me resisto a construir modelos. Bien sabemos que detrás de los modelos aparecen los manuales. Y con los manuales se termina por castrar la creatividad. Todavía tengo en mi casa un par de manuales de la época anterior a la caída del Muro de Berlín, por ejemplo el manual de Economía Política de Nikitin, que supuestamente nos resolvía todos los problemas. En realidad no entendíamos ni los problemas, ni las preguntas, por lo que no podíamos construir respuestas propias a nuestros problemas. Vivíamos del espejismo de los modelos, con estructurales limitaciones para pensar y, por cierto, para actuar.
2. En segundo lugar, me parece a mí que es fundamental ser críticos con nuestros procesos de cambio. No dejar espacio alguno a la consolidación de la ética del “poder por el poder”. No existe justificativo para quedarnos callados cuando nuestros gobernantes atropellan el mandato popular y dan marcha atrás en los procesos de cambio, cuando toleran la corrupción, cuando alientan el autoritarismo… Esto vale para cualquiera de nuestros países.
El mejor mensaje que me llevo de esta reunión es el de Jörn Schutrumpf: Cualquier restricción a la crítica es el fin del debate público, es el fin de la democracia y es el fin de la revolución”. Por lo tanto, no me pidan nunca que no sea crítico.
3. Y por último, recogiendo el mensaje tan aleccionador de Rosa Luxemburgo, creo que hay que dar paso al debate público, al control social, a la transparencia, en todos los espacios de la vida pública. Hago mías sus palabras:
“La libertad sólo para los que apoyan al gobierno o sólo para los miembros de un partido, por numerosos que sean, no es libertad. La libertad siempre es libertad para los que piensan de manera diferente. De eso depende todo lo instructivo, saludable y purificante de la libertad política; su efectividad desaparece tan pronto como la libertad se convierte en privilegio”.
Recordemos que la nuestra es una lucha plural por la liberación, la justicia y las equidades***.
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*Texto publicado en el libro “Democracia, participación y socialismo”
**Alberto Acosta es economista y ex presidente de la Asamblea Constituyente del Ecuador. Fue el primer ministro de energía y minas del gobierno de Rafael Correa. Es uno de los iniciadores de la campaña para dejar el crudo en tierra en el Parque Nacional Yasuní, en la Amazonía ecuatoriana. Ha asesorado a organizaciones sociales y fue editorialista en varios medios de comunicación. También ha realizado actividades en el campo del desarrollo. Actualmente es profesor-investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Últimamente ha publicado “La maldición de la abundancia” (ediciones Abya Yala 2009).
***En el libro se encuentran las presentaciones de Boaventura de Sousa Santos, Marta Harnecker, Carlos Gaviria, Aurelio Alonso, Raúl Prada, Oscar Vega Camacho Alejandro Moreano, Delfín Tenesaca, Alexandra Ocles, Miriam Lang, Jörn Schutrumpf, Klaus Meschkat, Monika Runge, Isabel Domínguez, Andrés Antillano, Julio Chávez, Yanahir Reyes, Alberto Acosta.
Fuente: http://www.rebelion.org/ Opinión/ 15-11-2010

El genocidio del pueblo de Haití con participación de tropas argentinas, exige aclarar hacia qué militares y Patria Grande tiende el modelo K

Haití: ¿Epidemia o limpieza étnica? De la catástrofe al genocidio por Carlos Medina Viglielm (especial para ARGENPRESS.info)
Las muertes en Haití a consecuencia de la epidemia de cólera se acercan rápidamente (o ya han sobrepasado), los mil casos. El mundo hace cálculos sobre la posible cantidad de muertes a partir del número de contagiados y, no mucho más.
Acosados por la premura y la falta de condiciones mínimas hospitalarias, o directamente a la cruda intemperie, los brigadistas médicos desplazados en el castigado país, entre ellos los cubanos, primeros en llegar, hacen lo que pueden.
Hace pocos días se celebró en Montevideo un encuentro de solidaridad con Haití, bajo la consigna "Ayuda humanitaria sí, tropas no". El encuentro se llevó a cabo durante los días 8 y 9 de los corrientes, fue convocado por la central única obrera uruguaya PIT-CNT y la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU). Representando al pueblo haitiano asistió Henry Boisrolin (Coordinador del Comité Democrático haitiano) y por la organización Médicos del Mundo, cooperante en Haití, el médico argentino Gonzalo Basile.
Los testimonios aportados tanto por Boisrolin como por el Dr. Basile, dejaron -para vergüenza de los asistentes al encuentro-, las verdaderas razones de lo que no es otra cosa que una ocupación militar. Haití es simplemente un nuevo portaviones al servicio de los intereses guerreristas del Pentágono. En el encuentro quedó claramente establecida la absoluta inutilidad e incompatibilidad, desde el punto de vista de la ayuda humanitaria, que significan las fuerzas militares desplazadas en Haití y que están supuestamente dirigidas por militares brasileños. Esas fuerzas militares de ocupación, entre las que se encuentrasn más de 1100 soldados y oficiales uruguayos, son la nueva actividad que desempeñan en Latinoamérica y el Caribe, en este caso en Haití, los ejércitos que no hace muchos años, oficiaron de ejércitos de ocupación en sus propios países.
Quedó establecido, contra los argumentos que da el gobierno uruguayo al aprobar la extensión por un año de la permanencia de tropas uruguayas en Haití, que el contingente militar internacional desplazado en ese país, no es otra cosa que la tercerización de una ocupación militar, al servicio de los intereses hegemónicos de los Estados Unidos de Norteamérica.

En una entrevista concedida al programa "Resonando", que se emite en Montevideo por CX40 Radio Fénix (en AM) dijo Henry Boisrolin: "Nosotros (los haitianos), entendemos que la presencia de la MINUSTAH (Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití) donde participan tropas brasileras, argentinas, uruguayas, chilenas, etc. representan una violación de la soberania de nuestro pueblo y una violación al principio de audeterminación del pueblo haitiano".
"Consideramos que la MINUSTAH entonces es una fuerza de ocupación y los hechos son muy claros, han violado a nuestras niñas y mujeres, un soldado de ellos consume lo que consumen 5 haitianos, no supieron prevenir absolutamente nada con los huracanes, las inundaciones, en el terremoto demostraron una total ineficacia, durante y después".

CX40.- Y entonces ¿para qué están?
Henry - "Yo creo que Haití políticamente hablando es un país donde las clases dominantes haitianas han perdido el control, no pueden ganar elecciones y es un país donde los EEUU no pueden dejar que las cosas sigan su curso y terminen en un alzamiento popular, un levantamiento que termine en la construcción de un poder popular. No hay que olvidar que geopolíticamente hablando Haití es el país más próximo a Cuba, 77 kms nos separan. Haití comparte la misma isla con la República Dominicana, estamos a minutos de vuelo de Puerto Rico y de Jamaica. Entonces ellos inventaron en el año 2004 lo que nosotros llamamos la tercerización del imperialismo, retiraron sus tropas y propusieron mandar tropas de otros países pero comandadas esta vez por Brasil".
(...) "Aristide es un populista que traicionó pero que mantenía ciertos vaivenes, no era una carta segura para la política norteamericana, incluso le cobraron a él los discursos incendiarios que hacía al principio cuando él era adepto a la teología de la liberación (porque era un cura salesiano) entonces hubo muchos disturbios, movilizaciones pidiendo la renuncia de Aristide y un levantamiento armado organizado por norteamericanos y fundamentalmente las clases dominantes haitianas con ex de la milicia de Duvalier y ex militares, los organizaron, los armaron en la república dominicana, cruzaron la frontera y empezaron a tomar algunas ciudades pero igual se dieron cuenta que esas fuerzas no eran suficientes para derrocar a Aristide entonces un comando militar norteamericano entró y lo secuestró; por lo menos es la declaración que hizo Aristide y los EEUU dijeron que no es cierto.
"Cuando la CARICOM (Comunidad Caribeña) y algunos otros presidentes pidieron una investigación, los norteamericanos se opusieron; entonces lo que queda en pie es la acusación que hizo Aristide y horas después desembarcaron norteamericanos, canadienses y franceses ocupando Haití pero acuérdense que en aquel momento estaban con lo de Irak, entonces ellos necesitaban concentrar fuerzas en la otra parte e idearon esto, un nuevo plan, cómo administrar una nueva crisis y creando un precedente peligroso, eso que los gobiernos que aceptaron mandar esto tienen que tener claro si eso tiene éxito en Haití entonces puede ocurrir en cualquier otra parte, bajo cualquier otro pretexto; por supuesto las condiciones de las comparaciones que estoy haciendo, yo no hago comparaciones para demostrar, las comparaciones sirven para ilustrar. Yo estoy diciendo que han creado un precedente demasiado peligroso para el futuro de los pueblos latinoamericanos, sobretodo en un momento donde hay vientos de cambio que empiezan a soplar fuertemente en Venezuela, Ecuador, Bolivia, entonces hay que tener eso en cuenta".
El gobierno uruguayo (Tabaré Vázquez primero y José Mujica después) fue uno de los que aceptó la propuesta norteamericana. El senador Eleuterio Fernández Huidobro, uno de los ex líderes máximos del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, aseguró a la prensa, al ser preguntado, que en realidad, el envio de tropas a Haití era una "acción antiimperialista".
La "solidaridad" del gobierno uruguayo para con Haití tiene todavía un ribete inexplicable. Los más de 1100 soldados y oficiales enviados cuentan, para su uso, con dos potabilizadoras de agua de fabricación uruguaya. Luego se enviaron otras dos, para dar abastecimiento a la población. Esas dos centrales portátiles potabilizadoras, fueron entregadas en Haití para su administración a una empresa (DINEPA), con la condición de que la misma suministrara agua en forma gratuita durante un año. Noticia 1: en medio de la epidemia de cólera esas dos potabilizadoras están sin utilizar. Seguramente la empresa adjudicataria, está esperando que se cumpla el año para poder cobrar por el suministro. Noticia 2: el gobierno uruguayo dice no poder hacer nada al respecto.
Las fuerzas armadas uruguayas, como la mayoría de las fuerzas armadas del continente, han tenido y tienen entre sus filas oficiales formados ideológicamente (más que militarmente), en la tristemente célebre Escuela de las Américas. Los militares uruguayos han dado muestras de sobra respecto a su concecuencia ideológica y no solo eso. El actual jefe del ejército, el general Jorge Washington Rosales, ha defendido públicamente tanto la continuidad del pensamiento de los militares, con respecto a lo militares golpistas, como la "honorabilidad" de aquÉllos que hoy persigue la justicia.
Hace pocos días y por primera vez, la justicia uruguaya condenó a prisión a un general en actividad, el general Miguel Dalmao, segundo jerarca militar del Uruguay, jefe de la división Ejército IV, por el asesinato en la tortura en 1974, a la joven militante comunista Nibia Sabalsagaray.
La debilidad (¿o complicidad?) del gobierno de José Mujica quedó nuevamente al descubierto. El reo no fue llevado a prisión sino que "por ahora" (según el ministro de Defensa Luis Rosadilla, ex integrante como Mujica del MLN tupamaros), a una residencia dentro del Club de Oficiales del cuerpo de Coraceros de la Policía.
Los militares uruguayos seguirán respondiendo a sus mandos "naturales" en el Pentágono. Las FFAA uruguayas no fueron enviadas al banquillo de los acusados sino al banco de reserva, para entrar a "la cancha" donde y cuando "el entrenador" disponga.
Haití, la cuna de la revolución libertadora en el continente se desangra. Pocos recuerdan el hecho de que los haitianos fueron los primeros en celebrar el 200 aniversario de su liberación del poder colonial (1804). Y menos aún conocen que el Gran Libertador Simón Bolívar, triunfó en su campaña en gran medida, gracias a la ayuda que le brindaron los haitianos no solo en armas y dinero, sino en consejos ideológicos.
Es muy posible que esas sean, más allá de su conocido racismo, dos de las principales razones del desprecio y el encono con que el imperio trata a los haitianos. Todo el mundo recuerda (25/1/2010), cuando llegaron los 20 mil soldados yankis después del terremoto, masticando goma y con cara de tabla, para desalojar a punta de fusil a los periodistas internacionales que ocupaban el aeropuerto. No llevaron hospitales: llevaron tanques y helicópteros.
La ocupación militar en Haití, es hoy reponsable de las terribles consecuencias que está dejando la epidemia de cólera (de dudoso origen) y que debiera considerarse lisa y llanamente como genocidio o limpieza étnica. El próximo paso será, el próximo 28 de noviembre, la realización de elecciones presidenciales y legislativas bajo el estricto control de las fuerzas de ocupación. Los candidatos ya están elegidos.
Fuente: http://www.argenpress.info/2010/11/haiti-epidemia-o-limpieza-etnica-de-la.html


El G-20 y el creciente dominio de transnacionales sobre Argentina

¿Qué nos deja la cumbre del G20 en Corea? Por: Julio C. Gambina
Terminó la reunión del G20 en Seúl y tal como se esperaba, sin muchas precisiones con capacidad de incidir en la marcha de la economía mundial y sí, con incertidumbres sobre el futuro inmediato ante el desorden generado por la crisis mundial, que vuelve a ser amenazada por una sucesión de crisis nacionales que cambian periódicamente de escenarios, desde EEUU a Europa y viceversa.
Ahora la novedad es Irlanda y en cualquier momento reaparecen en la escena de la crisis, España, Portugal o Italia, pero el resultado electoral negativo para los demócratas en EEUU puede deparar novedades de recidiva de la crisis en la primera economía del mundo.
La realidad es que el desorden está manifestado en la contradicción que surge de políticas nacionales aplicadas por los gobiernos para intentar erradicar los efectos de la crisis en sus territorios y una crisis que tiene dimensiones sistémicas, integrales, que no admite paliativos parciales, locales, nacionales. En realidad, desafía a pensar en un nuevo orden económico y financiero mundial que, por los resultados concretos de las deliberaciones del cónclave reunido en Corea del Sur, no da para expectativas esperanzadoras.

{{¿Países emergentes al poder mundial?}}
_ Algunos imaginan la emergencia de una nueva realidad del poder mundial por el surgimiento de nuevos actores económicos y políticos en la escena mundial, entre ellos los llamados, BRIC. Hay razones para pensarlo, ya que China acredita un crecimiento acumulativo del orden del 10% por tres décadas y se posicionó como segunda potencia mundial, aún lejos del poder de EEUU, pero en expansión. La India también muestra un ritmo de crecimiento importante, aunque debe admitirse, en ambos casos, China e India muestran esos niveles de expansión económico beneficiadas por el arribo de inversiones externas, principalmente de EEUU, con lo cual, más allá de los avances en el ranking económico de las naciones, lo que importa es un proceso creciente de transnacionalización de la economía mundial.
Lo que queremos decir es que más que el peso de las naciones en la generación de riquezas, lo que importa es la movilidad del capital superando los límites fronterizos para realizar sus objetivos de obtención de ganancias para ampliar la dinámica de la acumulación y valorización de capitales, con lo cual se resuelve la dominación en el capitalismo, sea económica, política o cultural.

No se trata de un tema menor a la hora de considerar lo que ocurre en la Argentina, ya que más allá de la menguada credibilidad de los datos ofrecidos por el INDEC, lo cierto es que la extranjerización es creciente en la cúpula empresarial en el país. En un escenario de transnacionalización de la economía, lo que importa es observar lo que ocurre con la valorización de los capitales, mucho más que los datos macroeconómicos. La cuestión pasa por definir quienes son los dueños de la economía, quienes ocupan el lugar dominante en la estructura económica social de un país, por caso la Argentina. El país vuelve al crecimiento en el 2010, pero debemos interrogarnos sobre quienes se apropian de esa evolución, cuál es el destino del excedente que se genera en el capitalismo local, ya que una parte puede ser apropiado por el Estado y contribuir a financiar políticas sociales compensatorias, pero lo que define es la apropiación privada por parte del capital extranjero dominante en la estructura productiva y de servicios local.
La economía estadounidense o europea muestra señales de crisis, con un crecimiento muy importante de la desigualdad. En la región latinoamericana, según la CEPAL, los impactos macroeconómicos de la crisis mundial fueron menores que en los países capitalistas desarrollados, sin embargo, existe un incremento absoluto de la desigualdad. Lo que pretendemos señalar es que más allá de la crisis, lo que crece en el mundo es la desigualdad. Por eso, sin perjuicio de la pérdida de dinamismo de las potencias hegemónicas del capitalismo mundial, EEUU, Europa o Japón; y de la nueva potencialidad emergente de Brasil, Rusia, India o la China, los países llamados BRIC, lo que debe considerarse es la movilidad transnacional del capital para asegurar y viabilizar el proceso de valorización del capital.
{{Importa la liberalización y la valorización transnacional}}
_ En la reunión del G20 parecen confirmarse estas modificaciones en las cuotas nacionales de poder mundial, donde lo esencial continúa siendo la dinámica de los capitales por asegurar la liberalización de la economía, el libre movimiento de los capitales según mande el mercado mundial.
EEUU no pudo imponer regulaciones comerciales o monetarias para favorecer su situación y China aceptó vagos calendarios para adecuar su política nacional a las demandas de otros grandes actores de la economía mundial. ¿Es acaso un empate entre el viejo y el nuevo liderazgo? O mejor debe interpretarse como parte de una negociación política que permite avanzar en los objetivos liberalizadores propuestos por las transnacionales.
Es un tema a considerar en la Argentina, insistimos, cuando más allá de los datos positivos de la macroeconomía, lo que surge es la consolidación de la extranjerización de la estructura económica, en un cuadro de desigualdad social y un modelo productivo que destruye nuestros recursos naturales, los bienes comunes del país.
Buenos Aires, 14 de noviembre de 2010. Fuente: FeTERA Noticias www.feteracta.org.ar feteraorganizacion@yahoo.com.ar