IV MINGA GLOBAL POR LA MADRE TIERRA
12 de octubre del 2011
Minería y crisis del agua
Suramérica representa sólo un 6% de la población mundial, pero tiene el 26% de los recursos hídricos del planeta. Eso convierte a América del Sur en la reserva de agua dulce más importante del globo y en el blanco de la voracidad de los países ricos y las empresas multinacionales. La creciente escasez del agua, su desigual distribución -los países ricos consumen, por término medio 12 veces más agua que los países pobres-, son problemas más que urgentes. El calentamiento global y las actividades mineras alimentan esta crisis que puede llevar a la humanidad a situaciones incontrolables.
La IV Minga Global por la Madre Tierra quiere llamar la atención sobre este problema y ofrecer modelos alternativos al extractivismo. Cada segundo que demoremos en cambiar de rumbo es irrecuperable para la defensa de la vida. Debemos actuar ahora para garantizar un futuro.
El 70% de la superficie de la Tierra está cubierta de agua. Pero del 100% del agua que existe, un 97.5% es salada y sólo un 2.5% es agua dulce. De este último porcentaje el 70% está retenida en casquetes polares o en hielos eternos; un 29.6% está almacenada y sólo un 0.4% está disponible para el consumo humano del planeta.
El sector agrícola es el mayor consumidor de agua con el 65%. Le siguen el sector industrial que requiere del 25% y el consumo doméstico, comercial y de otros servicios urbanos municipales que requieren el 10%. Para el año 2015 el uso industrial alcanzará el 34% a costa de reducir al 58% los volúmenes destinados para riego y al 8% los destinados para otros usos.
El consumo total de agua se ha triplicado desde 1950 sobrepasando los 4,300 km3/año, cifra que equivale al 30% de la dotación renovable del mundo que se puede considerar como estable.
La mayor parte de la población mundial vive en cuencas compartidas, 50 países de los cuatro continentes asientan más de tres cuartas partes del total de su población en las cuencas internacionales; lo que hace que el 47% de la población se encuentre en cuencas compartidas internacionales, 214 cuencas son multinacionales, incluyendo 57 en África, 58 en América, 48 en Europa y 51 en Asia.
El número de habitantes continúa aumentando, rápidamente, pero la tierra no tiene ahora más agua que dos mil años atrás, cuando estaba habitada por menos del 3% de la población actual. La demanda creciente de agua para la agricultura de regadío, el consumo doméstico (municipal) y la industria está imponiendo una dura competencia por la adjudicación de escasos recursos hídricos a las diversas zonas y tipos de uso.
Actualmente 31 países, habitados por menos del 8% de la población mundial, están enfrentando déficit crónicos de agua dulce. Pero para el año 2025 se prevé que 48 países enfrentarán estos déficit, que afectarán a más de 2 mil 800 millones de habitantes, es decir, el 35% de la población mundial proyectada.
Una de cada seis personas en el mundo carece de agua potable, y unas 2,600 millones de personas no tienen siquiera las formas más rudimentarias de saneamiento. La situación empeora ante el calentamiento de la Tierra, que podría tener un efecto devastador en pocas décadas, y llevar a graves sequías en algunas regiones, a inundaciones en otras y a tormentas tropicales intensas.