Argentina, crisis de
la deuda y acuerdo con el FMI: Camino a un nuevo colapso del modelo
20 de septiembre de 2018
Por Carlos Carcione (Rebelión)
El primer acuerdo del gobierno Macri con el FMI duró apenas dos
meses. Solicitado por el gobierno y firmado en junio cuando el Banco Central
argentino demostró su incapacidad para frenar la corrida cambiaria. Los 15.000
millones de dólares, de un total de 50.000, hechos efectivos en ese mes se
evaporaron, aspirados por la
crisis. Para finales de agosto, en medio de una nueva
corrida, la devaluación del peso superaba el 100% en apenas 6 meses, Macri
pidió al Fondo el adelantamiento a 2019 de los desembolsos previstos para el
2020 y, según versiones, como parte de esta negociación, se estaría estudiando
un refuerzo de otros 15.000 millones de dólares para el nuevo programa 1 .
Unos días después, cuando la corrida cambiaria
se había convertido en crisis política, el gobierno anunció nuevas medidas de
ajuste; una reestructuración del organigrama de funcionamiento del gobierno
eliminando la mitad de los ministerios, y el llamado a lo que denomina
“peronismo racional”, expresado en los gobernadores del PJ, a un acuerdo para
aprobar el presupuesto de 2019 que contempla las exigencias del Fondo.
Sobre la base de estas “señales” y con el
fracaso consumado del acuerdo de junio, el FMI aceptó comenzar a negociar un
segundo acuerdo. Al tiempo que la directora general del organismo, Cristine
Lagarde, confesaba en el Financial Times de Londres el 11 de septiembre, su
temor de que las crisis de Argentina y Turquía se convirtieran, vía efecto
contagio, en una nueva crisis mundial de la deuda.
No esta demás señalar que cuando el FMI
todavía pronosticaba un 2018 sin mayores sobresaltos en la economía mundial,
nosotros, desde anticapitalistas en red, alertamos sobre la posibilidad de un
nuevo capítulo de la crisis internacional empujado por la inminente crisis de
la deuda y la guerra comercial de Trump 2 .
Que estamos atravesando una “tormenta”, que el
país ha vivido por por encima de sus posibilidades, que el déficit fiscal, que
los subsidios, que la sequía, la falta de confianza, o la mala comunicación del
plan, etcétera. Estas son algunas de las explicaciones de Perogrullo que desde
el gobierno ensayan como causas locales de la actual crisis, además del
impacto, ese si indudable, de la crisis capitalista mundial.
Sin embargo ninguna de estas explicaciones
puede revelar por qué el acuerdo con el FMI de junio pasado, que incluye el
mayor desembolso de la historia del organismo, ha fracasado en apenas 2 meses y
es necesario renegociarlo. Las preguntas que hay que contestar son dos. La
primera es develar las causas de fondo, estructurales, de las crisis
recurrentes del capitalismo dependiente argentino. Y la otra es si la política
económica del macrismo, independientemente de su claro carácter antiobrero,
antipopular y antinacional, apunta a corregir o por el contrario profundizará
esas causas estructurales, desembocando en un nuevo colapso.
Un patrón de acumulación basado en la
fuga de capitales
Desde la quiebra del modelo de sustitución de
importaciones a finales de la década de los 60 del siglo pasado, la elite
dominante en el país buscó un nuevo patrón de acumulación de capital rompiendo
la lógica de lareproducción ampliada 3 .
Lo encuentra recién a mediados de los 70 con la dictadura militar y el plan
económico de Martínez de Hoz, estimulado por el FMI y los capitales
internacionales. Desde entonces hay una constante en la economía argentina: la fuga de capitales .
En varios estudios a lo largo de la última
década, pero sobre todo en los realizados por el equipo de investigadores que
encabeza Jorge Gaggero del CEFIDAR, se aportan importantes datos que son útiles
para entender cómo funciona, desde entonces, el patrón de acumulación de las
elites locales. En uno de ellos publicado en el 2010, por ejemplo, señala que:
En 1974 la deuda externa era de US$ 7600
millones, y el capital fugado era prácticamente la mitad, US$ 3800 millones. En 1982 las cifras eran US$ 44.000 y US$
34.000 millones, respectivamente. En 1989la
deuda era de US$ 65.000 millones y los capitales fugados llegaban a US$53.000
millones. A fines de 2001 la deuda era de US$ 140.000
millones y lo fugado US$ 138.000 millones.
Esta dinámica continúa durante todo el periodo
kirchnerista y por su puesto se mantiene en la actualidad. Un
ejemplo de ello es que la información brindada por el Banco Central para el
primer semestre de este año para la cuenta Formación de Activos Externos de
Residentes (un eufemismo para la fuga) muestra que esta fue un 117 % superior a
la del mismo periodo del año anterior, llegando a los 16.676 millones de
dólares 4 .
Teniendo en cuenta que ha seguido de esa manera, es indudable que se
establecerá un nuevo record histórico de Fuga de Capitales.
Es importante señalar también que el acumulado
de los bienes de argentinos en el extranjero bordean según fuentes citadas por
Gaggero los 400.000 millones de dólares hasta el año 2014 5 .
Lo que permite afirmar que en la actualidad es muy superior, sobre todo
teniendo en cuenta que el mismo informe del Banco Central citado arriba,
muestra que en los dos últimos años, es decir el periodo Macri, la fuga supera
largamente los 50.000 millones de dólares.
De todas maneras es importante destacar, como
lo hace la investigadora de la UBA Magdalena Rua , que se desarrollaron dos
maneras de alimentar esta fuga. Afirma Rua que durante el periodo kirchnerista,
a pesar de haber descendido la relación Deuda –PBI, la fuga no se interrumpió,
por el contrario se mantuvo en niveles similares a los actuales, pero financiada
esencialmente por los superávit que el extraordinario periodo de precios
internacionales de los cereales generó 6 .
En síntesis, financiada por deuda externa
durante gran parte de las últimas cuatro décadas o por el superávit de cuenta
corriente como ocurrió en una parte del periodo kirchnerista 7 ,
el patrón de acumulación de la burguesía local no se asienta en la reinversión
productiva de los excedentes logrados en la producción y por la explotación del
trabajo o por el diferencial obtenido por los precios extraordinarios de los
comodities exportados (plusvalía extraída o renta agraria obtenidas), sino en
la búsqueda de una valorización financiera de ese excedente vía fuga de
capitales. Esto muestra al pasar, la íntima relación de los grandes grupos
económicos locales con el capital financiero internacional y sus definidos
rasgos mafiosos, especulativos y parasitarios.
Endeudamiento creciente, especulación y
ajuste permanente, las herramientas del saqueo
En un artículo del 1 de enero de 2018 en el
periódico El País de España 8 se
afirmaba que a pesar de que la deuda argentina había crecido un 35% durante los
dos años de mandato de Macri hasta entonces, ubicándose en los 342.000 millones
de dólares para diciembre de 2017, señalaba que el consenso general (entre los
funcionarios e inversores) era que esa deuda era sostenible en el tiempo. Para
entonces la relación
Deuda /PBI se ubicaba alrededor del 54%.
Apenas meses después Argentina debe recurrir
al crédito más importante en la historia del FMI para no caer en la cesación de
pagos y cumplir con el servicio de esa deuda que, en enero para El País era “sostenible”. Si una parte de las
causas de esta situación se debe buscar en la evolución de la crisis económica
internacional, las causas locales inmediatas, más allá de las estructurales que
señalamos más arriba, tienen que ver con la política económica específica que
desarrollo el macrismo desde el mismo momento de su asunción al gobierno. La
liberación del tipo y las operaciones de cambio, la desregulación financiera,
la eliminación de las retenciones para el agro y la minería, el aumento de la
base imponible para el impuesto a las ganancias, y el pago de la deuda
contraída por el gobierno De la Rúa a los fondos buitres, pago que estaba
suspendido desde finales de 2001, entre otras, no lograron atraer las tan
propagandizadas “inversiones de capitales” que vendrían al país cuando nos
“abriéramos al mundo”. Pero si alimentaron un flujo de capital especulativo de
cortísimo plazo. Cuando esos capitales especulativos comenzaron a desprenderse
de los títulos y bonos en pesos del gobierno y pasarse a dólares para realizar
una ganancia obscena obtenida por esa especulación, la burbuja de las LEBAC y
otros instrumentos financieros especulativos estalló.
Por otra parte el llamado “ajuste en dos
tiempos”, o “gradualismo”, en el ajuste neoliberal que se propuso al inicio del
gobierno Macri y que duró hasta el inicio de la corrida, fracasó. El síntoma
más claro del fracaso fue frente a la ofensiva del gobierno en diciembre pasado
por imponer la reforma de la seguridad social y la reforma laboral, el fuerte
rechazo del movimiento de masas impidió la segunda y llevó a que no se pudiera
llevar el ajuste hasta donde pretendía Macri. Porque La eliminación de
subsidios, el ataque al salario, el crecimiento de los despidos y del
desempleo, la disparada inflacionaria, la recesión económica, similar en
números de caída de producción y consumo al 2001, aunque brutales para la
población, son insuficientes para encontrar el camino hacia el “país normal”
que Macri le prometió a las Elites del país y extranjeras. Por eso a cada nuevo
acuerdo con el Fondo sigue una nueva ronda de ajustes.
Frente a esta situación y al estallido de la
burbuja especulativa 9 ,
sobrevino una nueva crisis de la deuda en el país. Los números son
contundentes: A pesar del “apoyo” del FMI y de que, durante 2018 se pagarán en
total algo más de 78.000 millones de dólares de deuda, el stock total de deuda
al contrario de reducirse, aumentará, pasando de los 342.000 millones de
dólares de finales de 2017 a
superar los 390.000 millones a finales de 2018 (ver números actuales en
Observatorio Fiscal) 10 .
Y la deuda habrá pasado del 54% del PBI a representar a fines de 2018 un 107%
del mismo como señalan los propios consultores burgueses 11 .
Entramos como en oportunidades anteriores, en
una dinámica de grandes confrontaciones para definir ganadores y perdedores de
esta crisis. Para evitar que se consolide un nuevo saqueo hacia el pueblo, los
trabajadores y el país, las grandes mayorías que viven de su trabajo deben
enfrentar con su movilización este pacto de Macri con el FMI y derrotarlo. La
alternativa vuelve a ser: nuevo colapso del capitalismo dependiente argentino o
modelo alternativo anticapitalista.
Notas:
1 Necesitamos
Refuerzos http://www.eleconomista.com.ar/2018-09-necesitamos-refuerzos/
2 Deuda
y Guerra Comercial: hacia un nuevo capítulo de la crisis económica mundialhttps://anticapitalistasenred.org/2018/06/30/deuda-y-guerra-comercial-hacia-un-nuevo-capitulo-de-la-crisis-economica-mundial-2/
3 Carlos
Marx, Acumulación y Reproducción Ampliada El Capital, libro 2do. Capítulo 1
4 Fuga
de capitales primer semestre de 2018 Ámbito Financiero con datos del BCRAhttp://www.ambito.com/928345-la-fuga-de-capitales-se-duplico-en-el-primer-semestre-alcanzo-los-us-16676-millones
5 CEFIDAR https://www.cronista.com/finanzasmercados/El-dinero-que-se-fue-Calculan-que-la-fuga-de-capitales-llega-hasta-us-374.000-millones-20140711-0063.html
6 Fuga
de capitales y su impacto en el desequilibrio externo http://www.radiografica.org.ar/2018/04/29/fuga-de-capitales-su-impacto-en-el-desequilibro-externo/
7 Hay
estudios que demuestran en base a números oficiales que durante el periodo
Kirchner, el aumento en la producción se basó esencialmente en la utilización
de la capacidad instalada y no en la ampliación de la capacidad productiva. En
algunas ramas como petroquímica y otras, hubo inversión productiva, el resto
del aumento de la inversión en ese periodo se explica por la ampliación de la
capacidad de almacenamiento.
8 El
País España, La deuda argentina creció 35% desde la llegada de Macri.https://elpais.com/economia/2018/01/01/actualidad/1514832832_626904.html
9 Que
sin dudas se extenderá a otros emergentes.
11 Alarma
por la suba de la deuda, ya representa el 82% del PBIhttps://www.cronista.com/economiapolitica/Alarma-por-suba-de-la-deuda-ya-representa-casi-el-82-del-PBI-20180909-0033.html
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246748