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16 de mayo de 2011

La seguridad para los de abajo es imposible en un modelo que privilegia los negocios de grandes capitales sobre la vida mayoritaria

Ejemplos de predominio de los negocios inmobiliarios en la provincia Buenos Aires:
1)16/05/2011
EL PARQUE PEREYRA AMENAZADO POR UNA AUTOPISTA
La Unión de Trabajadores de la Tierra en defensa de la vida y el territorio
Tras cortar el Camino Centenario durante la tarde del domingo, la Unión de Trabajadores de la Tierra del Parque Pereyra resolvió convocarse junto a otras organizaciones sociales del lugar para una nueva protesta el domingo 29 en la Autopista Buenos Aires - La Plata, en defensa del Parque, principal pulmón verde entre las ciudades de Buenos Aires y La Plata.

La autopista Presidente Perón, proyecto impulsado por el ejecutivo nacional, se propone unir Vicente Lopez con el Puerto de Ensenada. La traza 4 de dicha autopista partiría el Parque Pereyra en 2, por lo que una asamblea vecinal presentó en el 2010 un recurso de amparo y realizó diversas medidas de lucha, logrando que se solicite un estudio ambiental antes de avanzar con las obras en la zona.

2)Avellaneda: Scioli puso en marcha el cuestionado proyecto Nueva Costa del Plata, de Techint
El Gobernador y el intendente Ferraresi firmaron la convalidación provincial del proyecto inmobiliario que impulsa la multinacional Techint y que es muy cuestionado por vecinos de las zonas costeras del Río de La Plata. Estuvo presente el Ministro de Desarrollo Social, Álvarez de Olivera.
El acto central, con el emplazamiento simbólico de la piedra fundamental, se realizó a las 9.30 en la Autopista Buenos Aires-La Plata, en la salida kilómetro 9, acceso a las oficinas del Ceamse, en Wilde.
El emprendimiento que fue duramente resistido por vecinos y organizaciones ambientalistas, propone el desarrollo de una zona urbana costera con equipamiento residencial, comunitario, educativo y comercial.
Además de Avellaneda, el proyecto abarcará la zona costera de Quilmes, donde se concentrará la mayor densidad de edificios, mientras que en Avellaneda habrá más espacios verdes.
La convalidación le sirve a Techint para comenzar en breve con el megaemprendimiento, y en este caso, también con el establecimiento de una de las sedes de la recientemente inaugurada Universidad Nacional de Avellaneda.
Scioli llegó acompañado del Secretario de Desarrollo Social provincial y ex Intendente de Avellaneda Baldomero "Cacho" Alvarez de Olivera. Estuvo presente además el actual Jefe Comunal Jorge Ferraresi y los presidentes de los clubes Independiente y Racing, además de otros funcionarios provinciales y locales.
Para el inicio de obras en la fase quilmeña, aún falta que sea convalidada la rezonificación del sector costero, algo que probablemente sucederá a partir del año que viene. No obstante, sigue vigente la resistencia ambientalista al proyecto en ese distrito.
En total, serán cerca de 232 hectáreas destinadas a este mega-proyecto, con una inversión que supera los 50 millones de dólares. La urbanización será monumental, sólo comparada con la zona de Puerto Madero en la ciudad de Buenos Aires.
Además, Scioli anunció que en 3 años estaría finalizada la Universidad de Avellaneda, prioridad dentro del proyecto. El Intendente Ferraresi elogió a Álvarez de Olivera ya que en su gestión comenzó el ambicioso proyecto
http://www.lanoticia1.com/noticia/avellaneda-scioli-puso-en-marcha-el-cuestionado-proyecto-nueva-costa-del-plata-de-techint-1121010565.html 07-12-2010
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Sábado 05 de Marzo de 2011
(Ambiente Sur) Mientras varios medios anunciaron el relleno iniciado o inminente de terrenos costeros en el Partido de Avellaneda por parte de la multinacional Techint, la Dirección Provincial de Evaluación de Impacto Ambiental no tiene conocimiento de esta actividad, y aclara que Techint “no ha presentado los estudios de impacto ambiental del proyecto Nueva Costa del Plata”. Por lo tanto cualquier relleno o limpieza de vegetación es ilegal para la Provincia.

El ingeniero Federico Jarsún, Director Provincial de Evaluación de Impacto Ambiental, explicó hoy jueves 3 de marzo a Ambiente Sur que lo que Techint ha presentado es una “línea de base” ambiental. Esto es una descripción ambiental del área. No ha presentado los estudios de impacto ambiental que son necesarios para la aprobación del proyecto y las obras.

Finalmente queda así ratificado desde el organismo de evaluación ambiental de la Provincia lo que las organizaciones de la comunidad han venido diciendo desde el primer momento sobre el llamado “Proyecto Techint”. Lamentablemente, el Gobernador Scioli ha cometido el error grosero de rezonificar por decreto en diciembre los terrenos en cuestión correspondientes a Avellaneda, lo cual entorpece el proceso de protección de estos valiosos humedales costeros.

Al firmar un cambio de uso del suelo en esta zona sin haber realizado previamente el ordenamiento territorial de los bosques provinciales, el Gobernador incumplió la Ley 26.331, de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, sancionada en 2007, un aspecto que la Asociación Civil Ambiente Sur estará analizando legalmente en los próximos días. De hecho, el expediente iniciado por Ambiente Sur en agosto, a raíz de la protección que la Ley 26.331 asegura al área, no ha sido resuelto en la Provincia. Es más, hasta el momento los dictámenes en el expediente de los organismos intermedios provinciales son todos ellos favorables a la protección del área a través de una figura legal provincial. Para la Dirección de Recursos Naturales, por ejemplo, “el principio precautorio establecido en la Ley General del Ambiente 25.675, la Ley 26.331 de Presupuestos Mínimos para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, la Ley Marco Ambiental 11.723 en especial sus artículos 5, 7 y 9 así como la Ordenanza Municipal 9348/02 del Partido de Quilmes, brindan argumentos suficientes para convalidar el pedido obrante en fojas 1 a 3 de la Asociación Civil Ambiente Sur, por lo que el organismo competente debería abstenerse de autorizar la rezonificación a uso urbano de los terrenos ribereños de bosques y humedales localizados en los partidos de Avellaneda y Quilmes”. Con conceptos casi idénticos se pronunciaron otras dependencias de la Coordinación Ejecutiva para el Desarrollo Sostenible.
Ing. Ftal. Jorge Trevin (Secretario) y Dra. Silvia Mozeris (Presidente ) de la Asociación Civil Ambiente Sur

3)Los perjuicios del Vial Costero
El proyecto privilegia el desarrollo inmobiliario en una zona muy sensible de Vicente López. Está inserto en el único ambiente natural del partido, tiene serias fallas de conectividad e incrementará la contaminación.
Por Victor Bardeci. Agrupacion vecinos de Vicente López
Desde la Agrupación de Vecinos de Vicente López, entidad cívica no partidaria de la cual formo parte, nos oponemos a la concreción del llamado proyecto del Vial Costero, producto de una política implementada por las autoridades municipales que privilegia el desarrollo inmobiliario en un área muy sensible del partido. El proyecto, que va desde Av. General Paz hasta la calle Paraná, se alinea con las ideas nuevo Código de Ordenamiento Urbano, que luego de algunas modificaciones formó parte del Esquema Director Urbano del 2006. Este código propone incrementar alturas, usos y densidades, creando así demandas de equipamiento que la zona no está en condiciones de satisfacer. De este modo, las autoridades entran en contradicción con sus propios actos anteriores, que disponían que la costa de Vicente López tenía como destino ser un espacio verde público para la recreación de los vecinos, toda vez que el Gobierno Municipal, a través de los años, mostró al Parque de la Costa como un logro de primer orden de su gestión e invirtió importantes sumas de dinero para su concreción. A pesar de eso, en la actualidad nuestro municipio es el que cuenta con menos espacios verdes del área metropolitana: no llega a 1 m2 por habitante, cuando las recomendaciones nacionales e internacionales sugieren entre 10 y 15 m2/h. El Vial Costero está inserto en el único ambiente natural que posee el partido y satisface necesidades regionales de zonas de esparcimiento. Altera profundamente este espacio al introducir una masa de unos 2.000 vehículos en circulación constante en horas pico, con la consiguiente polución sonora y atmosférica.

1)Vialidad Nacional intentó destrabar el conflicto subdividiendo el tramo 4 para evitar el recurso de amparo, pero esa modificación no aleja la Autopista del parque donde residen, desde hace 50 años, vecinos, quinteros y pequeños productores organizados. Esta semana, el juez Armella autorizó el inicio de las obras, y la reacciòn popular se hizo notar a través de un corte de ruta en el Camino Centenario y Santa Rosa, en Villa Elisa, una de las principales vías que unen la Capital Federal con la Ciudad de La Plata.
"Detrás del apuro por empezar ya mismo con la construcción de la Autopista sin escuchar el reclamo de los vecinos y los habitantes del Parque, se esconden negociados inmobiliarios y políticos", explican desde la Unión de Trabajadores de la Tierra. "Una autopista que corte
el Parque sería el argumento ideal para que desembarquen proyectos de construcción de Countries como sucedió en la zona norte o en Ezeiza, y eso desplazaría a los pequeños productores y destruiria el parque que el pulmón verde más importante de la zona al sur del conurbano", agregan.

Para el domingo 29 de mayo se proponen realizar una lucha aún más contundente convocando a otras organizaciones, asambleas vecinales y vecinos autoconvocados de Villa Elisa, cortando la Autopista Buenos Aires - La Plata.

Para informarse o solidarizarse,
la Unión de Trabajadores de la Tierra difunde el mail coopereyra@gmail.com, o el
celular de uno de sus integrantes, Ariel: 0221-15-5434035
http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/a/2011/05/16/p6461

2)TECHINT y Nueva Costa del Plata: La Costa y la Plata como Costo
03/01/09 Por Jorge Trevin
Los gobiernos municipales de Avellaneda y Quilmes, en el sur del Gran Buenos Aires, tratan de presentar la urbanización de sus últimas áreas verdes como una mejora. En Avellaneda hasta se la expone como la única posibilidad para acceder a la Costa. Es difícil, sin embargo, entender cómo para acceder a algo habría que regalarlo o destruirlo. O explicar cómo es que quienes apoyados en las acciones y la complicidad del Estado nos prohibieron y nos prohíben ese acceso son ahora, para el mismo Estado, la solución necesaria.
Había una vez una Costa
Había una vez una Costa que satisfacía en gran medida las necesidades de recreación de una población creciente. Las playas y las quintas eran los grandes espacios verdes del sur del Gran Buenos Aires, y recibían a miles de pobladores de Avellaneda, Quilmes y otras localidades. En algún momento, alrededor de los años sesenta, se hizo evidente la necesidad de una planificación e infraestructura que nunca llegó.
Hacia fines de los setenta los militares de la Dictadura crearon el CEAMSE, asignándole poderes casi gubernamentales de manejo y administración de territorio. Los objetivos eran un delirio, básicamente una supuesta mejora ambiental a través del relleno con basura de terrenos bajos e inundables. Una metodología considerada obsoleta y dañina hasta en los mismos manuales sobre relleno sanitario, que ya en aquellos años proponían evitar esos ambientes naturales. Sobre el relleno y los desperdicios vendría la planificación y el uso de un “nuevo” territorio.
Las contradicciones técnicas o científicas, es sabido, nunca fueron impedimento para sumar socios cuando hay mucho dinero de por medio. Por lo mismo, probablemente, CEAMSE encontró por aquellos días a TECHINT, y se formó una pareja que habría de costarle mucho a mucha gente, y particularmente a la gente de Avellaneda y Quilmes.
Tierra a cambio de incumplimiento
CEAMSE y TECHINT firmaron el 11 de octubre de 1978 un contrato “para la recuperación, forestación y urbanización en la zona costera del Río de la Plata, incluyendo las tareas de forestación”. Al día siguiente el presidente de CEAMSE, Guillermo Laura, le decía a La Prensa, “Durante veinte años, que es el plazo de la contratación, le entregamos al contratista los residuos de la ciudad, y al cabo de ese tiempo, mil quinientas hectáreas de bosques deberán ser asignadas a Cinturón Ecológico para ser destinadas a recreación pública”.
En septiembre de 1998, en cumplimiento de ese contrato, TECHINT debía entregar a CEAMSE más de mil hectáreas forestadas e incorporadas en una compleja red de infraestructura vial, comunitaria y deportiva, con caminos con pavimentos flexibles asfálticos, iluminados, locales de guardabosques, un club náutico con todas sus instalaciones, dos cementerios parque de veinte hectáreas, y una larga lista de instalaciones deportivas, campo de golf, canchas de fútbol, rugby, tenis, básquet y otros deportes.
Alrededor de 1993, muy cerca de la fecha de entrega, y con tres cuartas partes del periodo contractual ya concluido, CEAMSE y TECHINT comenzaron una serie de modificaciones del contrato que permitieron la desviación total y el abandono de los objetivos originales. La excusa fue el inicio de la “expansión vertical”, un eufemismo para denominar a las montañas de basura de más de veinte metros de altura. Las modificaciones terminaron eliminando prácticamente todas las obligaciones del contratista que fueran más allá del simple enterramiento de basura.
La costosa infraestructura que debía entregar TECHINT en 1998 ya había sido en parte pagada con las tarifas de la basura, que comenzó a cobrar con el primer camión recibido en 1978. El contrato original fijaba que el contratista debía recibir “COMO TOTAL Y ÚNICA RETRIBUCIÓN las tarifas y el tercio de la tierra RECUPERADA en los montos, forma y plazos establecidos en la documentación contractual” (Cláusula primera del Contrato, ratificado en puntos 1.1.1 y 3.1.1 del Pliego de Bases y Condiciones que es parte del Contrato). Es inexplicable entonces cómo TECHINT terminó recibiendo la mayor parte de un área costera no rellenada del orden de las 300 hectáreas. Esto es doblemente insólito. Por un lado, porque el pago en tierras estaba relacionado en el Contrato original al cumplimiento de las obligaciones de construcción de infraestructura ya mencionados, obligaciones que le fueron lavadas. Y por otro lado, porque es claro en el Contrato que la “recuperación” sólo se preveía a través del relleno. Esto está claro en los puntos 1.7 y 1.7.1 del Pliego, en los cuales el concepto de “superficie a rellenar” se equipara inequívocamente con el concepto de “área dentro del cual el Contratista llevará a cabo su trabajo”, y vuelve a ratificarse en los puntos 3.3.1 y 3.3.2.
Como si esto fuera poco, una vez que se decidió eliminar las obligaciones contractuales mencionadas, reconocer como recuperadas tierras que no lo fueron, seguir adelante con el pago con tierras, e incluir en el mismo aquellas que no debían ser transferidas, los directores de CEAMSE entendieron, además, que a SYUSA, la compañía de TECHINT a cargo del relleno, le correspondería en pago MÁS DE UN TERCIO de las tierras “recuperadas”, en oposición a lo previsto en varios instrumentos legales, que incluyen el Contrato en varios puntos, el Acta de Constitución de CEAMSE, el Convenio del 6 de mayo de 1977, la Ley provincial 8.981, la Ordenanza de la Ciudad de Buenos Aires 33.691, y hasta un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el 3.457 de 1977. A tal fin, CEAMSE inventa en abril de 1993 el concepto de “hectárea recuperada equivalente”. El concepto es asombroso, como es también asombroso que se exprese como hectáreas computadas como “área f” (forestada). ES SABIDO QUE TECHINT NO FORESTÓ NINGUNA HECTÁREA. La “hectárea recuperada equivalente” surge de relacionar el tonelaje de basura dispuesto por hectárea en la nueva modalidad (montañas) con el tonelaje originalmente previsto, que era mucho menor.
Está claro que de haberse, por algún mecanismo, instrumento o negociación, “blanqueado” en lo pretendidamente formal tal abrupta redefinición del pago total correspondiente a SYUSA y TECHINT, esa tarea no pudo haberse realizado sino a costa de un perjuicio evidente a los intereses de la sociedad, el Estado y el mismo CEAMSE por parte de quienes fueron designados precisamente para defender y proteger dichos intereses.
¿Termina aquí la crónica de la administración nefasta de nuestros intereses y por la cual estamos hablando hoy del negocio inmobiliario de TECHINT en nuestra Costa? Lamentablemente no. El festival de beneficios para TECHINT que representaron los cambios contractuales resultó en la incapacidad de CEAMSE de disponer de una cantidad suficiente de tierra no rellenada, o sea, no destruida por TECHINT, para entregarle a TECHINT. Por un acuerdo del 23 de abril de 1993, sin embargo, las partes “solucionan” el problema acordando la entrega adicional de más de cien hectáreas rellenadas con residuos. Pero deciden “compensar” a TECHINT por el “sacrificio” entregando 1,2 hectáreas rellenadas con residuos por cada hectárea devengada. Asombroso. Primero se viola la obligación de entregar a TECHINT únicamente tierra rellenada (y otras obligaciones más). Y cuando luego se encuentra que no existe suficiente superficie de tierra no rellenada para entregar, no se tiene más remedio que entregar algo de tierra rellenada (la única que debió haberse entregado, si es que el pago hubiera sido procedente). Y se decide bonificar a TECHINT por este “sacrificio”.
Tierra a cambio de contaminación
Como hubiera sido fácilmente anticipable, la estrategia técnica y ambientalmente errónea del relleno de humedales con basura, más la relación simbiótica entre CEAMSE y TECHINT, más las condiciones de Dictadura existentes en los críticos primeros años, más el engendro institucional que conformaba y aún conforma la CEAMSE, que se asume ya sea como el propio Estado o como una sociedad regida por el derecho privado, según y cuándo le convenga, todo ello tenía que resultar irremediablemente en un desastre ambiental de proporciones gigantescas. Y eso es lo que efectivamente sucedió, en forma adicional al desmanejo económico y administrativo ya descrito.
No sería posible tratar la problemática de la catástrofe ambiental que dejan CEAMSE y TECHINT en Avellaneda y Quilmes sólo como parte de una nota dedicada a un negociado inmobiliario. Es demasiado extensa y compleja. Por lo tanto los siguientes son apenas unos párrafos que tratan de resumir los aspectos principales, sin hacerle justicia a la magnitud del desastre.
La cuestión de la contaminación se puede encuadrar también en el marco de los incumplimientos, si se tiene en cuenta que tanto el Contrato TECHINT-CEAMSE como todos los instrumentos legales que crearon la CEAMSE expresan un objetivo de mejora ambiental.

TECHINT rellenó con basura humedales y bajos inundables, áreas en las cuales la contaminación se transmite con la mayor facilidad, y vecinas a centros de alta población, factores críticos a evitar según cualquier texto básico sobre relleno sanitario. Luego de años de mentiras y ambigüedades, finalmente CEAMSE aceptó que las celdas de relleno jamás se impermeabilizaron, por lo cual contaminan a los acuíferos semi-confinados Pampeano y Puelche y las aguas superficiales de la región. El supuesto manto continuo de arcilla impermeable que luego se adujo que existía tampoco existe, y esto es claro hasta en un estudio de 1994 de Brown and Caldwell, una empresa que ha sido socia de TECHINT en varios proyectos. La falta de impermeabilización crea asimismo dificultades graves para cualquier intento serio de tratamiento de los líquidos de la basura, los lixiviados, que son cien veces más contaminantes que los líquidos cloacales. A su vez, la falta de solución al problema de los lixiviados que saturan las montañas de basura establece dentro de las montañas las condiciones anaeróbicas (falta de oxígeno) que favorecen la producción de gases orgánicos no metánicos. Entre estos hay varios cancerígenos reconocidos, como el benceno, que promueve el desarrollo de tipos específicos de leucemia. El semanario quilmeño “El Suburbano”, en una extensa nota sobre la situación en las Torres de Wilde y áreas aledañas, titulaba el 8 de mayo de 2001 “Preocupación vecinal por la cantidad de casos de leucemia en la zona”. La organización Madres de las Torres se formó precisamente como respuesta a ese problema.
La supuesta remediación que dice estar llevando a cabo la CEAMSE merece un párrafo o dos. Ni la planta trucha de tratamiento de lixiviados adyacente al Canal Santo Domingo, ni el negocio de la quema de gas metano para la venta de bonos de reducción de emisiones de carbono son programas de remediación. Tienen precisamente el efecto contrario, al hacerse pasar como tales y frenar el diagnóstico oficial del desastre y su remediación real. La planta de lixiviados sólo recoge algunos metros cúbicos de los líquidos que drenan en pozos y zanjas conectados a los cursos de agua que rodean el relleno, y que desbordan a los mismos con cualquier lluvia. Se los recoge con un camión atmosférico y manguera, se los “trata” como si fueran líquidos cloacales, por simple decantación, y sus barros resultantes se vuelcan, aunque Ud. no lo crea, nuevamente en el relleno. La presencia de fenoles, metales pesados y otros compuestos tóxicos es ignorada en este “proceso”. La gran mayoría de los lixiviados drena a las napas y los cursos de agua y satura las montañas de residuos.
La planta de quema de metano quema una muy pequeña parte de lo que fabrica el relleno, que es literalmente, ante la falta de remediación, una monumental fábrica de gases. Si se encarara seriamente la remediación de los lixiviados, se “secarían” las montañas, reduciendo las condiciones anaeróbicas, produciendo más dióxido de carbono, menos metano, y menos gases tóxicos y cancerígenos. Pero esto no sería tan bueno como negocio, ya que la inversión para la remediación real es superior, y habría que reelaborar el negocio de los bonos, que ahora con algunos caños y un mechero es tan fácil.
Nueva Costa del Plata, un error que se repite
El Proyecto Nueva Costa del Plata, que como proyecto elaborado ya veremos que no existe, es la versión 2008 del planeamiento desastroso de 1978, y que se presentaría paradójicamente como la corrección de aquel. Esto ya es por sí mismo asombroso. Que además el protagonista sea el mismo, TECHINT, sugiere que algo que va mucho más allá de la ignorancia y la tozudez de algunas autoridades podría estar fogoneando la propuesta.
El proyecto fue y es una sucesión de maquetas coloreadas por TECHINT que comenzó en los noventa y se prolongó hasta hoy, sin precisiones sobre las obras y actividades de desarrollo ni mucho menos sobre los impactos urbanos y ambientales. El cambio de “Costa del Plata” en abril de 2008 a “Nueva Costa del Plata” seis meses más tarde tuvo como objetivo el acomodar de alguna forma la maqueta al desconocimiento sobre el límite de la línea de ribera, desconocimiento que hasta hoy subsiste.
A raíz de la audiencia pública convocada en Avellaneda en noviembre, varios tratamos de informarnos sobre el proyecto en la Defensoría del Pueblo, donde se anunció que dicha información estaba disponible. Sin embargo, el documento presentado como un supuesto estudio ambiental, entregado por TECHINT al Defensor del Pueblo pocos días antes, el 29 de octubre, declaraba la imposibilidad de definir las demandas ambientales del proyecto, debido a los “muy escasos datos factuales del proyecto y ninguno de las actividades de desarrollo”. La evaluación de los costos ambientales del proyecto requiere información sobre indicadores de demanda, obras y procesos inducidos por estas, pero según el documento entregado por TECHINT “estos datos no están disponibles en la documentación del proyecto y de plan maestro que a la fecha se tiene”.
Sería muy largo enumerar las indefiniciones, ya que casi todo está indefinido. Como botón de muestra vaya, sin embargo, el aspecto del relleno necesario para llevar a cota 4,88 metros las más de 50 hectáreas netas de construcción y otras áreas de caminos y adyacencias. El material de relleno necesario se estima (no por parte del “proyecto”, que no estima nada) en 4 a 5 millones de metros cúbicos de tierra o de refulado del lecho del río. Ninguna de las dos opciones está definida, y en cualquiera de los casos involucran impactos ambientales y urbanos enormes, que requerirían su tratamiento como un proyecto en sí mismo, y una evaluación de impacto ambiental específica. La utilización de refulado conlleva además el riesgo de la incorporación de contaminantes. El uso de tierra o tosca significaría la entrada y salida de aproximadamente quinientos mil (500.000) camiones de ocho metros cúbicos al lugar, sobre lo cual no se han definido los accesos ni la infraestructura requerida ni el impacto o los barrios afectados.
En todo caso, y como lo expresaran en un comunicado de prensa reciente varias organizaciones de Avellaneda y Quilmes, cualquier urbanización de la selva marginal eliminará nuestros últimos espacios verdes, instalará una barrera artificial entre el río y la ciudad, agravará la problemática de las napas, aumentará la frecuencia e intensidad de inundaciones, afectará los servicios de cloacas, agua y luz que ya hace décadas carecen de desarrollo estructural apropiado, y de hecho restringirá, no facilitará, el acceso libre a la ribera. Estas son certezas que sobreviven aún en la ausencia de un proyecto definido.
La falta de precisiones elementales lleva a muchos a pensar que la obtención del cambio de zonificación es en realidad EL ÚNICO PROYECTO DE TECHINT. Otros factores también apuntan a esto, incluyendo declaraciones bastante claras de ejecutivos de TECHINT al respecto. Decía hace pocos días Ernesto Rona, de TECHINT, a un medio de Quilmes, “nosotros vendemos el lote, que está debidamente zonificado, y el comprador deberá construir en función de las restricciones y normativas que la Municipalidad definió”. Más claro agua (no de CEAMSE y TECHINT). En el mismo sentido van declaraciones de otros representantes de TECHINT, que hablan de un plazo de quince años para la construcción. Esto es técnicamente inexplicable, y contradictorio con la desesperación por “cerrar” la zonificación en el mismo momento en que tanto Avellaneda como Quilmes están supuestamente abocados a la elaboración de sendos planes estratégicos urbanos.
La “zonificación como proyecto” tendría una lógica de negocios aparentemente perfecta para TECHINT. El origen de la propiedad es más que oscuro, y con la zonificación actual como reserva de tierra vacante, no urbana, cualquier expropiación para hacer una reserva natural, el uso lógico de esa área, se facilitaría por el bajo costo. De hecho el pago en tierras de CEAMSE a TECHINT se hizo sobre la base de ese precio vil. El mero cambio de zonificación a categoría urbana es una lluvia de muchos millones de dólares sobre los activos de TECHINT. En un cálculo rápido de medio millón de dólares por hectárea rezonificada, el regalo a TECHINT es de unos cien millones de dólares. Un monto como para hacer mover intereses poderosos, y en realidad la única inversión que está a la vista, una inversión pública, no privada, que “internaliza” en TECHINT el valor social real de esa tierra. Un concepto a tener en cuenta en un proyecto que algunos presentan como “necesario” por la supuesta inversión privada aparejada.
Por otro lado, sin embargo, el proceso reciente y la irritación de la gente y organizaciones de la comunidad, incluyendo muchas no ambientalistas, muestra que TECHINT podría estar repitiendo el mismo error que cometió en los últimos años del entierro de basura, cuando se aferró a esa actividad en medio de una condena pública que crecía día a día: El error de TECHINT de embarcarse en una actividad ajena a sus capacidades centrales, económicamente pequeña si se tienen en cuenta los ingresos anuales del grupo, y que acarrearía inevitablemente un nivel de desprestigio del cual ningún esfuerzo de relaciones públicas va a separarlo. www.ecoportal.net
Jorge Trevin es ingeniero forestal, experto en recursos naturales y secretario de la Asociación Civil Ambiente Sur, de Avellaneda.

3)El Vial Costero Disminuye espacios públicos verdes y altera la calidad de los que queden, ya que sufrirán las consecuencias de lindar con el vial.La concreción del Vial originó además la eliminación del Campo de Deportes y el Circuito de Bicicross, zonas muy concurridas por los vecinos. Y en espacios hoy destinados al esparcimientos se licitarán nuevas actividades comerciales que restarán lugares verdes para la comunidad. Toda obra pública de este tipo debe ser inscripta en el contexto de la región en que se inscribe, ésta no lo está, ya que no genera conexión ni con la Ciudad Autónoma ni con San Isidro cuyas autoridades sostienen que no poseen información de la misma y no desean obras de estas características en su costa. Tiene serias fallas de conectividad, principalmente para con los vehículos provenientes del norte, que no pueden acceder: no se les facilitan giros a la izquierda en Av. Libertador, con lo que dicha avenida verá afectado el flujo de circulación, justamente, lo que según se dice, se quiere fomentar con este vial.


El proyecto prevé un bulevar con dos carriles de circulación y uno de estacionamiento, con rotondas y semaforización en los cruces. El acceso es por Av. Libertador y termina a 5.000 m, nuevamente en Av. Libertador. No tiene continuidad ni con la CABA, ni con San Isidro. El municipio argumenta que es parte de un proyecto mayor, pero no se conoce ningún plano ni estudio serio de cómo continuar el camino, que sería una parte de algo que no se sabe ciertamente qué traza seguirá.
El trazado actual beneficia exclusivamente al centro comercial existente en el extremo sur -la única rotonda para camiones está justo detrás de su playa de acopios- y a los emprendimientos de desmesurada densidad- permitidos por las modificaciones mencionadas al COU, que no poseen la necesaria capacidad de estacionamiento. La continuidad de la traza es sumamente incierta, ya que deberían expropiarse tierras en que se asientan, por caso, el Círculo Militar, el Círculo Naval, el Puerto de Olivos , el Círculo Policial, el Club Náutico Olivos, la reserva ecológica, el colegio Lincoln y el Barrio El Ceibo.Además, en el caso del Puerto de Olivos, ya está en marcha -vía Gobierno de la Provincia- un estudio sobre su remodelación integral, que no tiene conexión con la obra en cuestión. Es decir, que estos dos proyectos que deberían tratarse en conjunto, se desarrollan por separado.
Por si todo lo expuesto fuera poco, hay otras irregularidades. En primer lugar no existe a nivel regional un Plan de Desarrollo Urbano Ambiental, por lo que cada municipio trabaja en forma individual.


La obra fue licitada y adjudicada en forma previa al dictado del acto administrativo por el cual la autoridad ambiental provincial se expidiera respecto de la declaración de impacto ambiental, violándose de esta manera el art. 23 de la ley 11.723.Contraviniendo la legislación provincial la obra no fue suficientemente explicitada a los vecinos, y quienes formularon observaciones por escrito no recibieron respuesta por parte de la autoridad ambiental, quien, a nuestro criterio, por la envergadura e impacto de la obra debió convocar a audiencia pública (art. 18 ley 11.723).Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Organización Panamericana de la Salud califican de ciudades enfermas a aquellas que no brindan los suficientes espacios verdes a su población y priorizan el transporte automotor individual. No queremos que el Vial Costero enferme a Vicente López.
11 May 2010
edant.clarin.com/suplementos/.../a-02193817.htm







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