Los derechos de la naturaleza.
El Escaramujo 79
12 de septiembre de
2018
Los
"Escaramujos" son documentos de análisis producidos por Otros Mundos
A.C. Les presentamos el último número de la colección, esperando les
sirva para sus trabajos en defensa de los territorios. (Ver
todos los números del Escaramujo)
La
capacidad biofísica del planeta está ya en riesgo. El Sistema
Capitalista no cabe en el Planeta en su carrera por la acumulación
incesante de capital y poder bajo un "desarrollo" infinito sobre bienes
finitos. El extractivismo,
el consumismo y el desperdicio voraz han puesto al Planeta en una crisis
climática y ambiental irreversible. La
pérdida de biodiversidad marina y terrestre es uno de los mayores
problemas que enfrenta la humanidad y que amenaza los ecosistemas y la
reproducción de alimentos.
Pese a ello, ni gobiernos ni corporaciones pretenden frenar lo que están ocasionando y avanzan incluso en la lógica de aumentar los negocios y ganancias con la misma crisis climática que han provocado, con la economía verde, con la financiarización de la naturaleza, con las compensaciones y los supuestos Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), entre otras políticas.
El reciclaje del CO2 se ha
convertido en otro negocio y
su reabsorción ya tiene un precio en el mercado. Las supuestas
soluciones no llegan a la raíz del problema. El sistema de gobernanza
global no lo detiene sino que lo acelera. Muchos intentos para
supuestamente detener este deterioro ambiental siguen siendo espejismos.
La Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, las Conferencias de las Partes
(COP), el Protocolo de Kioto, los prgramas de Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación de los bosques (REDD), el Acuerdo de París,
el Acuerdo de Escazú del Principio 10, entre otras tantas y tantas
iniciativas para paliar el cambio climático, reducir el CO2 o detener la
deforestación.
Pero
siempre los objetivos son a 20 ó 30 años, cuando ya quizás sea imposible
hacer mucho, y además sin sacrificar la maquinaria del "desarrollo"
aparentando que es posible que dicho desarrollo sea "sustentable". Llevamos
prácticamente treinta años desde que se advirtió, se gritó y se urgió a
hacer algo para desacelerar este proceso.
Si bien
ante esta realidad es necesario adaptarnos, no es la solución del
problema. Y la mitigación es sólo un paliativo. Hay que revertir esta
tendencia, transitar ya a otro sistema que se pueda sustentar a sí
mismo. Es necesario buscar
alternatos, otras formas de vida, donde el replanteamiento de nuestra
relación-reincoporación a la Naturaleza sea desde otra perspectiva.
Urge relacionarnos con los demás seres
naturales como sujetos de derechos y no como meros objetos e
instrumentos para la acumulación y solo en función de la humanidad.
Pero, ¿qué implica la
"Naturaleza"? ¿Tiene "Derechos"? ¿Cuáles? ¿Es
objeto de Derechos? ¿Cuáles son sus Derechos? ¿Quién le reconoce esos
Derechos? ¿Qué significa Derechos para la Naturaleza? ¿Qué
diferencias hay con el Conservacionismo? Estas
y más preguntas están en el debate de la ecología y el ambientalismo, de
las políticas ambientales y de la ecología política. Así, muchos
conceptos son necesarios debatir, reflexionar, deconstruir o se debe
generar nuevos.
Algunas
voces ya cuestionan por ejemplo el
concepto de "Madre Naturaleza" contra
la idea del rol que se les impone a las mujeres de "dadoras",
"cuidadoras", únicas responsables y pasivas de otorgar vida. Pero
también hay otras reflexiones en torno a las mujeres y los conflictos
ecoterritoriales o del ecofeminismo. También se está poniendo al
escrutinio intelectual el
concepto de "Bienes" "Comunes" "Naturales" o
de la "Naturaleza", o "Bienes" "Naturales" "Comunes". O la lucha por
lograr una Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza.
Por otro
lado se han incorporado a la reflexión los conceptos y realidades como la
"ecologización del pensamiento", los "procesos ecopedagógicos",
"ecodesarrollo", "ecodependencia", "ecosustentable", "ecoteología" y
"ecopopular". Y para todo, "eco": ecotienda, ecobici, ecombustible,
ecoturismo, ecolavandería, etc. Y muchas de estas adaptaciones
conceptuales solo camuflan la realidad y pintan de verde la misma
lógica del capital.
Desde esta perspectiva del desastre climático
que estamos generando, se debaten también los conceptos de "transición","transición
ecológica", "postextractivismo", "alternativas", "derechos de los
ríos", "deconstrucción", "extractivismo histórico", "alienación
socio-ecológica", "territorialización extractiva", y así muchos más.
Otro
análisis asociado a esta temática es la
apropiación corporativa de los territorios y
la violación corporativa de los derechos humanos pero también de la
naturaleza. La humanidad pretende intervenir y dominar la naturaleza,
manipularla, alterarla, consumirla en exceso y con lujuria; modificarle
cualidades genéticas y apropiarse de ella; ponerle dueño y precio
convirtiéndola en una mercancía para la acumulación sin respetar sus
ritmos de reproducción. Esta
es la lógica del sistema capitalista, la dominación, la explotación, la
expropiación y extracción de plusvalía que
va desde la relación con la naturaleza como con el trabajo. Es la
extracción asociada con el proceso de acumulación, ganancia y
desigualdad de clases.
Por lo
visto, ser ambientalista y ecologista implica necesariamente ser
anticapitalista. Y ser anticapitalista significa defender los Derechos de la
Naturaleza y vincular los temas ambientales con los derechos humanos.
El
conflicto no es entre la humanidad y la naturaleza, cuya articulación y
unidad es inevitable y connatural, por ser un ser natural. Y es en esta interrelación como se
conforma la construcción
socio-natural en el territorio. El conflicto estriba en ese modelo
de relación humanidad y naturaleza. Obviamente se resignifican elementos
de la naturaleza al incorporarlos en esta relación y unidad, pero la
valoración capitalista es exclusivamente para el mercado y la
acumulación donde la naturaleza pasa a ser principalmente un objeto de
usufructo y de maximización de ganancias.
Así, la
contradicción fundamental es entre capital-naturaleza, que estriba
en el proceso por el cual la naturaleza y su espacio territorial,
acuático y aéreo, pero también su esencia como es su información
genética, se convierten en mercancía y por lo tanto en precio, dueño,
competencia, monopolio, control y poder. Este extractivismo alienante
socio ecológico, merma la base natural que le da sustento al
capitalismo y su sistema de producción, ya que no
toma en cuenta el tiempo de reproducción de la naturaleza y su
metabolismo con el fin de
no interrumpir la maximización de las ganancias, y la acumulación
articulada por el despojo y la reproducción ampliada del capital. Y es
que el
extractivismo es una parte e instrumento de la acumulación que
es el motor fundamental del capitalismo.
El
Observatorio de los Derechos de la Naturaleza
Frente a
esta problemática planetaria, en junio de 2018 se ha creado el
Observatorio de los Derechos de la Naturaleza (ODN,http://naturerightswatch.com/)
con el fin de identificar y señalar las violaciones de los Derechos de
la Naturaleza.
Esta iniciativa
impulsada por Eduardo Gudynas es
un espacio de reflexión, análisis y debate que se hace urgente en este
contexto. Es "un programa independiente de partidos políticos, gobiernos
y organizaciones empresariales. Se apoya en un Comité Asesor con
personalidades destacadas de distintos países, y un colectivo de
organizaciones y centros."
La
premisa fundamental para el Observatorio es que "la
más reciente e importante innovación en ese nivel es el reconocimiento
de la Naturaleza como un sujeto de derechos". Esta perspectiva ha
sido origen para el diseño de nuevas políticas y gestión social como el
que se ha realizado en Ecuador en su nueva Constitución en 2008. Un
debate que recoge Bolivia o la definición de derechos ambientales
específicos como en Nueva Zelanda, India y Colombia.
Para el
Observatorio es necesario abordar el problema con un enfoque más
profundo ya que "las
respuestas políticas y tecnológicas a la presente crisis ecológica han
sido insuficientes para alcanzar una sustentabilidad ecológica". Por
ello es necesario reconocer y asignar valores a la Naturaleza.
Para el
Observatorio, el concepto de "Derechos de la Naturaleza"implica
reconocer "la diversidad de valoraciones humanas de la Naturaleza",
más allá del aspecto económico que invisibiliza los aspectos culturales,
estéticos, religiosos, ecológicos, entre otros. Sin embargo, hay otro
elemento fundamental que es el reconocer
los valores propios e intrínsecos en la Naturaleza y que son
independientes de la utilidad o de cualquier otra apreciación humana.
Con ello pasa de ser objeto a ser sujeto de derechos.
En el
Observatorio se está consciente de cómo en los debates sobre los
recursos naturales o la conservación por lo general terminan enfocados
en las valoraciones económicas. E incluso muchas comunidades originarias
tienen la dificultad de visibilizar o hacer valer frente a los gobiernos
y empresas que la Naturaleza y el territorio donde habitan tiene
otras dimensiones culturales, religiosas, estéticas o sociales. O se
pretende cuantificar la indemnización del despojo con el precio
económico de los bienes tangibles de la naturaleza pero no los
intangibles, incluso aquellas acciones sociales que se llevan a cabo en
el territorio y que sin él no serían posibles. Todavía más, también quedan
relegadas aquellas especies o ecosistemas que no tendrían ninguna
"utilidad" para los humanos.
Las
comunidades campesinas y originarias, en su lucha por defender los
territorios y los Derechos de la Naturaleza, también se encuentran con
el cuestionamiento de ofrecer otra narrativa, otra alternativa
científica y técnica a la propuesta por lo proyectos de despojo que
venden "desarrollo", bienestar, empleo, salud, educación,
resarcimiento y mejores condiciones de vida con el arribo de los
proyectos de muerte como son las minas y represas; o los monocultivos de
palma de aceite, soja y maíz transgénicos; pero también gasoductos,
oleoductos, super carreteras, nuevos y más enormes aeropuertos, pozos
petroleros, fracking, regasificadoras, Zonas Económicas Especiales,
parques industriales y eólicos, turismo de élite, y otras tantas
inversiones pintadas de "verde", "sustentable", "desarrollo",
"mecanismos limpios", "energía limpia", "responsabilidad social
corporativa", entre otras.
El
Observatorio está convencido que la perspectiva de los Derechos de la
Naturaleza es una solución a muchos de estos problemas. "Permite y
además requiere una apertura a la diversidad de las valoraciones humanas
mientras que al mismo tiempo reconoce los valores intrínsecos
independientes". Esto promueve un
debate más democrático en el reconocimiento y entendimiento de las
distintas valoraciones y sensibilidades en juego en las interacciones
con la Naturaleza.
Para el
Observatorio, "el reconocimiento de los derechos de la Naturaleza no
excluye ni compite con los derechos humanos de tercera generación
relacionados con la calidad del ambiente o de la vida. Este
tipo de derechos opera en paralelo y permite coordinaciones y
complementaciones con los derechos de la Naturaleza."
Se
considera que los Derechos
de la Naturaleza no son un sinónimo de los derechos de los animales.
Y que no se excluye ni se condena el uso de los llamados "recursos
naturales", pero impone que las estrategias de desarrollo deben estar
enmarcadas en objetivos de sustentabilidad ecológica, en el sentido de
asegurar la sobrevida de las especies.
En el sitio web se
ofrecen textos sobre los Derechos de la Naturaleza desde muy diversas
miradas. Se puede consultar la sección y las subsecciones de Documentos donde
se encuentran Artículos, Libros y Notas de Opinión.
El
Observatorio "promoverá la perspectiva de los Derechos de la Naturaleza
por medio de investigaciones, capacitación, difusión y apoyo a distintos
movimientos e instituciones. Del mismo modo mantendrá un
Observatorio de las violaciones a los Derechos de la Naturaleza,
especialmente a los relacionados con incumplimientos a los derechos
humanos, así como las respuestas ciudadanas y los instrumentos legales
que operan."
Las
metas del Observatorio incluyen:
1) "El seguimiento de la situación de los derechos de la
Naturaleza, incluyendo una revisión de los marcos legales, las
violaciones, y las respuestas ciudadanas y gubernamentales."
2) "Identificar las mayores violaciones de esos derechos, y en
especial cuando están asociadas a violaciones de los derechos de las
personas, incluyendo tanto las que representan ilegalidades como las que
se aprovechan de alegalidades."
3) "Promover esta perspectiva, con investigaciones,
capacitación, difusión y apoyo distintos movimientos e instituciones."
"El
Observatorio parte de reconocer los derechos de la Naturaleza, asumiendo
que éstos se deben aplicar en todos los países. A partir de allí identificaremos
los casos de violación de esos derechos, independientemente de las
implicaciones para la utilidad humana. Esto permite la articulación
de defensas de la Naturaleza que no necesariamente se argumentan desde
la economía u otra variedad de utilitarismo, con lo que se recuperan
muchas expresiones que son actualmente desestimadas. Además, nos
enfocaremos en las violaciones que a su vez están asociadas a
incumplimientos de los derechos humanos."
"Nuestro
trabajo apuntará presentar reportes sobre esos distintos casos, y
apostará a acompañar a movimientos sociales y otros actores sociales a
revertir esos incumplimientos. Paralelamente, el Observatorio
trabajará en la promoción de este marco conceptual, las herramientas
de evaluación, los intercambios de experiencias, elaboración de
indicadores, apoyo a reformas legales y capacitación."
"Mantendremos una activa presencia en los medios y redes sociales, y nuestro
sitio web servirá como una biblioteca de recursos e información."
El
Observatorio siempre estará abierto a recibir informaciones, análisis,
reflexiones, aportes, publicaciones, noticias relevantes y también
información para dar seguimiento a los casos.
Descargar El Escaramujo completo (PDF):
Los derechos de la naturaleza. El
Escaramujo 79 (151,67 kB)
Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Documentos/Los_derechos_de_la_naturaleza._El_Escaramujo_79
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