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18 de diciembre de 2009
Salir del modelo de extracción y producción desarrollista
Eso sabemos que será imposible. No sólo se trata de usar adecuadamente los recursos, sino de cambiar esa modalidad primario exportadora, que nos ha subordinado en el contexto internacional. [...]
Es que el IIRSA responde a la lógica del modelo extractivista atado a las demandas de acumulación del capital transnacional. Estos canales interoceánicos no buscan la integración de los pueblos, sino la integración de nuestras economías al mercado mundial. En tanto que suministradores de recursos naturales como petróleo y minería, por ejemplo, también de productos agrícolas, el control de la biodiversidad y las fuentes de agua (son) para el capital transnacional.
Y todo esto en el marco de la ampliación de mercados, de la conformación de espacios donde se puedan crear mayores consumidores y no la conformación de la ciudadanía regional y menos de la ciudadanía global. El IIRSA todavía está vigente porque los gobernantes de América Latina de la tendencia progresista como Chávez, Lula, Evo, Correa y Fernández, no están cuestionando el modelo extractivista ni la forma de inserción sumisa en el mercado mundial.»
De hecho, en un gran número de países en desarrollo se asiste a una reafirmación del modelo «desarrollista extractivo productivista». Este fenómeno se debe a la coyuntura internacional excepcionalmente favorable entre los años 2004 y 2008, que se prolongó en el 2009 a pesar de la caída vertical del precio del crudo en el segundo semestre del 2008.
Esto hace recordar el precedente de los años 70 y su brusco final a comienzos de los años 80, cuando se hundieron los precios de las materias primas. Fue entonces cuando explotó el coste de la refinanciación de las deudas contraídas, especialmente para sostener las enormes inversiones en las industrias extractivas, provocando la crisis de la deuda del Tercer Mundo y su secuela de nefastos planes de ajuste estructural.
No es razonable que un gobierno de izquierda se alimente de las falsas esperanzas de unas repercusiones positivas y duraderas de un boom de los bienes primarios. Sobre todo cuando actualmente se tiene en cuenta, mucho más que en los años 70, los efectos extremadamente negativos de la sobreexplotación de los recursos no renovables sobre los ecosistemas, y sobre el modo y la calidad de vida de la población (en especial, los pueblos originarios) e incluso, para los que estos argumentos dejan fríos, sobre el equilibrio presupuestario del Estado.
En efecto, un período de altos precios en las materias primas genera una gran dependencia en relación con los ingresos que origina su explotación. Con mucha frecuencia, los poderes públicos se endeudan masivamente para invertir en actividades extractivas o para sostener un tren de vida ligado a la euforia de elevados ingresos provenientes de la exportación de bienes primarios. Cuando el precio de éstos baja, el peso del reembolso de la deuda obliga a los gobiernos a comprimir los gastos, con dramáticas consecuencias para los presupuestos sociales.
Por lo tanto, en lugar de recaer en el mito «desarrollista extractivo-productivista», es mejor tener un programa a largo plazo cuyo objetivo sea disminuir la dependencia de las exportaciones y mejor aún, repartir la producción de la riqueza nacional en un círculo virtuoso basado en la satisfacción y la promoción de la demanda interior, lo que implica dar prioridad y garantizar los derechos económicos, sociales y culturales de toda la población (en detrimento del frenético consumo de lujo de las clases sociales más ricas).
Lo importante es priorizar la integración regional entre los países cuyos gobiernos comparten una misma visión de los cambios estructurales necesarios (en el ámbito de la propiedad, de los derechos sociales, de los derechos de las mujeres, de los derechos de los pueblos originarios, de los derechos culturales, civiles y políticos...), rechazando la lógica capitalista y productivista.
En la parte positiva vemos que Venezuela, Bolivia y Ecuador tienen, junto a Cuba, un papel de aguijón en el ámbito del conjunto de Latinoamérica para favorecer, en diferentes niveles, una mejor integración: ALBA, UNASUR, Banco del Sur, la puesta en marcha de una nueva unidad de cuenta monetaria, el SUCRE, con el fin de reducir la preponderancia del dólar en los intercambios entre los países de la región. (4) Sin embargo, a pesar de los esfuerzos positivos de los tres países, se está perdiendo un tiempo precioso y el significado dado al proyecto del Banco del Sur no marca ninguna profunda ruptura con las instituciones multilaterales, como el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, y el FMI. Y es otra ocasión que puede perderse(...)". Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz
Fuente original: http://www.ecoportal.net/
Fuente: http://www.noalamina.org/ / 16-12-09
31 de octubre de 2009
Ruptura del yugo colonial, dijo la Presidenta
"Yo decía hace unos instantes en La Moneda que Argentina y Chile también están desarrollando una explotación binacional de carácter minero único en el mundo que ha exigido grandes esfuerzos por parte de ambos países para poder acordar regímenes tributarios, laborales, intereses y realmente es un ejemplo de cómo se puede llevar adelante el trabajo cuando los intereses son comunes y, por sobre todas las cosas, cuando tenemos la inmensa responsabilidad de dar cuenta a nuestras sociedades, a nuestros pueblos de las cosas que hacemos para mejorar su calidad de vida. Y mejorar su calidad de vida hoy aquí en Chile, en la Argentina y en todas partes en este mundo globalizado, es asegurar trabajo decente para que la gente pueda progresar y ver que su sistema de partidos políticos no es una sociedad entre unos pocos, sino que verdaderamente representan los intereses de la comunidad".
Entre los muchos resultados del encuentro debe destacarse la creación de la Coalición Argentino-Chilena de Ciudadanos e Instituciones por el No a las Minas de Pascua Lama y Veladero. Pascua Lama, indicó Jennifer Ibarra, organizadora del Foro, "creó un tercer país ubicado entre la Argentina y Chile donde no existen controles ni aduanas". Agregó además que tanto las minas de oro como de uranio "comprometen seriamente la provisión de agua en valles semiáridos y desérticos".
Fuente: http://www.noalamina.org/ /mineria-latinoamerica/mineria-general/argentinos-chilenos-unidos-contra-pascua-lama-veladero
30 de octubre de 2009
Patriotismo dijo la Presidenta en Chile
1) POBREZA Y CONTAMINACIÓN SIN TREGUA
Andalgalá - 27/10/2009. Salta cada vez más a la vista que los pueblos del interior (Andalgalá - Belén y Santa María) son empobrecidos a niveles en donde los desempleados comienzan a perder el miedo y exigir a las autoridades los derechos que los asiste, pues ven cómo unos cuantos se enriquecen, mientras que la mayoría de la gente está cada vez más pobre.
Sí a la Vida
Sí al Trabajo Digno
Sí al Agua pura
Sí a las Familias
Sí a los Derechos Sociales.
Texto de la carta de los desocupados
Los abajo firmantes todos vecinos del Bº Huachaschi y desempleados nos vemos en la necesidad de dirigirnos a Ud. a los fines de solicitarle trabajo en la Municipalidad de Andalgalá ya que al encontrarnos sin un medio de vida, nos vemos imposibilitados de cubrir las necesidades de nuestras familias.
Es grande el dolor cuando le decimos a nuestros hijos que no tenemos nada para darles de comer, que no tenemos para comprar el remedio, que no tenemos para comprarles los que los maestros o profesores les piden, también es doloroso tener que vivir amontonados en la casa de un familiar o a donde se nos permita hacer una pieza precaria, es doloroso también tener que decirles a nuestros hijos que no podemos comprarle la ropa que necesitan, que pasen frío, etc., como verá son muchas nuestras necesidades.
Creemos que es tiempo que toda la riqueza que ustedes dicen que tiene nuestro departamento sea del pueblo y no de unas cuantas familias que hicieron dinero, sentimos que nos están saqueando nuestras riquezas y para el pueblo nada queda, trabajar por un mes o tres meses que dura un contrato no es un trabajo digno porque siempre nos preguntamos ¿hasta cuando será?, ya van 12 años de explotación minera en Andalgalá y no vemos desarrollo ni progreso en nuestra ciudad, porque entendemos que hay progreso y desarrollo cuando se crean fuentes de trabajo que duran en el tiempo y no para zafar como decimos nosotros, somos conscientes de los derechos que tenemos como ciudadanos, todos ellos están reconocidos en nuestra Constitución Nacional, para ello transcribimos una pequeña parte de ella a continuación:
Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.
Art. 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial. queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo. El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable.
En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.
Como verán, son muchos nuestros derechos, pero parece que en Andalgalá, todo es de la boca para afuera, porque los desocupados somos muchos, porque los que no tenemos vivienda también somos muchos, por lo que cuando entreguen las casas del IPV esperamos que no sea como otras veces que se las dan a la gente que tiene y no a los que las necesitamos.
- Queremos alimentar, educar y darles una vida digna a nuestros hijos por eso acudimos a ustedes para que de una vez por todas, los hechos sean realidades y no simples promesas electorales, ya no podemos vivir con las promesas, queremos el pan de cada día, queremos poder comprar libros, queremos sentirnos que trabajamos para nuestra tierra, para nuestra sociedad en donde elegimos vivir, queremos ser tratados dignamente, no pedimos que nos hagan favores, exigimos lo que nos corresponde, porque cuando compramos un kilo de pan o un litro de leche haciendo alguna changa, estamos pagando los mismos impuestos que los ricos, I.V.A., impuestos a las ganancias, ingresos brutos y otros impuestos, hasta la mano de obra de lo que compramos cuando consumimos cualquier cosa.
- Queremos soluciones, por eso el pueblo los eligió para que representen los intereses de toda la gente y no de unos cuantos, que tienen hasta para comprarse agua mineral para consumir, mientras que nosotros tenemos que tomar el agua alterada por las empresas mineras que destruyen nuestras montañas. Estamos sufriendo varias enfermedades y no tenemos los medios para pagar nuestra salud, ni para viajar a Catamarca o a otro lado. Por ello, por todo lo que expresamos antes es que queremos soluciones y no promesas.
En caso de no obtener una respuesta favorable a nuestros pedidos, nos veremos obligados a llevar a cabo otras acciones junto a nuestras familias. Sin otro particular y en espera de lo solicitado saludamos a Ud. y su gente atentamente.
2) MÁS TÓXICOS, MÁS PROTESTAS Y MÁS REPRESIÓN
Los vecinos de Andalgalá intentaron frenar camiones que llevaban minerales radioactivos a cielo abierto, algo prohibido. Los manifestantes fueron violentamente reprimidos por la policía luego de que a la madrugada del 29 de octubre hubiera una nueva rotura del mineraloducto de Minera Alumbrera cerca de Villa Vil contaminando el río. La policía detuvo a uno de ellos.
29/10/2009. Tres vecinos de la ciudad de Andalgalá, provincia de Catamarca, padecieron la resistencia de la policía este jueves a la madrugada cuando intentaban interceptar camiones que transportaban residuos tóxicos de los derrames de un ducto roto de la Minera Alumbrera.
El ducto que transporta el mineral desde esta provincia hasta Tucumán, se rompió en horas de la madrugada entre la ciudad de Andalgala y Villa Vil, contaminando el rio Villa Vil. En el lugar trabajan policía mineros y también se manifiestan pobladores ambientalistas que cortaron la ruta a la altura de la localidad de Villa Vil, en el departamento Belén, dijeron medios locales.
Según explican los vecinos de la ciudad, los drenajes ácidos y los derrames tóxicos del ducto son muy frecuentes y en forma "reiterada e impunemente" contamina las tierras y las aguas con los minerales preparados en forma concentrada.
En diálogo con Criticadigital, Aldo Flores, uno de los vecinos autoconvocados, explicó que el miércoles a la noche "tuvimos la noticia de que se había roto un mineralducto con destino a San Juan y que iban trasladar los restos a cielo abierto para traerlo de vuelta a la Alumbrera, acá en Andalgalá". "Salimos tres vecinos a interceptar los camiones y fue ahí donde la policía, que tiene que velar por nuestros intereses, nos corrió de la ruta por orden de la fiscal de turno que a su vez recibió la orden de la Provincia", detalló.
En tanto, el director de Minería local, Luis Molina, dijo que los camiones transportaban material impregnado con hidrocarburos y con concentrados, "los que son producto de una limpieza en la válvula del ducto".
Como reacción a la medida de fuerza la fiscal de Andalgalá, Marta Moya, dispuso despejar el paso a los camiones y el arresto del reconocido militante Urbano Cardozo. "Me comuniqué con Cardozo para solicitarle que cambie de actitud, pero que él no quiso, por lo que di la orden de que lo arresten. Lo único que me contestó fue que estaba cumpliendo con el artículo Nº 41 de la Constitución Nacional", indicó la repudiada fiscal al diario local El Ancasti.
En ese operativo de la policía quedó detenido un vecino de unos 70 años, de nombre Urbano Cardozo, quien fue liberado recién este jueves al mediodía. Minutos antes, un grupo de vecinos de acercó a la comisaría para pedir su liberación y cortaron el tránsito mientras repartían información sobre lo ocurrido y sobre sus denuncias sobre la minera.
La principal denuncia sobre la industria recae sobre el hecho de que trasladen minerales tóxicos a cielo abierto cada vez que se rompe el caño especial para transportarlo. Ellos insisten en que no se puede llevar ese mineral concentrado al descubierto, que además contamina el cielo y la tierra cuando se derrama. En ese sentido, denuncian además que la empresa no posee la tecnología para medir el nivel de radioactividad.
Detenido por proteger el medio ambiente
En rigor, Cardozo le recordó a la funcionaria judicial que el citado artículo contempla que todos los habitantes gozan del derecho "a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley".
Este artículo también sostiene que las autoridades deberán proveer a la protección de este derecho y a la utilización natural de los recursos naturales y su preservación. Además, prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los radioactivos. Justamente, se acusa que los desechos que transportaban los camiones, que se dirigían a la explotación de Minera Alumbrera, son potencialmente tóxicos.
Declaraciones periodísticas de Urbano Cardozo
El ambientalista Urbano Cardozo, de Andalgalá, provincia de Catamarca estuvo detenido este jueves de mañana por detener camiones de la Alumbrera YMAD, que transportaban sustancias peligrosas.
Tras enterarse de la ruptura del mineraloducto en el río Villa Vil, a 2 kilómetros de Andalgalá. Urbano Cardozo junto a cuatro compañeros de "Vecinos por la vida" interrumpieron el paso de los camiones que transportaban "esa sopa química" de uranio y tanio "sin orden del juez" y sin tomar los recaudos necesarios para transportar esas sustancias. "Eso debe ir herméticamente cerrado y los llevaban tapado con una mediasombra".
Cardozo contó que lo mantuvieron arrestado varias horas, en lo que lo despojaron de sus pertenencias. Además señaló que no estaba cortando ninguna ruta "porque el camión pasaba por otra parte", según consigna El Ancasti. "Exigimos que el concretado que llevan los vehículos al menos sean transportados debidamente tapados en forma hermética", agregó el vecino de Andalgalá quien reclamó que se informe dónde se produjo el derrame de concentrado debido a que se sospecha que se habría afectado algún río de la zona.
En diálogo con RADIO MÁXIMA Urbano relató que cuando lo llamaron del juzgado para que liberara el paso él respondió que estaba "defendiendo el artículo 41 de la Constitución y como a la jueza no le gustó, ordenó la detención". De todos modos, Urbano aseguró que no va a "dar el brazo a torcer", y relató las consecuencias que he tenido el madio ambiente y la salud de los pobladores el funcionamiento de la minera a cielo abierto Alumbrera YMAD: "Las frutas no crecen, las abejas y las aves desaparecieron, aumentaron las enfermedades en las vías respiratorias y subió un 300 por ciento el número de casos de cáncer".
Finalmente Urbano remarcó que la Alumbrera consume un millón de litros de agua por día "y no pagan nada". Destacó la lucha en "la tranquera de Arroyo Verde" y le pidió a Gualeguaychú que no aflojara. (Escuchar los audios que se acompañan al pie de este artículo).
El caño del despojo y la destrucción
El mineraloducto, que desemboca en la planta de filtrado de Ranchillos, en Tucumán, es una de las obras más repudiadas de la minera dada sus constantes roturas y el vertido de concentrado que esto ocasiona.
Según el ambientalista Alfredo Carbonel de Pro-Eco, un ejemplo del rechazo que este ducto genera se lo vive hoy en Concepción. "Allí sobre el cauce del río Gastona, empleados de la minera están trabajando en la reubicación del ducto siempre a través de este río. Las poblaciones aledañas viven con el corazón en la boca porque se siguen sumando vertidos tóxicos", denunció.
Carbonel explicó que se hizo una denuncia en una fiscalía local para registrar oficialmente los trabajos sobre la cuenca del Gastona.
"Nos vemos obligados a advertir una vez más, que nadie le pone límite a los múltiples derrames de un mineraloducto colapsado y que la propia minera reconoce la necesidad de rotar anualmente el caño por desgaste de materiales y roturas. El mineraloducto tiene 316 kilómetros desde la planta en Catamarca hasta Ranchillos y va sembrando la escoria de metales pesados y sopa química en su trayecto, y también en el vertido final en el canal DP2, que vuelca su torrente en el Embalse de Río Hondo", agregaron los ambientalistas en un comunicado de prensa.
Fuente: http://www.noalamina.org/ /
La IIRSA como estrategia de poder hegemónico
- La «crisis» da paso a una mucho mayor concentración de la riqueza y el poder y concede condiciones de fuerza y al mismo tiempo de vulnerabilidad a un poder cada vez más exclusivo y excluyente que, en su arrogancia, va poniendo en operación mecanismos variados de soporte y de articulación o cohesión en un entorno crecientemente contradictorio.
- La «crisis cíclica», en las circunstancias actuales, es indicativa de la incapacidad del mercado para garantizar por sí solo las condiciones generales del proceso de acumulación del capital y de apropiación privada de la riqueza y, en ese sentido, apela a los mecanismos de contención social para asegurar aquello que el mercado no logra cohesionar y controlar, sobre todo cuando la economía capitalista es al tiempo legal e ilegal. A nadie escapa que la crisis económica no está tocando los sectores ilegales que sin duda contribuyeron a generarla y muy probablemente serán parte de su solución.
Como quiera, la «crisis» exige un cambio de estrategia y un cambio de modalidad de dominación que abarca todas las dimensiones de la organización social, territorial y política del sistema, sobre todo porque la necesidad de restablecimiento de las condiciones generales de valorización correspondiente a los momentos de ajuste cíclico, característicos del funcionamiento regular del proceso de acumulación de capital, ocurre ahora en un contexto de cuestionamiento integral, de crisis sistémica, de incapacidad para resolver internamente la contradicción progreso-depredación que proviene de los fundamentos mismos de la sociedad capitalista como lugar del dominio de la naturaleza por el hombre.
Por este motivo la «crisis actual» no es solamente financiera ni se resuelve con subsidios y ajustes estatales o con fusiones y centralización del capital. Eso permite seguir adelante pero simultáneamente agrava la situación de suicidio técnico en que se encuentra irremediablemente el capitalismo, a pesar de su capacidad para mantener al mundo entero bajo sus reglas de funcionamiento, aun sabiendo que tienden, paradójicamente, a la insustentabilidad de la vida misma.
La IIRSA como estrategia de poder hegemónico
La fuerza interna del capitalismo se defiende y se reconstruye permanentemente a través del diseño de un conjunto de estrategias integrales, multidimensionales, que se despliegan planetariamente, entre las que se encuentran los megaproyectos de reordenamiento territorial, que son necesariamente también de reordenamiento político, como el de la Integración de la Infraestructura Regional de Sudamérica, IIRSA.
La principal virtud de proyectos como IIRSA es la de ser capaces de restablecer y potenciar las condiciones generales de la valorización, más que la de generar negocios suculentos en su propia puesta en práctica, cosa que también ocurre.
Observados desde una perspectiva amplia, la IIRSA y el Plan Puebla Panamá son dos partes de un mismo proyecto: los dos fueron supuestamente ideados por algún Presidente de la región, en un caso Fox, en México, y en el otro Cardoso, en Brasil. Con toda la distancia cultural, intelectual y política que hay entre ambos, presuntamente al mismo tiempo diseñaron dos proyectos similares y geográficamente empatados. Las negociaciones y puestas en práctica específicas varían de acuerdo a las condiciones subregionales, pero los fundamentos de los proyectos no: construir una infraestructura de comunicaciones, transportes y generación de energía que constituya un ágil y dinámico sistema circulatorio que permita enlazar las economías regionales al mercado mundial.
- Un único proyecto de mercantilización total de la naturaleza para uso masivo desde el centro de México hasta la punta de Tierra del Fuego. No se trata de la explotación de los elementos naturales para uso doméstico, ni local ni nacional, sino de su explotación de acuerdo con las dimensiones de un comercio planetario sostenido, en un 50 %, por empresas transnacionales.
- La infraestructura que se propone –y que se requiere- es justamente la que permitirá a América Latina convertirse en una pieza clave en el mercado internacional de bienes primarios, a costa de la devastación de sus territorios, abriendo nuevamente esas venas de la abundancia que sangran a la pachamama y que alimentan la acumulación de capital y la lucha mundial por la hegemonía.
La dimensión de la explotación del territorio de América Latina y de extracción de sus elementos valiosos se encuentra en relación con los niveles crecientes demandados por una economía mundial que responde a las vertiginosas necesidades de multiplicación de las propias ganancias mucho más que a las necesidades reales de la población del mundo, y llama a una agilización de la circulación de mercancías para reducir al máximo los momentos improductivos del capital.
El nivel de extracción y producción de las empresas involucradas, aun cuando su origen sea local, se ha modificado en proporción a esta nueva demanda de recursos. Casos como el de Vale do Río Doce son sintomáticos de las nuevas dinámicas: empresa enraizada en la producción minera en una zona de gran abundancia de yacimientos es poco a poco extranjerizada a través de la colocación de acciones en la bolsa de valores de Nueva York o similares y sus niveles de producción, ya grandes, se multiplican de acuerdo con las necesidades de valorización de los capitales propietarios.
El ritmo de los trenes que transportan el hierro al puerto se incrementó y la cantidad de vagones cargados se multiplicó en los últimos años, asegurando con ello la posesión privada, fuera de la tierra, ya en calidad de mercancía, de un elemento natural que se ha convertido en parte importante de la disputa hegemónica. Con esto se acrecienta el saqueo del que han sido objeto los pueblos latinoamericanos desde hace más de 500 años, con los inicios de la conquista-colonización, y se somete a los territorios, espacio de la relación naturaleza-sociedad a una depredación salvaje e irreversiblehace más de 500 años, con los inicios de la conquista-colonización, y se somete a los territorios, espacio de la relación naturaleza-sociedad a una depredación salvaje e irreversible.
La exportación de materias primas, vista por los analistas macroeconómicos como un signo de desarrollo y prosperidad, está alterando las condiciones mismas de la vida por su carácter masivo y por responder a necesidades ajenas a las de las sociedades locales. Y lo mismo ocurre con las modernas vías de transporte que se proponen y se están habilitando con la IIRSA. Las rutas de la IIRSA colocan al enorme territorio sudamericano a disposición de las necesidades de saqueo de los recursos estratégicos, como puede observarse en el mapa 1 que muestra lo que yo considero el diseño estratégico de la IIRSA .
Ahora los canales interoceánicos no buscan la ruta más corta entre océanos sino la más vasta, la más rica. Los 80 kms del Canal de Panamá son ahora sustituidos por 20 mil km de la ruta amazónica. Esta diferencia de criterios pone en evidencia que la conexión tiene otros propósitos que los buscados en el pasado, de conformidad con el aumento de capacidades y envergadura de la apropiación capitalista. Con las rutas de la IIRSA se asegura no solamente la extracción de recursos de cada una de sus partes, sino que esa extracción se realice de manera articulada. Se vinculan intereses nacionales o locales con intereses transnacionales e incluso estratégicos.
Las rutas de IIRSA pasan por las fuentes de agua, minerales, gas y petróleo; por los corredores industriales del subcontinente; por las áreas de diversidad genética más importantes del mundo, por los refugios indígenas y por todo aquello que es valioso y apropiable en Sudamérica. La ampliación de los caudales de los ríos para dedicarlos al tránsito intenso está poniendo en riesgo los pantanales y degradando las condiciones de vida de especies animales y vegetales al tiempo que violenta los modos de vida de comunidades aledañas o vinculadas; la explotación y exportación masiva de minerales castiga a la selva con un tráfico pesado constante que va comiéndose rápidamente la mancha amazónica y amenaza los glaciares; las modalidades locales de organización de la vida se ven confrontadas con una dinámica vertiginosa que no les corresponde y que las altera externa e irreversiblemente.
El entramado de intereses de la IIRSA
Han sido ampliamente denunciados los daños presentes o previsibles que acompañan este proyecto y aun así la insistencia por mantenerlo es tenaz. Cabe preguntarse entonces qué clase de intereses prevalecen sobre los altísimos riesgos ecológicos y sociales que entraña la IIRSA.
- Por un lado, el hecho de contar con la anuencia o incluso el entusiasmo de muchos de los gobiernos latinoamericanos es resultado de una combinación en la que gobiernos y empresas locales reciben algunos beneficios que, a su nivel, pueden ser significativos.
- Por otro lado, evidentemente una red infraestructural de las características de la planeada es sin duda un facilitador de las actividades extractivas, y económicas en general, de los grandes capitales del mundo en busca de recursos valiosos, que en muchos casos pueden ser considerados estratégicos para la reproducción global del sistema y, por tanto, para el aseguramiento no sólo de las condiciones de vida del capitalismo sino también de la hegemonía.
La construcción misma de la infraestructura parece no ser el plato más codiciado. Las grandes transnacionales tienen como foco de interés la explotación de los recursos, mucho más que los negocios grandes para los inversores locales, pero relativamente pequeños para ellas, de construcción de carreteras, ferrovías, hidrovías, represas y otros similares.
Por la manera como se han comportado los gobiernos y las empresas, parece haber casi un acuerdo de complementariedad en el que ambos se benefician y por ello mismo ambos defienden el proyecto como propio. El abigarramiento de intereses se ha acrecentado últimamente por la entrada de capitales extranjeros a empresas locales, las más de las veces relacionadas con las actividades extractivas, como es el caso de Vale do Río Doce.
Quizá la empresa latinoamericana más favorecida por la IIRSA actualmente es la Odebrecht, que se anuncia como empresa brasileña. Por tratarse de una empresa de ingeniería y construcción, en esta primera etapa se ha involucrado en proyectos en toda la región de IIRSA.
Odebrecht tiene inversiones en América en 13 países, además de Brasil. Abarca geográficamente desde México hasta Argentina, con actividades también en el Caribe (República Dominicana), Centroamérica (Costa Rica, Panamá) y Sudamérica (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay), como puede observarse en el mapa, que muestra la cercanía de las áreas de sus proyectos de inversión con las que contienen los recursos más valiosos.
En las actividades extractivas históricamente se ha registrado la presencia de grandes transnacionales extranjeras, y de ahí esta vinculación de intereses que mencionábamos. Es un sector en el que la competencia dificulta la entrada de capitales nacionales, sobre todo después de la desprotección y el cambio de criterios sobre los patrimonios nacionales inducidos por el neoliberalismo.
Revisando las listas de las 500 empresas más grandes del mundo elaborada desde hace ya largo tiempo por la revista Fortune, y las de las 500 más grandes de América elaborada por la revista América economía, lo que se observa es la escasa participación de empresas latinoamericanas en las actividades de mayor envergadura. Aún cuando se encuentren en estas actividades, su participación es de mucho menor monta, excepto en los casos de Odebrecht, Aracruz y Votorantim, las tres originalmente brasileñas.
La extracción de petróleo y gas tiene en algunos países exclusividad de empresas del Estado pero, en lo que toca al resto, las empresas principales en este sector son Exxon, Royal Dutch, British Petroleum, Chevron, CONOCO-Phillips, ENI, Petrobras, Repsol-YPF, SK, Occidental Petroleum, Lukoil, EnCana y Oil and Natural Gas. La localización de proyectos de estas empresas no deja duda de su buen tino pues se encuentran en todas las regiones de importantes yacimientos, como se observa en el mapa. Estas locaciones quedan bien protegidas por las facilidades infraestructurales proyectadas por IIRSA, de manera que su acceso al mercado mundial, de por sí ya bastante ágil, se vería aún mejorado. (…)
La apropiación de bosques, naturales o generados artificialmente, tiene sus principales zonas en puntos muy específicos. Su despliegue territorial es mucho menos extendido que los de las actividades anteriores, pero se trata también de capitales de gran envergadura, vinculados con la producción de celulosa y papel (ver mapa). Las empresas principales que se encuentran en el sector son Stora Enzo, Weyerhauser, Aracruz Celulose, Votorantim Celulose, Kablin, Suzano Papel e Celulosa, CELCO y CMPC, las dos últimas con inversiones en el sur de Chile.
Evidentemente además de todas las empresas mencionadas hay un entramado de empresas más pequeñas vinculadas con las actividades de las grandes, sin embargo o bien son completamente dependientes de éstas, o sus niveles de producción no repercuten en los grandes mercados ni definen las dinámicas de la economía.
La idea de mostrar el despliegue geográfico de estas grandes inversiones proviene del interés de revisar la capacidad de estos agentes capitalistas para ocupar y definir el territorio y sus dinámicas. Una de las cosas que nos debe preocupar es cómo el territorio está siendo expropiado y cómo proyectos como IIRSA refuerzan esa tendencia.
Y, en realidad, aunque en este terreno podemos constatar la gran cantidad y diversidad de los intereses en juego, es el sujeto hegemónico quien marcha a la cabeza del proceso. Nosotros tenemos un cálculo del territorio extranjero ocupado por bases militares estadounidenses pero sería necesario medir el ocupado por las propiedades de las empresas para tener una idea cabal de la dimensión territorial de la dominación.
Con esos cálculos podríamos encontrarnos en mejores condiciones para valorar si es IIRSA un proyecto de los Estados sudamericanos o una exigencia de esos grandes capitales que arrastran a los Estados a formular las políticas que los benefician, porque ¿qué son los Estados hoy si no una parte de ese sujeto económico, de ese sujeto dominante que a veces se llama capital brasileño, a veces capital ecuatoriano, muchísimas más veces capital estadounidense pero que, finalmente, revela una fusión de intereses en relación con el gran capital de las empresas trasnacionales, impulsadas, protegidas y representadas por el Estado norteamericano.
Incluso hoy aunque es difícil hablar de nacionalidad del capital, efectivamente hay un enorme peso del capital estadounidense en todas las actividades más importantes, más dinámicas y con mayor futuro en el mundo. Eso autoriza a seguir hablando del sujeto estadounidense como sujeto hegemónico, es decir, ese gran capital que se aglutina en torno al Estado estadounidense aunque contenga algunos mexicanos, brasileños, japoneses o capitales provenientes de cualquier otro lugar pero incorporados orgánicamente a esa estructura de poder.
*economista mexicana, es investigadora en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, México. www.geopolitica.ws - Fuente ALAI, América Latina en Movimiento - http://alainet.org
Fuente: http://www.ecoportal.net/ /28-10-09
Función de la descentralización o 'federalismo' y la exclusión social
Frente a una relación totalmente asimétrica, donde los consorcios cuentan con recursos económicos y políticos para imponer su poder, ante comunidades cada vez más desprotegidas y atrapadas en la pobreza, el desempleo y la corrupción de autoridades locales, estatales y federales, se favorece que el grueso de los beneficios por la extracción minera se queden en la corporación, mientras que la mayor parte de los costos se quedan en el espacio local.
Régimen político informal
Claudio Garibay Orozco, catedrático del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM, destacó que las grandes mineras que operan en el país han instaurado un régimen político informal y metajurídico de alcance microrregional gobernado actualmente por corporaciones globales.
En el territorio nacional –afirmó– “tenemos decenas, y próximamente centenas, de pequeños puntos que identifican una región autonómica de facto, organizada y gobernada por y para la corporación global, donde opera un proceso de despojo del espacio social campesino”.
Al participar en el foro Ecología política de la minería en México. aspectos socioeconómicos, legales y ambientales, convocado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (Ceiich) de la UNAM, señaló que -en el país- asistimos a un proceso de acumulación minera por desposesión campesina.
La estrategia de las empresas del sector –agregó– es crear un sistema clientelar con la comunidad, a la que le rentan sus tierras por cantidades muy bajas, no superiores a los mil 200 pesos por hectárea, y, aprovechando las condiciones de extrema pobreza, tratan de ganarse la confianza de los pobladores con acciones altruistas, para finalmente imponer un cacique creado de acuerdo con sus intereses.
Por su parte, Gian Carlo Delgado, catedrático del Ceiich, afirmó que en un contexto de creciente deterioro ambiental, generado por la explotación minera en el país, se debe evaluar no sólo el saqueo sistemático de los recursos naturales, al ser una economía basada en la exportación de materia prima no renovable, particularmente minerales y petróleo, sino considerar la deuda ambiental que están generando los países desarrollados ante los efectos devastadores en la extracción de minerales, que en muchos casos son considerados estratégicos para Estados Unidos.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2009/03/11/index.php?section=sociedad&article=043n2soc
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28 de octubre de 2009
Saqueo mediante economías de enclave o 'federalismo'
Gian Carlo Delgado Ramos, en "Deuda ecológica y ecología política minera en América latina", nos aclara acerca de la profundización de los esquemas de transferencia de riqueza desde los países periféricos a los centrales del sistema capitalista:“El saqueo colonial entre 1503 y 1660 se calcula, sólo para América latina (AL), en una extracción de metales preciosos del orden de unos 185 mil kilos de oro y unos 16 millones de kilos de plata. Los impactos ecosociales de tal explotación minera, fueron devastadores pero, ciertamente, no podían alcanzar las dimensiones insostenibles que se registran hoy y que son resultado tanto de las dimensiones que ha alcanzado la actividad minera mundial, como del empleo de tecnologías y técnicas altamente rentables a costa de mucha más destrucción.
Tal mecanismo de transferencia de la riqueza natural se ha venido consolidando (...)".
"Una actividad que, lejos de reducirse en términos de tonelaje de minerales extraídos, se ha incrementado año tras año (...)".
Destaca que "el sistema capitalista de producción, desde los inicios de su expansión, se identifica como la existencia de flujos crecientes de transferencia de recursos por la vía de esquemas coloniales de explotación. Más recientemente consiste en el funcionamiento de lo que se ha calificado como "economías de enclave" (aquéllas que transfieren recursos a favor de los acreedores sin generar encadenamientos endógenos relevantes)".
Advierte:
- "Poco más de la tercera parte de las mayores empresas operando en AL están vinculadas, de algún modo, con el sector extractivo, ello sin incluir aquellas dedicadas al sector agroindustrial ni al de rastreo de biodiversidad y su conocimiento asociado con el potencial comercial de aplicaciones farmacéuticas, químicas, cosméticas, etc. ni al del embotellamiento de agua para su exportación.
- Aún más, muchos de los procesos extractivos vinculados con el sector minero y siderúrgico emplean una cantidad gigantesca de energía que es aportada a bajo costo con recursos naturales de esos países saqueados, o sea, que además del costo ambiental de los procesos extractivos, deben internalizar los de generación de energía. (...)
- Se suma el uso masivo de agua que requiere dicho sector y que muchas veces genera conflictos por el acceso, el uso y el usufructo del recurso, que al final del proceso minero es desechado con altos índices de contaminantes como lo son metales pesados, arsénico, cloratos, cianuro, entre otros (...)".
- Se agravan las consecuencias socioambientales mediante "las diversas infraestructuras que se han emplazado y se tienen planificadas como parte de proyectos de 'desarrollo' de tipo extractivo e industrial-maquilador (autopistas, ferrocarriles de alta velocidad, hidroeléctricas, hidrovías, etc.). Ello es así porque, por un lado, tal infraestructura impacta directamente en los ecosistemas, muchas veces de modo irreversible; y porque, por otro lado, justamente esa infraestructura es la que permite intensificar la explotación de la población y los ecosistemas para facilitar la transferencia de riqueza a favor de los acreedores, particularmente de Estados Unidos, una potencia que históricamente ha mantenido una vasta proyección -incluyendo militar- sobre la región (...)".
Concluye: "La profundización de los esquemas de transferencia de riqueza de la periferia hacia los países metropolitanos, así como la agudización de la devastación ambiental que ésta y otros procesos generan, nos lleva a reflexionar sobre los impactos ambientales y sociales, pero también acerca de sus costos en términos de vidas no solamente humanas.
El debate sobre esta cuestión, con toda la amplitud de aspectos que vincula, se perfila como un asunto de trascendencia que se mantendrá en la agenda latinoamericana, tanto de parte de las elites de poder extranjeras y sus socios regionales (dígase oligarquía) como de los pueblos.
Desde el punto de vista de los movimientos sociales, el debate podría ser reducido (por algunos actores) a un asunto sobre el derecho universal a un medio ambiente sano que es vital pero -en el fondo- lo que está en juego no es sólo eso, sino sobre todo la definición de cómo los pueblos latinoamericanos (y del mundo) han de relacionarse con la naturaleza y cómo han de gestionar su autonomía. (...)
Por lo indicado, se hace necesario hablar de «seguridad ecológica», concepto que se propone para diferenciarlo del de «seguridad ambiental» cuya noción central es la securitización de los recursos y por tanto de la ausencia de justicia social. En sentido inverso, la seguridad ecológica es entendida como la seguridad (ecológica) de los pueblos y de la diversidad de formas de vida con las que compartimos el planeta. Esto es que la biosfera -como primer y último referente de la vida- se torna entonces elemento nodal en la lucha social puesto que obligadamente precisa la satisfacción de las necesidades básicas de los pueblos (lo que incluye su propia identidad y diversidad cultural e histórica), no sólo en el corto-mediano plazo sino, sobre todo, en el largo plazo".
Propone: "abrir la posibilidad de revertir aquellos proyectos ecológica y socialmente negativos depende de cuán sólido se construye el muro social con el que se toparán los diversos proyectos en cuestión, y que sólo son posibles gracias al papel activo de una elite latinoamericana que los avala y -por si fuera poco- los promueve y ejecuta principalmente a favor de la cúpula de poder de los países metropolitanos.
La guerra de clase que la oligarquía latinoamericana mantiene contra sus pueblos es fundamental para mantener la creciente transferencia de excedentes, pero al mismo tiempo también fortalece la lucha por la conciencia social como fundamento para la construcción de una alternativa económica, social y ecológicamente armónica".
Fuente: Realidad Económica Nº 246 de agosto-septiembre de 2009/ www.iade.org.ar
24 de octubre de 2009
La violencia genocida al servicio de oligopolios globales
Y debatir. Y debatir con el pueblo todo lo que sea necesario. Todos los temas. Todo el tiempo. No sólo en campaña electoral, como dice Silva. Eso no sólo sería de gran ayuda para el propio Evo, esa retroalimentació n permanente con las masas, sino y especialmente para la buena marcha del proceso que todos saludamos en denominar Revolución Democrática y Cultural. Está claro que éste no debería ser un slogan, un nombre bonito, si no la marca ideológica de la etapa que vivimos de acumulación de fuerzas y es evidente que si hablamos de democracia y cultura revolucionarias, el debate fraterno, el debate profundo, el debate de frente, es la herramienta inmejorable para promover la toma de conciencia, organizar y crear poder popular.
Por ello, por medio de estas reflexiones, quisiéramos recordarle al Compañero Presidente que hace meses que el Compañero Manuel Lima, presidente del Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (FOBOMADE) le propuso un debate fraterno, profundo y de frente sobre la exploración petrolera en la Amazonía, la campaña Amazonía Sin Petróleo y un modelo de desarrollo más armónico y justo para la región donde el nació y a la cual representó como ex Secretario Ejecutivo de la FSUTCP.Evo, en varios actos y hace unos días frente a la prensa internacional, a modo de respuesta a esa solicitud de debate, se ha preguntado siempre: ¿de qué vivirá Bolivia si no quieren que explotemos los hidrocarburos? Precisamente, creemos que contestar esa pregunta sería una buena base para un debate tan necesario y urgente entre Evo y el pueblo, en este caso el amazónico. La respuesta está en la base de la discusión del tema fundamental: qué modelo de desarrollo se busca. Por eso, sería deseable que Evo se abra a ese debate y lo acepte con el conjunto de las organizaciones sociales de la Amazonía.¡Hay tanto que debatir en la Amazonía! ¡Hay tanto que debatir con los pueblos de la selva! El pasado 11 de septiembre conmemoramos la memoria de los mártires de la Masacre de Porvenir, con el propio Evo que estuvo allí, y sin embargo la violencia sigue, la impunidad sigue, los masacradores siguen sueltos por las calles y los pueblos… ¿no sería bueno debatir por qué? Esa violencia genocida tiene otro rostro en el despojo de la tierra y los recursos naturales que están practicando los neolatifundistas, vinculados a un modelo de desarrollo al servicio de intereses ajenos a la Amazonía y al país, intereses vinculados a empresas transnacionales patrocinadas por el estado brasileño, subsidiarias del capitalismo global.
¿No sería patriótico debatir eso?El rol de país de transito y el rol de proveedor energético que nos han asignado esas empresas, Lula y el capitalismo salvaje, a través de proyectos como el Corredor Norte o la represa de Cachuela Esperanza, proyectos que desvirtúan las aspiraciones del poblador amazónico, que busca producir para su comunidad, su municipio, su región, generando un desarrollo interno, basado en las potencialidades locales y en las capacidades organizativas productivas a la escala de sus necesidades. .. ¿No sería correcto, justo, urgente y necesario debatirlo?Nosotros creemos sinceramente que sí. Por Bolivia, por la Amazonía, por el pueblo y por la Revolución Democrática y Cultural que nos compromete a todos
Fuente: www.dariovive.org /LatinoAméricaAhora-Bolivia/16-10-09
29 de septiembre de 2009
No hay salida minera: trabajo para siempre, para todos, sin destrucción
Carta abierta de vecinos y organizaciones de las provincias patagónicas rechazan de plano los dichos del gobernador chubutense Mario Das Neves quien la semana pasada afirmó sin vergüenza alguna que "la minería es la única salida para la meseta". Pero no sólo eso, sino que en una sintética y rica enumeración le dicen a él y a los demás gobernadores de la región, intendentes y legisladores, todo lo que se puede hacer para que "generen trabajo para siempre, para todos y sin destrucción".
CARTA ABIERTA
Al Señor Gobernador de Chubut Mario Das Neves, y a los gobernadores, intendentes y legisladores de las provincias patagónicas.
¡¡NO ES CIERTO que la Minería es la única salida para la meseta patagónica!!
Y jamás podrá haber otra si quienes INTENTAN REPRESENTARNOS no usan la razón.
El desafío es pensar y explorar otras formas de economía, economías a escala humana y no a medida de los mega consumos de los países del norte y al facilismo de los gobiernos de turno.
- Pensemos en actividades que generen trabajo para siempre, para todos, sin destrucción.
- Preguntándonos siempre:¿cómo, para qué, para quiénes?.
- Evaluemos cuáles serán las consecuencias a corto y largo plazo de estas formas de producción, no podemos comprometer a las futuras generaciones con nuestra inconsciencia y las ambiciones de poder de unos pocos.
- DEBEMOS comenzar a trabajar con los niños y jóvenes desde las escuelas para pensar a la Región Central Patagónica, Santacruceña, Chubutense, Rionegrina y Neuquina, como una unidad pluricultural, geográfica, ambiental, social, productiva, industrial y comercialmente integrada.
- TENEMOS que trabajar en la meseta para lograr un polo tecnológico, donde el estudio de nuevas formas de energía contribuyan al bienestar de los vecinos. Desarrollemos la energía EOLICA Y SOLAR para cada poblado establecido, y de esa forma tener alternativas propias y limpias a la escasez de petróleo y gas.
- UTILICEMOS muchísimos menos cantidad de agua que las que pretenden envenenar las mineras, para sistematizar el riego y producir:
- Plantas para fijación de suelos tan necesarias en nuestra provincia para frenar el avance de la erosión.
- Plantas aromáticas.
- Producción, procesamiento y comercialización de semillas orgánicas de hortalizas en los valles interiores de la estepa patagónica, con certificación de calidad de origen.
- INSTALEMOS pequeñas plantas industriales para el procesamiento y comercialización de minerales en el sitio de producción (lajas; arcillas; pórfidos; bentonita; piedras preciosas para orfebres).
- HEMOS DE ORDENAR Y PROMOCIONAR el ecoturismo de observación científica anivel arqueológico, paleontológico, botánico, entomológico y ornitológico. Ofrezcamos turismo para la salud , la recuperación mental y espiritual en un ambiente sano.
- CRIEMOS choiques y guanacos para el propio procesamiento local de su carne, pelo y o plumas.
- INTEGREMOS NUESTRO TRABAJO para lograr la identificación, promoción y comercialización de la "LANA MERINO PATAGÓNICA"; a producir en campos donde se respete la biodiversidad del suelo, la carga y rotación de hacienda y sus principios sanitarios; sumando a ello el mayor valor agregado de la lana con el establecimiento de pequeñas industrias locales para su lavado, peinado, cardado, hilado y tejido semi industrial, tarea a conjugar entre las diversas comunidades rurales de los poblados de la región de la estepa santacruceña, chubutense y rionegrina.
- COMERCIALICEMOS la artesanía patagónica, de condición genuina, en los centros turísticos de la costa atlántica, la cordillera y el extranjero, controlando que la mayor parte de la renta quede para quien la produce y no para intermediarios.
Si confiamos en la creatividad, conocimiento, experiencia y control de la misma población de la meseta sobre su economía, no necesitaremos comprar los ESPEJITOS DE COLORES de las "REGALÍAS" que cada día nos hacen más dependientes.
Lejos de ser simplistas, estas tareas implican un arduo trabajo por parte de los gobernantes, pero fundamentalmente dependen de la decisión que tomen las comunidades implicadas en cada emprendimiento. Y para ello, y antes que nada, DECLARAMOS:
1) No puede haber una salida de principios democráticos para el poblador de la Región Central Patagónica , sin la debida autonomía política de las comunas rurales y las comunidades indígenas que la habitan; en cumplimiento de su pleno ejercicio de derecho de elegir sus propias autoridades; con lacomprensión y respeto por su cosmovisión vital y o principios idiosincrásicos, y desde ellos definir su propia característica evolutiva, sin presiones externas.
2) Este gobierno y los anteriores ya han demostrado su capacidad destructiva en otros sectores extractivos. No les vamos a permitir hacer lo mismo envenenando el agua, destruyendo la Naturaleza, saqueando nuestros minerales; creando AREAS DE SACRIFICIO en nuestra frágil Patagonia.
3) Mina Angela y Mina Gonzalito prueban que la minería no es la salida para la meseta, sino la entrada a gravísimos problemas de salud y ambientales (contaminación por plomo en San Antonio Oeste, pasivo ambiental mina Ángela).
4) La salida no puede ser una actividad prohibitiva, mejor busquemos una actividad LEGÍTIMA, LEGAL, razonable, posible en el tiempo, acorde al lugar y a largo plazo.
5) No queremos asociarnos con Aquiline Resources (quien a su vez es socia de una empresa con los antecedentes y prontuario de Monterrico Metals), Patagonia Gold (son los mismos que el proyecto Esquel), Golden Peaks (acusada de hacer un desastre en el campo donde trabaja), la ComisiónNacional de Energía Atómica (por sus antecedentes de daño ambiental), o Yamana Gold.
6) El propio gobierno de Chubut ha calificado a Aquiline Resources de "fraudulenta", ¿para qué queremos asociarnos con ella?
7) Las mineras canadienses ya llevan casi 10 años trabajando en la meseta ¿cuáles han sido los beneficios para las poblaciones, y cuáles han sido los beneficios para los accionistas?
8) ¿Para qué extraer plomo, un metal de extrema peligrosidad para el organismo humano y animal, mientras en el mundo se reduce cada vez más su uso?.
9) ¿Para qué extraer oro, plata, cobre o uranio a cambio de envenenar el agua, saquear nuestros bienes naturales, hacer indigno al poblador de la Patagonia?.
10) ¿Por qué pagar a las mineras para que nos roben alevosamente? Les entregamos la tierra, el agua, la energía con escandalosos beneficios económicos gracias a las leyes vigentes desde 1994.
Sres. gobernantes: La meseta central patagónica NO ES una gran bolsa de basura.
Impediremos con todas nuestras fuerzas que hagan lo que ya hicieron con la pesca, el petróleo, los bosques.
Fuente: http://www.noalamina.org/ 28-9-09
Honduras y la ocupación del Continente
Era el momento de creación de plataformas regionales de ataque bajo el velo de la guerra preventiva contra el terrorismo. Pero si en Palestina y el Medio Oriente había ya costumbre de recibir las ofensivas del Pentágono aderezadas con los propósitos particulares de Israel, en América no había ocurrido un ataque unilateral de un Estado a otro “en defensa de su seguridad nacional”.
El ataque perfiló las primeras líneas de una política de Estado que no se modificó con el cambio de gobierno (de Bush a Obama) sino que se adecuó a los tiempos de la política continental que, en esa ocasión, dio lugar a un airoso reclamo de Ecuador, secundado por la mayoría de los Presidentes de la región en la reunión de Santo Domingo.
Prudentemente se detuvo esta escalada militar para bajar las tensiones y dar paso al cambio de gobierno en Estados Unidos pero la necesidad de detener el crecimiento del Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y la búsqueda de caminos seguros para intervenir en la región, sobre todo frente a Venezuela, Ecuador y Bolivia, llevó nuevamente a Estados Unidos a involucrarse en proyectos desestabilizadores o directamente militaristas.
El golpe de Estado en Honduras, uno de los eslabones más frágiles de ALBA, conducido por un militar hondureño formado en la Escuela de las Américas, tramado en vinculación con la base de Palmerola, consultado con el personal de la Embajada norteamericana y asumido por la oligarquía hondureña -que si existe es por el auspicio de los intereses norteamericanos que requieren parapetarse en socios locales-, es el primer operativo de relanzamiento de esa escalada.
- Mal precedente el de un gobernante legítimo, derrocado por un golpe espurio, que termina siendo acusado de violar la Constitución y por ese subterfugio es equiparado con el gobierno de los golpistas. Tan defensor como violador de la Constitución es uno como el otro en el esquema de diálogo que se impuso después del golpe.
- Buen precedente el de un pueblo que se moviliza por el restablecimiento de la constitucionalidad y en contra de un golpe de Estado y de la militarización renovada que recuerda situaciones de un pasado cercano.
Mientras la nebulosa levantada por Honduras desvió la mirada, se volvieron a desatar los montajes para acusar de cómplices de las FARC-catalogadas como grupo terrorista en las listas del Pentágono-, a los Presidentes de Venezuela y Ecuador; y se revive un viejo acuerdo entre Colombia y Estados Unidos que otorga inmunidad a las tropas estadounidenses en suelo colombiano y permite la instalación de 7 bases militares norteamericanas que se suman a las seis ya reconocidas por el Pentágono en su Base structure report, sancionado por el Congreso.
Honduras constituyó el elemento desencadenador o, mejor, con todo y su gravedad, la cortina de humo que dio paso a la reactivación del proyecto interrumpido después del ataque a Sucumbíos: el establecimiento de una sede regional de la llamada guerra preventiva en América, justo al lado del Canal de Panamá y en la entrada misma de la cuenca amazónica pero, lo más importante en términos estratégicos coyunturales, en las fronteras de los procesos incómodos para los grandes poderes mundiales liderados por Estados Unidos.
Parar la militarización
Está en curso un proyecto de recolonización y disciplinamiento del Continente completo. Con la anuencia y hasta entusiasmo de las oligarquías locales, con la coparticipación de los grupos de ultraderecha instalados en algunos gobiernos de la región, se construye en América Latina mucho más que un nuevo Israel, desde donde el radio de acción se debe medir con las distancias que los aviones de guerra y monitoreo alcanzan en un solo vuelo, sin necesidad de cargar combustible; o con los tiempos de llegada a los objetivos circunstanciales, que son muy reducidos desde las posiciones colombianas; o con la capacidad de respuesta rápida ante contingencias en las principales ciudades de los alrededores: Quito, Caracas y La Paz; o con la seguridad económica que les da establecerse al lado de la franja petrolera del Orinoco, equivalente a los yacimientos de Arabia Saudí, al lado del río Amazonas, principal caudal superficial de agua dulce del Continente, al lado de los mayores yacimientos de biodiversidad del planeta, frente a Brasil y con posibilidades de aplicar la técnica del yunque y el martillo, contando con la cooperación de Perú, a cualquiera de los tres países que en Sudamérica han osado desafiar al hegemón.
Si bien Honduras muestra claramente los límites de la democracia dentro del capitalismo:
- El trasfondo de Honduras, con el proyecto de instalación de nuevas bases en Colombia y la inmunidad de las tropas estadounidenses en suelo colombiano, convertiría a ese país en su totalidad en una locación del ejército de Estados Unidos que pone en riesgo la capacidad soberana de autodeterminación de los pueblos y los países de la región.
- Las acciones de este enclave militar en América del Sur se dirigirán a los Estados enemigos o a los «Estados fallidos», que, de acuerdo con las nuevas normas impulsadas por Estados Unidos, pueden ser históricamente fallidos o devenir, casi instantáneamente, Estados fallidos “por colapso”.
Una vez decretado el Estado fallido la intervención puede realizarse desde Colombia, que ya estará equipada para avanzar sobre sus vecinos.
500 años después, los habitantes de América Latina tenemos que seguir deteniendo el saqueo, la colonización y las imposiciones de todo tipo, pero si no paramos la militarización y el asentamiento de las tropas de Estados Unidos en Colombia las luchas de los últimos 500 años habrían sido en vano.
Nuevamente, como en los viejos tiempos, cobra un sentido profundo la consigna: ¡Yankies, go home!".
- Ana Esther Ceceña, economista mexicana, es investigadora en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, México. www.geopolitica.ws
* Este texto es parte de la revista América Latina en Movimiento, No. 447 de agosto de 2009
Dario Vive. Portal latinoamericano de crítica social y pensamiento plebeyo
Fuente: http://www.dariovive.org/ Latino América Ahora-Honduras/ 20-8-09
11 de septiembre de 2009
Imperativo de desenmascarar algunos engaños sobre los monocultivos de árboles
"Los monocultivos de árboles a gran escala tienen graves impactos sociales y ambientales. Esto lo saben muy bien las empresas plantadoras. Por eso hacen grandes esfuerzos publicitarios para convencer a la gente de lo contrario. Es muy importante entonces conocer la falsedad de los argumentos manejados por las empresas y oponernos a la instalación de tales plantaciones.
DICEN QUE “las plantaciones son bosques”. Éste es el punto de partida de la pro-paganda en favor de las plantaciones. Nos quieren convencer de que si los bosques son social y ambientalmente necesarios, entonces las plantaciones también lo serán. Pero una plantación no es un bosque y lo único que tienen en común es que en ambos predominan los árboles.
Un bosque contiene numerosas especies de árboles y arbustos de todas las edades, muchas otras especies vegetales —en el suelo y sobre los propios árboles y arbustos (trepadoras, epífitas, parásitas, etcétera) y una enorme variedad de especies de fauna, que encuentran allí abrigo, alimentos y posibilidades de reproducción.
En cambio, una plantación se compone de una o pocas especies de árboles de rápido crecimiento (generalmente exóticos), plantados en bloques homogéneos de la misma edad, donde se impide el desarrollo de la vegetación local y la fauna no encuentra alimento alguno.
Los bosques están habitados por comunidades humanas que allí aseguran su supervivencia. Las plantaciones no albergan a comunidad alguna. Al contrario: las expulsan, privándolas de sus medios de vida. En las regiones afectadas por las plantaciones, las comunidades locales tienen todo eso muy claro y a partir de su propia experiencia describen las plantaciones como “desiertos verdes”, “bosques muertos que matan todo”, “bosques del silencio”, “milicos plantados”, "árboles egoístas”, definiciones mucho más ajustadas a la realidad.
Toda lucha contra el avance de estos monocultivos parte del hecho de que “las plantaciones no son bosques”.
Las grandes plantaciones generan muy pocos empleos, en general de muy baja calidad, casi todos de carácter temporal, con bajos salarios y en condiciones de trabajo donde prima la mala alimentación, el alojamiento inadecuado y el incumplimiento de la legislación laboral vigente. Son frecuentes los accidentes y las enfermedades laborales.
Además, en muchos países las plantaciones tienden a privar de sus anteriores fuentes de trabajo a los previos ocupantes de la tierra. Es común que estas plantaciones se instalen en tierras destinadas a la agricultura de subsistencia, por lo que incluso llegan a implicar que las fuentes de ocupación disminuyan en vez de aumentar, ya que los empleos generados son menos que los que se pierden. Cuando su instalación implica la previa destrucción del bosque, los pobladores locales se ven privados de las ocupaciones y fuentes de ingreso que dependen de los recursos provistos por el bosque. En casi todos los casos, con las plantaciones se expulsa a la población local, en particular hacia los cinturones de miseria de las ciudades.
En todos los países, de todas las actividades capaces de generar empleo a nivel rural la actividad plantadora es generalmente la peor opción —en cantidad y en calidad de empleos. Pese a ello, las empresas plantadoras y los gobiernos continúan difundiendo la falsedad de que las plantaciones generan empleo. A modo de ejemplo, en el Plan Nacional de Forestación de Perú (cuyo objetivo es promover las plantaciones) se afirma que las plantaciones generan un empleo directo cada 4 hectáreas. Para demostrar lo absurdo de tal cifra, basta decir que la Sociedad de Productores Forestales del Uruguay (que también sostiene que la forestación genera empleo) afirma que la forestación genera un empleo directo cada 70 hectáreas.
- Una plantación comercial produce un gran volumen de madera para industria por hectárea y por año. Pero eso es todo: el beneficiario directo de lo producido es la empresa propietaria de la plantación.
- Un bosque en cambio no sólo produce madera para el mercado, sino que su producción abarca otros tipos de árboles, vegetales, animales, frutas, hongos, miel, forraje, abono, leña, maderas para usos locales, fibras vegetales y medicinas generando además servicios de conservación de suelos, biodiversidad, recursos hídricos, microclima.
Cuando se sostiene que las plantaciones son mucho más productivas que los bosques, únicamente se compara el volumen de madera para industria que se puede extraer de ambos y en esa comparación la plantación parece superior. Pero si se compara la totalidad de bienes y servicios provistos por la plantación y el bosque, resulta evidente que este último es mucho más productivo que la plantación. Es más, en muchos aspectos la producción de la plantación es nula (por ejemplo en alimentos, medicinas o forraje) e incluso puede ser negativa, cuando afecta otros recursos como el agua, la biodiversidad o el suelo.
Lo anterior resulta muy claro para aquellas poblaciones locales que sufren los efectos de la implantación de extensos monocultivos forestales, pues sufren la pérdida de la mayor parte de los recursos que hasta entonces habían asegurado su supervivencia. Para ellos, la productividad de estas plantaciones es negativa.
DICEN QUE “las plantaciones forestales mejoran el medio ambiente”. Al ser disfrazadas como “bosques”, se dice que cumplen las mismas funciones que éstos: que protegen y mejoran los suelos, regulan el ciclo del agua y conservan las plantas y animales locales. Nada de eso es cierto.
En materia de suelos, las plantaciones provocan erosión, pérdida de nutrientes, cambios en la estructura física y composición química del suelo y compactación. Es decir: los suelos resultan empobrecidos, en muchos casos de modo irreversible.
El agua, vital elemento, es afectada en cantidad y en calidad. A nivel de cuenca, el volumen de agua disponible disminuye drásticamente luego de la instalación de plantaciones. Ello se debe a varios factores, pero el principal es el elevado consumo de agua de estas especies. Para crecer, los árboles llevan los nutrientes del suelo hasta las hojas, donde se produce la fotosíntesis. El vehículo para llevar los nutrientes hasta la hoja es el agua. Para crecer más, necesitan más nutrientes, lo que implica mayor uso de agua para transportarlos hasta las hojas. Dado que se trata de grandes plantaciones creciendo a un ritmo muy rápido, los impactos sobre el agua se vuelven cada vez más graves, y llegan a desaparecer humedales, manantiales, pozos y hasta cursos de agua. La calidad del agua también se ve afectada por la erosión y por el uso generalizado de agroquímicos que la contaminan.
Los impactos de las plantaciones sobre la flora (plantas, arbustos, árboles) y fauna (animales, aves, insectos) son muy graves.
Los ecosistemas locales (bosques, praderas, páramos) son destruidos y sustituidos por plantaciones de una sola especie, normalmente exótica (pinos, eucaliptos, melinas, teca). Las pocas especies de vegetales que logran sobrevivir son eliminadas con herbicidas. Para la mayor parte de las especies de la fauna local, las plantaciones son desiertos alimenticios, por lo que también desaparecen. Las pocas especies que logran adaptarse son exterminadas (en caso de que afecten la plantación) o se convierten en plagas que afectan a las producciones agropecuarias aledañas.
DICEN QUE “las plantaciones sirven para aliviar la presión sobre los bosques”. Alegan que al haber más madera disponible a partir de las plantaciones, se traducirá en una menor extracción de madera de los bosques nativos. Eso puede parecer lógico pero se ha constatado que las plantaciones son en general un factor más de deforestación porque:
• En muchos países, las plantaciones se instalan eliminando antes el bosque existente.
• En muchos casos, sustituir el bosque con la plantación determina la migración (voluntaria o forzada) de los pobladores de la región, que se ven obligados a ingresar a otras áreas boscosas donde inician un proceso de deforestación para poder atender a sus necesidades básicas. En esos casos es doble la deforestación generada por la plantación.
• La madera producida en plantaciones de ningún modo sustituye las valiosas especies del bosque tropical: ambas tienen mercados distintos. En tanto que la mayor parte de la madera de plantaciones se destina a la producción de papel y productos de madera de baja calidad, la madera extraída de los bosques (en particular tropicales) es transformada en productos de alta calidad.
• Se pasa por alto que la extracción maderera no es la única causa de deforestación. Numerosas áreas de bosques son eliminadas para destinar el suelo a cultivos de exportación (como la soja) o a ganadería extensiva; otras desaparecen bajo gigantescas represas hidroeléctricas; los manglares son eliminados para destinar el área a la producción industrial del camarón, la explotación petrolera y minera destruyen amplias áreas boscosas. Ninguno de estos procesos destructivos guarda relación alguna con la mayor o menor área destinada a monocultivos forestales, por lo que resulta claramente falso que puedan “aliviar la presión” sobre los bosques.
El área boscosa del continente sigue disminuyendo pese al avance de las plantaciones forestales en muchos países de la región, lo que demuestra que el pretendido alivio de la presión sobre los bosques no es más que publicidad interesada.
DICEN QUE “las plantaciones son necesarias para que todos podamos usar papel”. El uso de papel vinculado a la alfabetización, la enseñanza y el acceso a información escrita es utilizado por las empresas para justificar sus extensas plantaciones de pinos y eucaliptos destinadas a la producción de celulosa y papel. Sin embargo, gran parte de la madera y celulosa producidas en América Latina no están destinadas a producir papel para abastecer a la población de la región, sino a la producción y consumo de papel y cartón en Europa, Norteamérica y Asia.
De América Latina se exportan troncos, astillas (“chips”) y celulosa para su industrialización en esos destinos. Allí, cerca de 50% del papel y cartón producidos se destinan a embalaje y envoltura, y sólo un tercio se destina a papeles de escritura e impresión. De ese 30% gran parte se destina a producir impresos publicitarios y sólo un pequeño porcentaje termina en materiales de educación o difusión.
A eso se suma el uso excesivo de papel y cartón en los países con altos niveles de consumo. Mientras Estados Unidos, Finlandia y Japón tienen un consumo anual de papel per cápita de más de 300, 330 y 250 kilos respectivamente, países exportadores de celulosa como Chile, Brasil y Uruguay muestran un consumo per cápita de 64, 39 y 36 kilos respectivamente.
En suma, no sólo las plantaciones no proporcionan más papel a América Latina, sino que en gran medida sirven para alimentar un consumo de papel excesivo y socialmente innecesario.
DICEN QUE “las plantaciones permiten aprovechar y mejorar tierras degradadas”. Este argumento es absolutamente falso, ya que las plantaciones comerciales a gran escala nunca se instalan en tierras degradadas. La razón es muy sencilla: en tales tipos de suelos los árboles no crecen bien, y plantar allí no resulta rentable. Si realmente se quisiera restaurar ecosistemas degradados lo peor que se podría hacer sería plantar árboles como éstos que, impactan negativamente suelos, agua, flora y fauna.
La realidad es que los gobiernos —en alianza con las empresas— definen determinadas áreas como “degradadas” (y a veces simplemente como “ociosas” o “subutilizadas”) para justificar su apropiación y destinarlas a plantaciones. No es casualidad que precisamente en tales áreas los árboles crezcan muy bien y que su ubicación geográfica permita hacer rentable la inversión (fácil acceso, cercanía a puertos o centros industriales).
Para los pobladores locales es claro que esas tierras no están degradadas y tampoco son “ociosas” o “subutilizadas”. Dependen total o parcialmente de ellas para asegurar su supervivencia. Allí establecen sus cultivos, crían animales y se abastecen de frutos, fibras, plantas medicinales, caza, pesca y muchos otros productos que satisfacen gran parte de sus necesidades.
DICEN QUE “las plantaciones de árboles brindan oportunidades a las mujeres”. La experiencia muestra que, lejos de brindar oportunidades, las plantaciones impactan de manera diferenciada a las mujeres y en muchos casos sus impactos incluso son más graves que los sufridos por los hombres.
Por lo general las mujeres están a cargo de las tareas vinculadas a la provisión de alimentos, agua, leña y del cuidado de la salud de las familias. Con la llegada de las plantaciones el ecosistema que les proveía de todos estos elementos es destruido para dar paso a los monocultivos. Las mujeres se enfrentan a grandes dificultades para continuar con estas tareas. En ciertos casos ya no disponen de tierras para producir alimentos. Ahora el agua escasea por el gran consumo de las plantaciones y está contaminada por el uso intensivo de agrotóxicos. La destrucción del bosque implica que ya no consiguen leña ni plantas medicinales para atender su salud y la de sus familias. Todo esto aumenta la carga de trabajo de las mujeres, ya que tienen que destinar más tiempo y esfuerzo para conseguir alimentos, agua, leña, plantas medicinales. A todo ello se suma el aumento de la violencia hacia la mujer —otro factor fuertemente asociado a la llegada de las plantaciones de árboles a las comunidades. Las razones de este aumento son diversas, como por ejemplo el aumento del alcoholismo o la llegada de personas ajenas a la comunidad para trabajar en las plantaciones, en su casi totalidad hombres.
La mayor cantidad de los empleos generados por las empresas están destinados a los hombres. En los pocos casos en que las mujeres consiguen empleos, éstas son contratadas para realizar tareas vinculadas a la aplicación de agrotóxicos o en viveros forestales, donde tienen que cumplir largas jornadas de trabajo, expuestas continuamente a sustancias altamente peligrosas y con magros salarios.
En resumen, que las plantaciones empeoran la situación de las mujeres.
Mentiras sobre la palma aceitera. Los monocultivos de palma aceitera (también llamada palma africana) tienen impactos muy similares a los de eucaliptos y pinos, por lo que casi todo lo dicho es también aplicable a las grandes plantaciones de palma.
Los empresarios palmeros (y los gobiernos que los apoyan) también cuentan con un discurso publicitario plagado de falsedades sobre “las bondades” que tales plantaciones conllevan.
Las siguientes son algunas de las perlas de ese collar, incluidas en los planes del gobierno mexicano para impulsar esta actividad, pero que se repiten en todos los países donde se la quiere implementar*.
• Que la palma se impulsa en zonas devastadas por actividades improductivas como la ganadería y que han dañado al medio ambiente.
• Que es importante la reconversión productiva, hacer más competitivo al campo y sus productores.
• Que impulsa la reforestación.
• Que genera empleos.
• Que genera un cordón para proteger la biodiversidad de las selvas.
• Que son “bosques protectores de los ecosistemas”
• Que previenen la erosión.
• Que recupera los suelos y las cuencas hidrológicas para retener la humedad
• Que no daña el medio ambiente.
• Que produce más oxígeno.
• Que puede insertarse en el mercado para vender servicios ambientales
• Que genera combustible ecológico.
Pero en todas las regiones en las que ya existen monocultivos de palma se ha constatado:
• Que destruyen bosques y otros ecosistemas locales.
• Que afectan gravemente a la biodiversidad, por la destrucción de ecosistemas y por el uso indiscriminado de agrotóxicos.
• Que destruyen y contaminan los recursos hídricos.
• Que los plantadores se apropian de amplias áreas de tierras, expulsando —a menudo por la fuerza— a las poblaciones locales
• Que los empleos que generan son pocos, mal pagados, con malas y a menudo peligrosas condiciones de trabajo
• Que los agrotóxicos utilizados afectan la salud de los trabajadores y los pobladores locales.
Visto lo anterior, de todos los argumentos esgrimidos por el sector palmero el único que puede generar confusión es el referido a la producción de un tipo de combustible “ecológico”, por lo que vale la pena analizarlo.
En efecto, los combustibles fósiles son una de las principales causas del cambio climático, por lo que sustituirlos por otras fuentes de energía parecería ser parte de la solución. Entre estas nuevas fuentes, una de las más promocionadas es la palma aceitera, con cuyo aceite ya se está produciendo biodiesel. Esto significa nuevos alicientes a la expansión de plantaciones, ahora bajo un manto “ecológico”.
Sin embargo, ésta es una de las peores opciones posibles. Con los niveles actuales de consumo de combustible por parte de los países industrializados, promover los llamados “biocombustibles” (que van de la palma aceitera a la caña de azúcar y los eucaliptos) significará sustituir la producción de alimentos por cultivos destinados a producir energía. En el caso de la palma aceitera, serían millones de hectáreas en los países tropicales, porque es sólo allí donde puede crecer. En esas regiones ya hay escasez de alimentos, por lo que la “solución” para los países del Norte significaría más hambre en los países del Sur.
Plantar palma aceitera ni siquiera tiene sentido desde el punto de vista climático. Las zonas donde se desarrolla son ecosistemas de bosques que, desde el punto de vista estrictamente climático constituyen enormes reservorios de carbono. La ocupación de esas áreas por las empresas palmicultoras implica destruir el bosque, con la consiguiente emisión de enormes cantidades de gases de efecto invernadero que agravan el cambio climático.
El discurso “ecológico” intenta esconder el verdadero problema: el encarecimiento de los combustibles fósiles y la búsqueda de alternativas más baratas. La palma aceitera es uno de los candidatos favoritos, dado que su producción por hectárea es muy alta y sus costos de producción muy bajos, por lo que se espera que pueda competir con el petróleo. Pero esos “bajos” costos son en realidad altísimos a nivel local, dado que se basan en expulsar a la población rural, explotar trabajo, reprimir a las comunidades locales, promover corrupción en las adjudicaciones de tierras y destrucción ambiental.
El discurso del combustible “ecológico” es una mentira más del largo collar de falsedades del empresariado palmicultor.
DICEN MUCHAS otras cosas a menudo apoyadas por supuestos “expertos” privados o gubernamentales, pero lo cierto es que país tras país se comprueba lo falso de todos los argumentos esgrimidos para promover las plantaciones, sean de árboles o de palma. Por más argumentos que inventen, los monocultivos de árboles a gran escala ya demostraron ser social y ambientalmente nefastos en todas las regiones del mundo donde se han instalado. Basta escuchar a los verdaderos expertos —las poblaciones locales afectadas por las plantaciones— para entenderlo".
Fuente: http://www.grain.org/biodiversidad/?id=451 /2-9-09
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