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20 de febrero de 2012

II. Urgencia de construir espacios de deliberación pública e intelectual y toma de decisiones sobre el destino común de los diversos de abajo


Guillermo Almeyra1 habla de convocar a los diversos espacios de intelectuales (que buscan intervenir en la política nacional) a integrar un Foro de intelectuales para discutir propuestas concretas junto con los trabajadores y los movimientos sociales. Pienso que este camino fue ensayado varias veces sin éxito. Lo consiguió el Espacio Carta Abierta porque fue/es imprescindible para la construcción del mito de “gobierno nacional, popular y de derechos humanos”. También colaboró/a en establecer el dominio del pensamiento maniqueo o binario que ayuda tanto a la falsa polarización entre los de abajo, como al tipo de censura implícito en “no hacerle el juego a la derecha”.

Primer acercamiento a un nuevo posicionamiento intelectual

Argentina: La información y los saberes por Norma Giarracca2

Los debates acerca de lo que ocurre hoy en Famatina conducen a reflexionar con qué paradigmas, con qué modos de conocer y generar información se manejan los actores en disputa.
Boaventura de Sousa Santos contrapone, en muchos de sus trabajos, al agónico paradigma “moderno” la creación de uno nuevo que aún no lo hemos nominado pero que, sin duda, despunta. Lo acompaña un pensamiento social crítico que se configura en los derroteros de las organizaciones y pueblos en resistencia en este siglo XXI. La modernidad, el paradigma hegemónico hasta hace algunas décadas, tuvo pilares básicos para sostener su deslumbrante ingeniería social, pero desde hace años debe generar bisagras con un nuevo tiempo. El rasgo “monocultural” europeizante de los viejos pilares de la modernidad se abre para cobijar “otras” culturas generadas por la humanidad toda. El autor elige el sugerente concepto de “ecologías” para dar cuenta de cómo un viejo dispositivo “moderno” que “invisibilizaba” otras maneras de vivir se puede desprender de su naturaleza colonial y transformarse en una herramienta mucho más democrática y pluricultural. Santos habla de cinco ecologías donde “lo ausente” se haga “presente”, entre ellas la “ecología de saberes”, que será el concepto a usar para mostrar la incapacidad de los actores del poder para comprender sujetos inmersos en ideas y acciones de este siglo.

En el conflicto de Famatina podemos observar, por un lado, esa dupla formada por gobiernos y las corporaciones –Luis Beder Herrera y la empresa Osisko Mining Corporation– y, por otro lado, las asambleas y poblaciones en resistencia. La dupla del gobierno provincial y la Osisko ha decidido suspender el emprendimiento minero en el cerro Famatina sin rescindir el contrato como demandan las poblaciones en lucha, sino que plantean “hacer una campaña de información” para luego consultar a la población. Las asambleas inmediatamente respondieron que “este pueblo está informado”. Frente a un mismo problema –información–, los actores muestran dos maneras de comprenderlo difíciles de conciliar.

La dupla sostiene que el pueblo riojano necesita información científica que le muestre que la contaminación y los riesgos ambientales no existen. Para este fin cuentan con algunos ingenieros en minas, geólogos (y también cientistas sociales) que, en la convicción de que sus meros títulos universitarios los autorizan a declarar inofensiva la actividad, pasan por alto toda evidencia en contra o la etiquetan de “no científica”; y el “principio precautorio”, para ellos, no existe. De este modo, “informar” es convencer mediante el dispositivo monocultural-moderno “lo dice la ciencia” (pobre ciencia) y por lo tanto los emprendimientos deben hacerse.

Por otro lado, los asambleístas y poblaciones en lucha saben que para fundamentar el rechazo necesitan conocimientos científicos que demuestren (no simplemente que enuncien) los graves problemas de la actividad extractiva pero, además, y esta es su gran ventaja, cuentan con la recopilación de muchos otros saberes que provienen, por ejemplo, de pueblos que ya han pasado por esta situación y dan sus dramáticos testimonios, agricultores que saben cuánto baja cada año el agua del acuífero del valle y que apenas alcanza para esa labor y para el consumo... Es decir, al mentado “conocimiento científico” de los técnicos al servicio de las empresas les contraponen conocimientos científicos generados por grupos independientes de universidades nacionales y extranjeras combinados con los significativos “otros” saberes. En síntesis, las poblaciones en resistencias, como dignos sujetos sociales de este siglo, manejan una “ecología de saberes” que las diferencian y las ponen en ventaja sobre la supuesta única “racionalidad” enunciada por los universitarios de la modernización colonial.
Existe, de todos modos, una sospecha generalizada acerca del “modo” en que la supuesta información será difundida por el gobierno y la corporación. No obstante, atravesamos tiempos distintos, con lógicas de acción colectiva, modos de generación y asimilación de información que al poder le cuesta mucho entender y, por lo tanto, sus estrategias de “convencimiento” vienen fallando, aun desplegando mucho dinero. Cuando una población se opone no hay “licencia social” y sin ella no hay minería en democracia.
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Segundo acercamiento a un nuevo posicionamiento intelectual
Pablo González Casanova (desinformémonos):"Si pensamos en el conocimiento y la acción de un movimiento mundial como el de los indignados, pronto advertimos que hay problemas teóricos y prácticos considerablemente distintos a los que se plantean en la academia, en los partidos y los gobiernos. Afortunadamente tenemos la posibilidad de enriquecer nuestro conocimiento con las preguntas que los pueblos se hacen y con las respuestas que se dan.

Teorías y prácticas que vienen de abajo y a la izquierda tienen la originalidad de criticar al poder cuando éste se siente distinto de la sociedad y cuando se separa de la sociedad. Los nuevos movimientos del pueblo plantean una democracia que corresponda a las decisiones del pueblo, y que en caso de que se separe del pueblo dejará de ser democracia.

Depauperados y excluidos, indignados y ocupas formulan teorías que contienen un gran respaldo empírico. Se trata de explicaciones y generalizaciones basadas en gran cantidad de experiencias. Se trata de conocimientos, de artes y técnicas que corresponden al saber y al hacer de los pueblos, ese saber que tanto exaltara el antropólogo Andrés Aubry, y en que aparece, en vez del yo individualista, el nosotros tojolabal que Carlos Lenkersdorf rescatara para la filosofía de la solidaridad humana.
Teorías y prácticas tienen mucho de particular y también de universal… Y no exagero. Pensemos en la inmensa movilización de los indignados y los ocupas que luchan por otro mundo posible. Hoy –escriben admirados dos profesores ingleses–, la movilización es gigantesca. Nunca se había dado una de esa magnitud, y toda la movilización empezó (añaden) en las junglas de Chiapas con principios de inclusión y de diálogo.
Vemos así que desde abajo y a la izquierda y desde las selvas tropicales surge un movimiento que no sólo lucha por defender los derechos de los pueblos indios, sino por la emancipación de los seres humanos.
Y ese movimiento universal, en medio de sus diferencias, vive problemas parecidos. Es más, encuentra soluciones parecidas para la creación de otro mundo y de otra cultura necesaria, a la que los pueblos de los Andes expresan como el bien vivir, en que el vivir bien de unos no dependa del mal vivir de otros.
A esas aportaciones que de los indios de América vienen se añaden muchas más que corresponden a las experiencias de múltiples culturas e historias y que crean la historia universal de la lucha por la libertad, por la justicia y por la democracia, lema que levantó el movimiento zapatista y que anda por el mundo entero no como eco sino como las voces de un pensar y querer parecido.
Y allí están las juventudes griegas que luchan contra el tributo de la deuda externa, están los movimientos de la primavera árabe a quienes los militares no pueden transar, están las asambleas de los indignados españoles que articulan intereses vitales que el sistema no puede satisfacer, están los jóvenes estadounidenses que ocupan Wall Street como centro del poder corporativo contra el que todos luchamos, a los jóvenes chilenos que dan su vida para que no les quiten sus escuelas y universidades.
En todas las movilizaciones hay mucho de común. Todas o casi todas coinciden con lo incluyente y con lo dialogal, y un número cada vez mayor, con la idea de que el capitalismo corporativo es el origen de todos los problemas que afectan y amenazan a la humanidad.
Coinciden también en que la solución es esa democracia de todos para todos y con todos que no se delega, y que algunos llaman socialismo democrático y socialismo del siglo XXI y otros nomás democracia, y que es eso, y mucho más, pues es una nueva forma de relacionarse con la tierra y con los seres humanos… una nueva forma de organizar la vida.
Y es en medio de la riqueza y novedad de esta movilización mundial como se captan una serie de reflexiones que vienen de abajo y a la izquierda y cuya respuesta busca el triunfo de los indignados y de los pobres de la tierra.
La riqueza de las reflexiones y llamados es enorme y exige la atención y la profundización de algunos que enuncio escuetamente y en los que debemos trabajar más: (…)”.

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Tercer acercamiento a un nuevo posicionamiento intelectual 

¿Adónde irán los Indignados y los "ocupas"? por Leonardo Boff (Alainet)

En una de las mesas más importantes de debates en el Foro Social Temático de Porto Alegre, en la que tuve la oportunidad de participar, pude escuchar los testimonios vivos de los Indignados de España, de Londres, de Egipto y de Estados Unidos. Lo que me dejó muy impresionado fue la seriedad de los discursos, lejos del tono anárquico de los años 60 del siglo pasado con sus muchas «parole». El tema central era «democracia ya». Se reivindicaba otra democracia, bien diferente de ésta a la que estamos acostumbrados, que es más farsa que realidad. Quieren otra democracia que se construya a partir de la calle, de las plazas, el lugar del poder originario. Una democracia desde abajo, articulada orgánicamente con el pueblo, transparente en sus procedimientos y no corroída nunca más por la corrupción. Esta democracia, de entrada, se caracteriza por vincular justicia social con justicia ecológica.

Curiosamente, los indignados, los ocupas y los de la primavera árabe no se remiten al clásico discurso de las izquierdas, ni siquiera a los sueños de las distintas ediciones del Foro Social Mundial. Nos encontramos en otro tiempo y ha surgido una nueva sensibilidad. Se postula otro modo de ser ciudadano, incluyendo poderosamente a las mujeres antes invisibilizadas, ciudadanos con derechos, con participación, con relaciones horizontales y transversales facilitadas por las redes sociales, por el móvil, por el twitter y por los facebooks. Nos encontramos ante una verdadera revolución. Antes las relaciones se organizaban de forma vertical, de arriba abajo. Ahora lo hacen de forma horizontal, hacia los lados, en la inmediatez de la comunicación a la velocidad de la luz. Este modo representa el tiempo nuevo que estamos viviendo, el de la información, del descubrimiento del valor de la subjetividad, no aquella de la modernidad, encapsulada en sí misma, sino la de la subjetividad relacional, la de la emergencia de una conciencia de especie que se descubre dentro de una misma y única Casa Común, que amenaza ruina a causa del excesivo pillaje practicado por nuestro sistema de producción y de consumo. 

Esta sensibilidad no tolera ya más los métodos del sistema para superar la crisis económica y derivadas, saneando los bancos con el dinero de los ciudadanos, imponiendo una severa austeridad fiscal, el desmantelamiento de la seguridad social, el abaratamiento del empleo, el recorte de las inversiones, suponiendo ilusamente que de esta forma se reconquista la confianza de los mercados y se reanima la economía. Tal concepción se ha vuelto dogma y en muchas partes se oye la estúpida muletilla "TINA: there is noalternative”, no hay alternativa. Los sacrílegos sumos sacerdotes de la trinidad nada santa formada por el FMI, la Unión Europea y el Banco Central europeo han dado un golpe financiero en Grecia e Italia, y han impuesto allí a sus acólitos como gestores de la crisis, sin pasar por el rito democrático. Todo es visto y decidido desde la óptica exclusiva de lo económico, rebajando lo social y aumentando el sufrimiento colectivo innecesario, la desesperación de las familias y la indignación de los jóvenes porque no consiguen trabajo(…)”.

11 de febrero de 2012

I.Urgencia de construir espacios de deliberación pública e intelectual y toma de decisiones sobre el destino común de los diversos de abajo


Lo que discuten los intelectuales son los problemas de todos

Por Guillermo Almeyra

A propósito de la formación de diversos espacios de intelectuales que buscan intervenir en la política nacional

Los intelectuales forman un sector diferenciado pero no aislado de la sociedad. La mayoría de ellos crean, difunden, generalizan las ideas que sirven a los capitalistas para embellecer su explotación y ejercer su hegemonía cultural y su dominación o, en el caso de algunas minorías progresistas o revolucionarias, adoptan los intereses de los trabajadores y desarrollan un pensamiento crítico anticapitalista que sirve para la lucha por la liberación nacional y social de los oprimidos. En las fases de crisis del capitalismo –y esta es una de ellas, la más grave jamás conocida– entre los intelectuales se refleja la presión y la inquietud de los trabajadores, como un viento que anuncia la tempestad de luchas que seguirán.
Lo que caracteriza todo proceso revolucionario es, antes que nada, que cambia la cabeza de todos los que lo viven, sean los que quieren cambiar el sistema, sea los que vivían hasta entonces como víctimas sin conciencia de la injusticia y la explotación o las consideraban inevitables. Y los procesos durante los cuales ese cambio revolucionario madura tienen siempre como preanuncio protestas culturales, literarias, sociales o políticas en los sectores de los intelectuales más democráticos: así sucedió antes de la Revolución Francesa, o de la Rusa, o en las Revoluciones latinoamericanas de Independencia. Por lo tanto, tiene muy poca conciencia histórica y muy poca sensibilidad social quien cree que las discusiones entre los diferentes grupos de intelectuales en  las que se reflejan, aunque deformada y confusamente, las exigencias que trae el viento de abajo, son meras “querellas de intelectuales” o  tormentas en un vaso de agua.

En primer lugar, habría que preguntarse ¿por qué los diversos grupos de intelectuales (ligados al gobierno o adversarios del mismo) discuten hoy  y no discutieron antes y por qué discuten problemas que interesan a todos como la desigualdad social y la injusticia, la represión y los asesinatos impunes de luchadores sociales, la defensa de los campesinos y de los recursos del suelo ante la agresión de los sojeros y de la gran minería, la necesidad de salarios que mantengan el paso con la inflación y sostengan el mercado interno, la democracia y otros semejantes? ¿Por qué –a diferencia de otros momentos en la historia argentina– no hay ningún grupo de intelectuales que se anime a defender abiertamente los intereses de la oligarquía, del gran capital, del imperialismo? 

¿Por qué, en resumen, todos los grupos de intelectuales, oficialistas u opositores, hacen críticas por la izquierda a un gobierno que acaba de obtener la mayoría absoluta de los votos? Porque les llegan los ecos sordos de la protesta social, ya que ese gobierno tiene crecientes problemas con  los trabajadores, pues la crisis le obliga a optar entre mantener los subsidios a las grandes empresas y los subsidios a los servicios (transporte, luz, gas, agua) y, a pesar de que quiere mantener el consumo, hace lo contrario, pues quiere congelar los aumentos salariales y sigue fomentando la explotación sojera, que monopoliza las tierras, expulsa campesinos, reduce las tierras que producían carne, trigo y maíz y encarece los alimentos.

5 de febrero de 2012

Razones de los bloqueos a la megaminería


Prensa Unión de Asambleas Ciudadanas Informa
 1º de febrero de 2012
Frente al bloqueo de la razón, las razones de un bloqueo
Desde hace ya más de diez días, se vive en la provincia uno de los más intensos levantamientos populares contra la minería transnacional a cielo abierto. A través de una medida que demanda un gran esfuerzo para quienes la sostienen, se viene realizando un bloqueo selectivo y coordinado en Belén, Tinogasta, Andalgalá y Amaicha del Valle (Tucumán) que impide el paso de transportes con insumos para Minera Alumbrera, sin obstruir el libre tránsito para el resto de la ciudadanía.
Esta medida, que ha concitado una importante difusión a través de medios de comunicación nacionales, y que ‘extrañamente’ contrasta con la escueta cobertura de medios locales, constituye una nueva expresión de la larga resistencia social que nuestra sociedad viene sosteniendo contra el modelo de minería transnacional a gran escala, impuesto a fuerza de distintos mecanismos y estrategias de coerción social. A falta de un genuino respaldo, este tipo de minería ha concitado un persistente rechazo social fundado en la constatación fehaciente de sus efectos y consecuencias ecológicas, económicas, políticas y culturales. Rompiendo la comodidad de la rutina cotidiana y las dificultades propias de la vida social de nuestros días, grupos crecientes de personas ‘comunes y corrientes’, hacemos un tiempito para ocuparnos de lo que es responsabilidad de toda/os: el cuidado del agua y de los ecosistemas que la ‘producen’, porque entendemos que es la vida misma lo que está en juego.
Ya es redundante y de sobra conocido el desolador paisaje socioeconómico y político dejado tras quince años de este régimen de extractivismo neocolonial: empobrecimiento y asistencialización generalizada de la población; falta de empleo, de futuro, de agua y de luz eléctrica; naturalización de la devastación ecológica; institucionalización del clientelismo y la corrupción; deterioro de la representatividad, de la gobernabilidad y del estado de derecho;  degradación de la cultura democrática al ritmo de la profundización de las desigualdades sociales. Ni con la intensificación de la dádiva estatal y/o corporativa, ni con una cultura de miedo fabricada en una población cautiva del ‘empleo’ público, el ‘modelo minero’ ha logrado estabilizarse. Lejos de las ´promesas desarrollistas’, nos estamos convirtiendo en una sociedad en franca decadencia; sin identidad ni rumbo histórico propio; corrompida por el poder y la codicia, y atravesada por un conflicto estructural no resuelto.
Frente a este escenario, juzgamos como saludable la digna rabia que se expresa en el bloqueo selectivo a los camiones mineros. Es una fiebre que indica el malestar político de una sociedad donde sus ‘representantes’ van a contramano de los intereses generales de su población y en la que, como dice Eduardo Galeano, ‘todo anda patas para arriba’.

1 de febrero de 2012

III. El acaparamiento de tierras avanza según distintas formas y consecuencias


Los humedales… Esa fuente de agua dulce

Por Cristian Frers 
 (…)Hay muchas definiciones del término humedal, la definición que más se acepta es la que esta relacionada con la Convención sobre los Humedales, donde quedan incluidos todos los ambientes acuáticos interiores y la zona marina costera y que toma a estos como: las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuye profundidad en marea baja no exceda de seis metros.
Los humedales juegan un papel muy importante en el ciclo del agua: recibe agua por precipitaciones (lluvia, nieve o granizo), agua subterránea o mediante arroyos y ríos, y la sueltan ya sea a otros cursos de agua superficiales, por infiltración a través del suelo formando depósitos de agua subterránea o mediante transpiración y evaporación de las plantas nuevamente a la atmósfera.
Por lo general el agua se acumula o su circulación es más lenta en los humedales, su liberación sucede lentamente, y esto tiene efectos importantes ya que los humedales funcionan como reguladores de los excesos y deficiencias hídricas, ayudan a mitigar las crecientes y la recarga y descarga del agua subterránea. Mediante la retención, transporte y transformación de nutrientes, sedimentos y contaminantes, juegan un papel muy importante en los ciclos de la materia y en el mantenimiento de la calidad de las aguas.
Los humedales sustentan una importante diversidad biológica y en muchos casos constituyen hábitats críticos para especies que se encuentran amenazadas de extinción. Así mismo, dada su alta productividad, pueden albergar poblaciones de animales muy numerosas. Muchas especies estan asociadas a los humedales ya sea en una etapa de su ciclo de vida, para nidificar, descansar o alimentarse.
Un ejemplo emblemático de los humedales está dado por las aves playeras migratorias, que viajan todos los años, en algunos casos miles de kilómetros desde sus áreas de nidificación en el Hemisferio Norte, hasta diversos humedales de la Argentina, en los que estas aves se concentran en grandes bandadas como en la Bahía San Sebastián en la Provincia de Tierra del Fuego.
La Argentina posee una gran extensión territorial en donde no es llamativo encontrar una gran variedad de ecosistemas acuáticos, en donde mucho de ellos están contaminados y otros están en camino de contaminarse, los más significativos son:(...)
Los humedales proporcionan recursos naturales de gran importancia para la sociedad. A fin de conservarlos, su aprovechamiento debe enmarcarse en el uso sostenible. Este concepto implica el uso que produzca mayor beneficio continuo para las generaciones presentes, manteniendo al mismo tiempo su potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las generaciones futuras.

La herramienta más eficaz para lograr una gestión de humedales que promueva su conservación y utilización sustentable a través de un manejo integrado, es el desarrollo de planes de manejo. Estos pueden realizarse a diferentes escalan según el objetivo perseguido. Deben tener un enfoque interdisciplinario que, mediante el conocimiento profundo de las características y funciones de los humedales y los aspectos socio-económicos propios del área, examinen los diferentes usos posibles del ambiente. Con el fin de que los planes de manejo sean realmente eficaces, deben dar importancia a la participación de los diferentes sectores involucrados en la utilización de los recursos naturales y la comunidad local. Finalmente, dado que los humedales son zonas dinámicas que presentan variabilidad temporal, los planes de manejo deben someterse a análisis y revisión permanentes.(...) 
Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Agua/los_humedales_esa_fuente_de_agua_dulce



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2 de febrero, Día Mundial de los Humedales:

El cultivo de arroz amenaza 

la integridad de los humedales del Delta del Paraná

01/02/12
La Fundación Humedales, oficina argentina de Wetlands International, expresa su gran preocupación por la Ley No. 10.092 de Entre Ríos, que crea la Sociedad Anónima “Arroz del Delta Entrerriano”, mediante la cual se deja sin vigencia la Ley Nº 9603, que establecía que las tierras fiscales del delta entrerriano “deberán destinarse al desarrollo de actividades ganaderas, apícolas y/o aquellos propios de proyectos de inversión para la prestación de servicios turísticos quedando prohibido el uso para la explotación agrícola intensiva que requiera la aplicación de agroquímicos o plaguicidas”.

Esta nueva ley, mediante la cual se otorga la titularidad de la concesión a una Sociedad Anónima para el cultivo de arroz en las tierras fiscales del delta Entrerriano, a las cuales llama “improductivas”, desconoce los importantes servicios ecosistémicos que proveen los humedales del Delta del Paraná, así como el peligro que significa el uso de agroquímicos en esta región, no sólo para la biodiversidad, sino también para la salud de los pobladores de la región y sus alrededores, y para actividades productivas tradicionales como la pesca, la ganadería y la apicultura.