¿Qué es el fracking y cuáles son los
peligros en Argentina?
11/09/2013
11/09/2013
Todo lo que tenés que saber sobre el polémico método no
convencional para extraer petróleo, denunciado por nueve países en el mundo.
Sofía Turruella.- El método no convencional para extraer hidrocarburos conocido como
Fracking o fractura hidráulica es denunciado por nueve países en el mundo y ya
fue prohibido por dos, por los impactos que, según
especialistas, son más importantes que los que produce la minería a cielo
abierto, al vincular las formaciones de petróleo y de gas con acuíferos.
Pese a las
denuncias y consecuencias, este tipo de explotación se realiza en distintos
puntos del país como por ejemplo Neuquén donde la firma del contrato entre la
empresa estadounidense Chevron y la empresa nacional YPF, no pudo ser evitado
siquiera ante un masivo reclamo que dejó como saldo varios heridos.
El ingeniero en petróleo y máster en Energía Renovable (entre
otros títulos) Eduardo D`elía explicó
que, “si no se toman medidas muy drásticas a corto tiempo es
probable que estemos comprometiendo nuestra soberanía”.
A continuación todas las preguntas claves para entender el tema:
-¿Qué es el fracking o fractura hidráulica y cómo funciona?
Los hidrocarburos se formaron en una roca que se llama roca
generadora o roca madre en la cual había organismos vivos que se encontraban
presentes sin la presencia de oxígeno, y que a grandes temperaturas y
presiones, terminaron transformándose en petróleo. Los movimientos telúricos,
los terremotos, los desplazamientos, hicieron que estas rocas, impregnadas en
hidrocarburos, tanto petróleo como gas, se rompieran y liberaran esos
hidrocarburos. Al romperse, estos migraron dentro de formaciones que tienen
poros comunicados entre sí. De este modo, los hidrocarburos se fueron
acumulando dentro de otras formaciones porosas y hasta ahora, la humanidad ha
explotado este tipo de formaciones que se llaman normalmente trampas de
petróleo.
Como están trampas se han agotado en el mundo -en Argentina se
agotaron en 1998 en el caso del petróleo y en el 2003 en el caso del gas-
y en función de que la demanda sigue creciendo y la oferta ha empezado caer, se
buscan los hidrocarburos que quedaron en esa roca madre y que la naturaleza aún
no ha roto.
La técnica consiste en hacer algo parecido a lo que hizo la
naturaleza: romper la roca, generar la mayor cantidad de fisuras posibles para
poder liberar el petróleo o el gas y que éste pueda ser extraído. Esto se
denomina Fracking o fractura hidráulica, por que se hace a través de agua y
productos químicos a muy alta presión, y es la técnica que implementa Estados
Unidos hace aproximadamente 10 años y que tantos impactos ambientales ha
causado. En Argentina recién se empezó a hacer en Vaca muerta, Neuquén.
-¿Cuáles son los principales riesgos?
Son muchos pero lo más graves son dos: primero la gran posibilidad
de contaminar con hidrocarburos las fuentes de agua dulce. Esto ya ocurrido y
ha generado que junto con el agua potable venga asociado gas natural. Son muy
conocidas las imágenes del documental Gasland en
el cual se ve claramente cuando la gente le acerca un fósforo al agua que toma
de las canillas, esta literalmente estalla.
El segundo riesgo es que en Argentina esta técnica se está
aplicando en lugares donde nunca hubo explotación petrolera. El petróleo y el
gas están asociados a agua salada con alto contenidos de hidrocarburos que
hacen que sea un agua altamente contaminada. En las provincias como Santa Cruz,
Neuquén o Chubut, donde ya hay explotación petrolera, las compañías se deshacen
de esta agua inyectándola en viejos yacimientos petroleros que están fuera de
uso y esto es una técnica normal y segura.
El tema es que en otros lugares, como la provincia de Buenos Aires
o Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Brasil, Uruguay o Paraguay, donde
nunca hubo explotación petrolera, se perfora un pozo hasta encontrar una
formación geológica que permita admitir el agua. El problema que ha ocurrido en
Ohio, Oklahoma, Arkansas, Holanda e Inglaterra es que esta inyección de agua ha
generado movimientos sísmicos, desplazamientos de placas geológicas, generando
terremotos de hasta 5,2 en la escala de Richter, que perfectamente puede tirar
abajo una casa.
-En el último tiempo Neuquén ha estado en el centro del debate por
el reciente acuerdo entre el gobierno provincial con la empresa estadounidense
Chevron para la explotación no convencional. ¿Cómo es la situación en esta
zona?
He demostrado que el dinero que va a gastar Chevron en sacar
hidrocarburos con altos riesgos ambientales y generación de cambio climático,
perfectamente podría invertirse en energía renovable y estaría aportando más
energía.
Yo estuve en Neuquén debatiendo con el propio Luis Sapag (diputado
del Movimiento Popular Neuquino -MPN- y presidente de la Comisión de Energía) y
lamentablemente, la gran mayoría está a favor de esta técnica, pero a medida
que la ciudadanía se concientice sobre esto y quiera otra cosa, faltan dos años
para una renovación de la cámara, y por ahí a través del voto ciudadano
conseguimos diputados comprometidos que puedan revertir esta situación.
-¿Cuáles son las alternativas al Fracking?
Yo demostré que un pozo de fractura hidráulica para extraer
petróleo que dura aproximadamente 6 o 7 años, entrega la cuarta parte de
energía que si con el mismo dinero instaláramos un parque eólico con seis
generadores, que tiene una vida útil de 25 a 30 años. Esto significaría que al final de
la vida útil de un parque eólico, la energía total entregada es aproximadamente
80 veces superior.
-¿Por qué entonces no se construyen parques eólicos, en lugar de
pozos de fractura hidráulica para poder cubrir la demanda de energía que hoy
tiene el país?
La respuesta es simple, los parques eólicos los construyen los
municipios, las cooperativas, las pequeñas empresas, hasta una persona puede
instalar un generador eólico. En cambio estos pozos de fractura hidráulica son
monopolio de las grandes compañías petroleras, a las cuales se les da más
beneficios impositivos de los que hoy tienen quien quiera generar energías
limpias en nuestro país.
-O sea que todo es parte de un negocio millonario y
fundamentalmente de decisiones políticas de estado.
Hace 5 años atrás éramos el mayor productor de energía eólica de
Sudamérica, hoy Brasil no pasó 40 veces en potencia. Son políticas del estado
que Argentina no tiene.
La principal fuente de energía que ha tenido el hombre desde sus
inicios ha sido el sol ,
con el sol crecen
los vegetales con los cuales nos alimentamos, se alimentan los animales con los
cuales también nos alimentamos, el
sol genera el ciclo del agua, gracias al sol soplan los
vientos, las olas en los mares, todavía parte del sol queda debajo de la tierra
como energía geotérmica. El
sol sigue siendo nuestra principal fuente de energía, sin
embargo, nos empecinamos en escarbar la roca cuando la solución la tenemos
levantado la cabeza y mirando el cielo.
-Entre los argumentos de aquellos que defienden este tipo de
explotación, sostienen que la dependencia energética es parte de el sistema
actual de la sociedad industrial y que esta energía extra que producen los combustibles,
es la que permite que la población cuenten con elementos básicos de calidad de
vida (trabajo, transporte, ciencia). Y que si elegimos dejar eso de lado, se
podría provocar un caos superior.
El último informe de la Asociación Brasilera
de Energías Renovables demuestra que no solo han evitado quemar petróleo para
producir energía sino que han generado 16 mil puestos de trabajo, gracias la
energía eólica. Es una falsedad hablar de que esto va a generar una disminución
del empleo, al contrario, si se tiene en cuenta que la vida útil de los pozos
es de seis años.
-En teoría todo cierra, a lo práctico y teniendo en cuenta los
procesos tradicionales y usos de nuestra sociedad, ¿Ve posible una reconversión
en la explotación de los recursos a un nivel global?
Nuestra fuente de energía primaria en el país depende un 90 por
ciento de los hidrocarburos. ¿Cómo lo revertimos? Dejando de consumir pero por
supuesto no es tan simple, no se puede hacer de un día para el otro. Hay que
revertir nuestra matriz de trasporte, hoy no puede ser que nuestra principal
fuente de transporte de personas y de carga siga siendo el colectivo y el
camión, habiendo desaparecido el tren y el barco, tremendamente eficientes. No
estamos hablando de disminución del empleo sino de modificación.
-Los grandes cambios o decisiones pertinentes parecen quedar a
merced de las políticas de estado, ¿Qué puede hacer un ciudadano común que no
esté de acuerdo ante esta situación?
Nada más que manifestarse y eso ya es bastante, pero por más ahorro
energético que estemos haciendo, tenemos una matriz energética muy mal
distribuida. En Argentina no tenemos gas y el 52 por ciento de nuestra energía
eléctrica es a fuerza de quemar gas que no tenemos y tenemos que importarlo.
-¿Cuán urgente es revertir estas técnicas?
Hablando con el propio secretario de energía de La Nación de los
últimos 11 años, él me decía que encontraron al país en una situación bastante
comprometida por el desempleo y la desocupación y que piensan revertir la
situación energética en el 2020.
Yo creo que si no se toman medidas muy drásticas en el corto
tiempo a nivel estado es probable que estemos comprometiendo nuestro futuro. No
existe la posibilidad de que un país crezca si no tiene un excedente de
energía, nosotros no estamos en esa condición y es probable que estemos muy
complicados y tengamos comprometida a nuestra propia soberanía en esas
condiciones. Y no hay ninguna intención de cambio.
-Aunque el panorama parece desalentador, el hecho de que se de
este tipo de debates hacen pensar que es posible un cambio. ¿Usted tiene
esperanza de que se puedan modificar estos tipos de explotación dañinos?
Cuando yo di mi primer charla en contra del fracking fue en la
capital del petróleo argentina, en Comodoro Rivadavia, y me miraban con cara
extraña porque nunca habían sentido hablar de eso y sin embargo, hoy allí se
pudo parar el primer equipo de fracking en El trébol, a través de una acción de
amparo. En Entre Ríos, en su vida habían visto un mecanismo de perforación y
hoy varias localidades han prohibido el Fracking. Vengo de Mendoza y
aparentemente va a ser la primera provincia que prohíbe el fracking por
lo menos por dos años hasta no interiorizarse de los posibles impactos. Todo
eso da esperanza.
Fuente: http://www.opsur.org.ar/blog/2013/09/11/que-es-el-fracking-y-cuales-son-los-peligros-en-argentina/
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