¿Por qué hay cada vez más y peores inundaciones?
7 de febrero de 2007
Climatólogos y
especialistas debaten las causas de las lluvias y desbordes inusuales ocurridos
en los últimos días.
Argentina está
aguas abajo y sufrirá las consecuencias del deterioro de la Cuenca del Plata.
La situación en el norte del país se presenta como
alarmante. En lo que va del año la región se vio azotada por tormentas que han
dejado decenas de muertos, miles de evacuados y millones de pesos en pérdidas
materiales. Sin ir más lejos, ayer, en Santiago del Estero murieron tres personas producto de un temporal y de la
crecida de los ríos Dulce y Salado.
Este último caso no es un hecho aislado, desde que arrancó
el 2007 los grandes protagonistas para las provincias norteñas han sido los
temporales, las intensas lluvias, los fuertes vientos, el granizo, los alertas
meteorológicos y los evacuados. Por esa razón, LANACION.com consultó a
climatólogos y a especialistas en cuestiones hídricas para que respondan por
qué hay cada vez más y peores inundaciones en el país.
El especialista en meteorología Osvaldo Canciani remarcó
que, como alertó La
Comisión Internacional sobre Cambio Climático (CICC) el viernes pasado en Francia, la
temperatura global seguirá aumentando cada año y a consecuencia de esto la
Argentina sufrirá cada vez más tormentas fuertes, granizadas y el aumento del
nivel del mar.
Canciani, que fue representante argentino en la ONU,
comentó el gran problema que afecta al mundo: el efecto invernadero. Explicó además
que:”América del Sur contribuye al efecto invernadero del mundo con un cinco
por ciento, y de la mitad de ese cinco por ciento es por culpa de la
deforestación”.
De esta manera, el meteorólogo unificó las dos variables
más usuales a la hora de explicar por qué se producen las inundaciones: La
alteración del clima y la deforestación.
Jorge Leis uno de los difusores del Servicio Meteorológico Nacional,
consultado respondió a través de este medio que no cree que las inundaciones
sean consecuencia del cambio climático. “En verano es normal que llueva mucho
en el norte”, dijo y explicó que sólo un día que cayó agua en exceso (alrededor
180 milímetros ).
A partir de ahí, las siguientes precipitaciones ocasionaron los trastornos
porque la zona ya estaba saturada de agua.
“Yo me opongo a adjudicar situaciones puntuales o
particulares (como una tormenta) al cambio climático”, precisó Leis y aseguró
que sería un error considerar como sistemáticas a las inundaciones en el norte del
país. Acordó que una de las causas puede ser la tala masiva de árboles porque
ocasiona problemas de drenaje, aunque aclaró que “la deforestación no provoca
de por si una inundación, lo que hace es alterar el movimiento del exceso de
agua que cae”.
“El suelo del bosque es como una esponja”. Ricardo
Barbetti es profesor en cuidado de medio ambiente en el Museo de Ciencias
Naturales, consultado por este medio, coincidió en que la principal causa es
que se cortan y se queman miles de hectáreas de bosques y selvas.
La consecuencia de la deforestación es que la tierra
absorbe mucho menos el agua de lluvia y entonces corre por la superficie. Al no
filtrar rápido, el agua de los ríos se desplaza a los lugares más bajos y
produce la inundación. “El suelo de un bosque es como una esponja”, explicó y
aclaró que si “la esponja” no absorbe, no se forma las napas subterráneas y el
agua se queda arriba.
La solución, según Barbetti, es muy simple pero costosa.
Dijo que hay que conservar una cantidad necesaria de paisajes silvestres, que
absorben la lluvia y la llevan a los manantiales, arroyos y ríos. “Vale mucho
más evitar que sucedan estas tragedias que enviar ropa y comida a la gente
después que quedó sin casa y sin medios
de vida”, disparó.
El ingeniero hídrico René Omar Galiano trató de dar una
respuesta más amplia. “Yo separo las inundaciones en dos tipos: las grandes
precipitaciones como fenómeno natural incontrolable por el hombre, como por
ejemplo las inundaciones sistemáticas del valle del río Paraná. El segundo tipo
es producto de la mano del hombre: la deforestación”.
El cambio climático y el mal uso de la tierra. Galiano
comentó que se alarmó por el diagnóstico que dieron los especialistas en
Francia. “Uno puede inferir que el mundo está a punto de ingresar a un nivel
cercano a la
catástrofe. Las pedradas, la inundaciones son producto del
aceleramiento del calentamiento global”, comentó.
Jorge Cappato, coordinador nacional de la Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN) y director general de la Fundación PROTEGER (www.proteger.org.ar), explicó que las
inundaciones están agravadas por la deforestación indiscriminada, el mal
manejo de las cuencas y el mal uso del suelo en la Argentina.
Otro problema, según Cappato, es que el noreste argentino
–donde se produjeron graves inundaciones en los últimos años- también depende
de lo que hagan los países vecinos, porque está geográficamente ubicado en la
parte baja de la Cuenca del Plata.
“Cuando se desbordan los ríos Paraná y Paraguay, la región sufre el impacto de
grandes crecidas. Argentina está aguas abajo y sufrirá las consecuencias del
deterioro de la Cuenca”, indicó.
El director de Proteger coincidió en que existen muchos
menos bosques producto de la deforestación. “Los suelos están erosionados, eso
significa que perdieron su fertilidad y como consecuencia perdieron la
capacidad de absorción. La solución para recuperar estas tierras es dejar los
monocultivos”, explicó.
“Si los gobernantes quieren una solución tendrán que
controlar bien las cuencas. Eso implica hacer una base de datos con todos los
cambios que se hacen en materia de obras públicas, conexiones interoceánicas,
represas e hidrovías.”
Cappato y la mayoría de los especialistas consultados
respondió la pregunta hecha por LANACION.com, pero dejaron dos más: ¿Cómo van a
enfrentar los gobernadores las inundaciones agravadas por el cambio climático?
Y ¿Se adelantarán a los problemas o seguirán pidiendo ayuda para los evacuados?
Por Federico Hausvirth
Fuente: Diario La Nación
Fuente: Diario La Nación
Nota original
Fundación PROTEGER: http://www.proteger.org.ar/doc600.html
Diario La Nación: http://www.lanacion.com.ar/881547
Fundación PROTEGER: http://www.proteger.org.ar/doc600.html
Diario La Nación: http://www.lanacion.com.ar/881547
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Marcha por los ríos
libres
28/09//2013
Por Darío Aranda (Página12)
Seis días de caminata con una
bandera: “Por los ríos libres”. Cientos de misioneros, correntinos y brasileños
marcharon la semana pasada en rechazo a la construcción de una represa que
inundará 90.000
hectáreas y desalojará a 13.000 personas. El sábado
llegaron a Posadas y exigieron que se cumpla la ley provincial que obliga a una
consulta popular vinculante para decidir sobre nuevos proyectos
hidroeléctricos. “Ya tuvimos una horrible experiencia con Yacyretá. Las
megarrepresas arrasan territorios, condenan a miles de personas al desarraigo,
contaminan y enferman. Sólo queremos que se cumpla la ley y nos dejen votar
para decidir nuestro futuro”, reclamó Rulo Bregagnolo, uno de los voceros de la
marcha.
El Complejo Hidroeléctrico Garabí
es un megaemprendimiento entre Brasil y Argentina originado en los ’80.
Consiste en una o más represas sobre el río Uruguay, en la zona compartida por
Misiones y Corrientes, con el estado brasileño de Rio Grande Do Sul. En 2011 se
firmó un acuerdo de cooperación entre Brasil y Argentina y fue relanzado
formalmente.
La ley señala que el Poder
Ejecutivo provincial debe convocar a la votación. A pesar del reclamo, desde hace dos
años, el gobernador Maurice Closs aún no ha dado señales de llamar a
plebiscito. El proyecto está en manos de un consorcio binacional. La argentina
Emprendimientos Energéticos Binacionales Sociedad Anónima
(Ebisa), de capital estatal, y la empresa brasileña Eletrobras.
Las organizaciones sociales
realizan desde hace dos años charlas debate, talleres, panfleteadas y
movilizaciones. Pero la que comenzó el lunes 23 en Panambí, al este de Misiones
(sobre el río Uruguay y en el límite con Brasil), es histórica. Hombres,
mujeres y niños caminando sobre la ruta, otros en bicicletas y a caballo. Unas 2000
personas iniciaron la marcha bajo la lluvia. A pesar del clima, un grito de
celebración: “Que llueva, que llueva. Mejor mojarse que inundarse”.
El lunes 23 hicieron noche en
Oberá, el martes estuvieron en Alem, miércoles en Bompland, jueves Santa Ana y
viernes en Garupá. En todas las paradas hubo actos en las plazas y fueron
recibidos por organizaciones y gente de a pie. También hubo relevos, donde se
sumaron nuevos marchantes. Luego de 150 kilómetros de
caminata, el sábado fue la gran entrada a la capital provincial. Se leyó la
“proclama por los ríos libres”. Remarca la “necesidad urgente” de llamar a
plebiscito vinculante (para abril de 2014), llaman a los gobiernos (de
Misiones, Corrientes, Argentina, Brasil y Paraguay) a desistir de nuevas
represas, recuerdan que los desalojos implican también violación a los derechos
humanos.
La proclama de los marchantes
propone un gradual cambio hacia una matriz energética nacional que “apuesta a
energías renovables” y finaliza: “Es necesario que sean los pueblos y no las
transnacionales y algunos funcionarios los que determinen cómo quieren vivir y
de qué modo queremos generar energía”.
Misiones tiene historia en
represas. Yacyretá, bautizada durante la década del ’90 como “el monumento a la
corrupción”, fue iniciada en 1973, inundó 140 mil hectáreas y desalojó a 40 mil
personas. “Miles de pescadores fueron ubicados en barrios en las afuera de
Posadas, lejos de su fuente de trabajo, engrosando así los cordones de pobreza,
o teniendo que depender de algún tipo de ayuda social para poder sobrevivir. Y
la mayoría de las obras complementarias aún no están finalizadas, después de 30
años”, recordó Eugenio Albrecht, integrante de la Mesa Provincial ,
pastor de la Iglesia
Luterana y marchante.
En 1995, los gobiernos de Argentina
y Paraguay, junto con el de Misiones, impulsaron la represa Corpus Christi
(sobre el río Paraná). Luego de debates y movilizaciones, en abril de 1996 la
población de Misiones votó. El 88 por ciento dijo “no”. El hecho marcó un hito
en la memoria de luchas provinciales.
Rulo Bregagnolo, del Grupo
Ecologista Cuña Pirú y de la
Mesa Provincial , afirmó que el “90 por ciento” de los
misioneros no quiere las represas y envió un mensaje para “los compatriotas”
que no conocen lo que implican las represas: “Dijimos no a Corpus en 1996, y
seguimos diciendo que no ahora. Es muy simple hermanos argentinos, no queremos
que nos inunden, no queremos que nos corran de nuestras casas por un supuesto
‘progreso’, no queremos ser la usina del país, no queremos pagar el costo humano
de la electricidad que derrochan en las grandes ciudades”.
Fuente original: http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-230038-2013-09-28.html
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174905
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=174905
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