Abajo y a la izquierda, necesitamos
recuperar o reconstruir asambleas que sean órganos de deliberación sobre
cómo organizarnos en comunidades de vida y trabajo que, a la vez,
confraternicen entre sí en todo el país-continente e internacionalmente.
Tal emprendimiento
confronta con
los partidos de estado y por tanto, ante todo, debemos desmontar los
imaginarios sociales que los sostienen como tales. Se trata de
esmerarnos por
propagar la puesta en común sobre cuanto sabemos del poder territorial y
simbólico del Partido Justicialista con desarrollo desde los setenta hasta
hoy. Es aceptar y hacernos cargo que el PJ es incompatible con la democracia al haber
constituido junto a la Unión Cívica Radical:
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Un Estado que legalizó y legitimó la acelerada transnacionalización económica territorial de la alianza de capitales y estados imperialistas con los locales. Forzó al empobrecimiento tanto del país como de sus pueblos e individuos mediante la oficialización como deuda externa pública de la transferencia de riquezas e ingresos desde los de abajo hacia ellos.
-
Territorios semifeudales o satrapías en torno a las oligarquías latifundistas en las provincias periféricas que, con la expansión extractivista desde el menemismo-PJ hasta el kirchnerismo-PJ y hoy Cambiemos con la complicidad de todo el PJ, se convirtieron en zonas de sacrificio y de enclaves para los oligopolios locales e imperialistas. El conflicto de Mapuche con Benetton prueba cómo el Estado en sus distintas jurisdicciones sirve al último. Y cómo la polarización K contra la Mesa de Enlace ocultaba esta realidad de la defensa a la ocupación territorial por oligopolios locales e imperialistas.
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Barones del conurbano apropiados de los territorios (con la mayor densidad poblacional del país) desde los 90 bajo gestión del introductor de drogas en Lomas de Zamora o sea Eduardo Duhalde. Su señora Chiche mediante las 35.000 manzaneras armó una amplia red clientelar usando los fondos de Reparación Histórico que creó Menem y endeudándonos con el Banco Mundial que también implicó atender el programa del BM de volver gobernable a las privatizaciones causantes de despidos masivos y quiebra enorme de pequeño-medianos propietarios. Los barones del conurbano garantizaron el triunfo electoral del PJ y el disciplinamiento de las grandes concentraciones de pobreza estructural que fue reforzando el asistencialismo con los muy lucrativos negocios ilícitos del narcotráfico y las redes de trata y prostitución.
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La CGT peronista arraigó y consolidó la obediencia debida de los trabajadores a los grandes capitales adueñados del país y por tanto, de la vida de nosotros (los diversos de abajo). También como los barones del conurbano y feudos provinciales, emplea grupos de choque o patotas para imponer el orden burgués de transnacionales y transnacionalizados.
-
El Pacto de Olivos (de Menem con Alfonsín) confirió mayor poder electoral de la provincia de Buenos Aires y el neofeudalismo que se disfrazó de federalismo para viabilizar los enclaves de los grandes capitales locales e imperialistas.
Miremos hacia entablar
diálogos entre los diversos de abajo sin fronteras que sean elaboraciones conjuntas de
conceptos claves para análisis demistificadores del capitalismo y enfoques
de vínculos sociales e interpersonales a entretejer en el ir humanizándonos
en sintonía con humanizaciones de ámbitos laborales, vecinales, comunales,
familiares, culturales....e internacionalistas revolucionarios.
El extractivismo minero y
producción de
la naturaleza.
10 de mayo de 2018
En el
marco de la minería moderna, a los pueblos le es expropiada su
naturaleza para producir sobre una distinta, creando otra subjetividad
de trabajo en su geografía.
Por Cristian
Abad Restrepo /periodistas@laestrella.com.pa
La conquista de los diversos espacios en la
actualidad por la modernidad/colonialidad no solamente hacen referencia
a la expropiación de la materia, el trabajo y el saber de pueblos, como
fue evidente en los siglos pasados, sino al proceso de creación
permanente de producir naturaleza, lo que Neil Smith llama de ‘segunda
naturaleza' o como explica Elmar Altvater (2014) la naturaleza adquiere
una segunda piel con el capital. En el marco de la minería moderna, a
los pueblos le es expropiada su naturaleza (formas de trabajo de
reproducción de la vida), para producir sobre éstas otra naturaleza,
otra materialidad, en definitiva, otra subjetividad de trabajo en su
geografía. No podemos entender la producción de la naturaleza dentro de
la modernidad sin las nuevas condiciones materiales que trae consigo el
capitalismo. Sin embargo,
la producción de la naturaleza no aplica para comprender
el extractivismo minero, porque no es cierto que el proceso de
extracción sea equiparable al de la producción, idea que es defendida
por empresarios extractivistas y funcionarios de Estado.
LOS EMPLEOS QUE PRODUCE EL EXTRACTIVISMO MINERO
NO SON TRABAJOS
El empleo que pregona el extractivismo minero
no permite la producción de la naturaleza de forma general, porque
estamos hablando literalmente de la ruptura del equilibrio del
metabolismo social, es decir, de la destrucción de las formas de trabajo
que permiten que el ser humano sea humano a través de la tierra, que
permita cultivarse a sí mismo. En ese sentido, con el extractivismo
minero no es posible producir naturaleza, porque lo que produce es
literal muerte. Sin embargo, en los discursos mineros modernos, dicho
sueño de producir hasta el infinito, ha hecho eco de la incorporación de
los lenguajes de la producción de la naturaleza en general, como si el
trabajo desarrollado en las minas a gran escala fuera de valor de uso, o
sea de la satisfacción humana de la necesidad primaria.
El trabajo promovido por extractivismo minero
es tóxico, porque no participa de la naturaleza en su producción, en
tanto que ésta queda reducida a la extracción. Para referenciarlo de
otra manera, el ser humano simplemente no puede transformarse en el
proceso de extracción porque no produce nada, en tanto que no ejerce
ninguna función sobre la naturaleza ni sobre sí mismo, sólo su
degradación.
Así, el trabajo promovido y desarrollado
dentro del extractivismo minero está enfocado en dos aspectos, la mera
extracción (sacar las rocas y minerales) y la innovación de esa
extracción, socavando la fuente de toda riqueza que es la tierra y el
trabajo (Altvater, 2014). Si la madre es la naturaleza (tierra) y el
padre el trabajo humano, tendríamos una reproducción de la vida. Marx
explicó que es mediante el trabajo humano junto con la naturaleza que
coparticipan para su reproducción, para su sobrevivencia, desencadenando
su propia transformación hacia algo mejor. No obstante, con el
extractivismo minero no vemos producción de la naturaleza, sino
extracción de la misma. El supuesto trabajo que pregona el extractivismo
minero sólo genera escasez de trabajo, es paradójico, pero es así,
los
puestos de trabajo mineros son actividades que deshumanizan, destruyen y
embrutecen.
En los discursos y notas de los medios de
comunicación hegemónica que retratan la subjetividad de los empresarios
y gobiernos, se abogan la capacidad de creación geológica del oro, es
decir, de producir naturaleza mineral. En la revista Forbes de México,
fue publicado un artículo titulado ‘China devora 90% de la ‘producción
global' de oro'. En la revista El Economista de Argentina se titula una
columna ‘Seis países americanos, entre los mayores productores de oro'.
En la revista El Portafolio de Colombia, otro hecho noticioso titula ‘La
producción de oro' aumentará en un millón de onzas en cinco años'. En la
Revista de Brasil (Jornal do Brasil) un titular lleva el nombre de ‘Rio
Tinto interrompe produção de diamantes', y así sucesivamente se va
ampliando los imaginarios de creación de la naturaleza, en específico de
los minerales.
A la opinión pública le encubren que los
beneficios de la vida moderna tienen consecuencias mortales, que no
existen espacios extraídos/explotados y un profundo desconocimiento de
dónde proviene la materialidad moderna. En definitiva, el encantamiento
del consumo ha concebido sujetos de espaldas al territorio. La
colonialidad de la naturaleza queda en evidencia no solamente cuando se
confunde extracción con la producción, sino cuando se escucha que la
minería es verde, ecominería,
minería ecológica, biominería, minería sostenible y amigable con el
medio ambiental, como incorporación abusiva del cuidado de la vida.
Dichas falacias son propias del hombre moderno que se asume como
Dios sobre la naturaleza, pero sabemos que ‘ninguna sociedad produce
carbón, ni oro, ni petróleo, tampoco produce los días y las noches.
Somos seres extractores de estas y no productores' (Gonçalves, 2013).
EXTRACTIVISMO-MINERO Y SEGUNDA NATURALEZA
En realidad, decir que la extracción es
sinónimo de producción, ya de por sí encubre las características
históricas bajo la cual se ha fundado el extractivismo minero, como la
devastación y contaminación de los territorios y la muerte lenta de los
cuerpos humanos y no humanos, bajo la égida simbólica de la renta. Ahora
bien, lo que sí podemos entender es que el extractivismo minero sea el
paso o la mediación de la primera naturaleza extraída y saqueada en el
sur global (quizás para muchos la Madre Naturaleza) hacia la segunda
naturaleza como objeto de producción y creación para el norte global, lo
que implica una relación radicalmente distinta con la Naturaleza
[Smi06]. El pensamiento moderno juega un papel fundamental en este
tránsito de la Naturaleza convertida en materia a merced de la voluntad
humana capitalista.
Cabe resaltar que la segunda naturaleza, según
Neil Smith, ha ‘acelerado la emancipación del ser humano de la primera
naturaleza', es decir, una libertad basada en el control y dominio sobre
las determinaciones naturales. Esta libertad la vemos en la producción
del espacio como las ciudades, siendo espacios altamente artificiales.
El Conde Buffon, había sentenciado que ‘una nueva naturaleza puede
florecer de nuestras propias manos' (Smith, 2006) en América, o sea, los
europeos fueron los artífices de la segunda naturaleza en detrimento de
una Naturaleza con otros horizontes de sentido.
Esa es la libertad que
pregona la racionalidad moderna que encubre tanto sus consecuencias de
hacerse cargo de la devastación producida (Bautista, 2014), como de las
mentiras bajo las cuales se ha fundado la sociedad moderna como la más
justa, cuando en realidad sus privilegios se basan en quitarle la vida
al otro, expropiarlo de su agua, de su oro, de su montaña y de su
alimento.
En otras palabras, la segunda naturaleza es
propia de la modernidad que produce espacios a su imagen, un espacio
funcional a las múltiples jerarquías de poder (raciales, sexuales,
saberes, genero, organización social etc.). La base de una segunda
naturaleza está en el extractivismo, en especial, el minero. De allí que
hablemos de extractopolis como espacios funcionales y artificiales que
privilegian un tipo de trabajo, basado en la extracción de materias
primas para su posterior transformación que haga posible el espacio
moderno. En realidad, estos espacios son enclaves fascistas con la
Naturaleza.
SEGUNDA NATURALEZA Y COLONIALIDAD DE LA
NATURALEZA
La segunda naturaleza no escapa a la
colonialidad de la misma porque de ésta recibe su sentido, no sólo por
constituirse en valor de cambio en el modo de producción capitalista,
sino por el contenido racial propio de la modernidad que orienta la
producción de espacios por el capital. Explica Neil Smith (2006) que ‘la
naturaleza que precedió a la historia humana ya no existe en ninguna
parte, porque por primera vez los seres humanos (cabe resaltar que es el
ser humano moderno, porque no es verdad que todos estemos y nos
identifiquemos con este ser de la modernidad) producen naturaleza a una
escala mundial, es decir un ensanchamiento de la segunda naturaleza a
expensas de la primera… el origen de esto es la modificación de la
relación entre valor de uso y el valor de cambio'.
Este proceso ha significado que habitemos en
una era que Elmar Altvater (2014) denomina como capitaloceno. Las capas
geológicas de la tierra no solamente se modifican por el Fracking para
la extracción de petróleo, sino que son convertidas en monedas.
Extractivismo minero es inseparable de la colonización de la naturaleza
(Alimonda, 2009), lo que lo torna insoportable e insostenible para los
pueblos que tienen y sueñan con otros futuros, horizontes y mundos.
Seguir bajo esta senda de un trabajo improductivo (extractivo minero) es
continuar bajo regímenes coloniales que tiene como propósito transferir
abundancia por escasez, ese es el gran sueño de la modernidad. Nuestros
pueblos no requieren empleos extractivos sino trabajo productivos. Esta
es una de las grandes cuestiones en América Latina.
29 de
abril de 2018
Verifiquemos cómo
diversidades de abajo organizan el extenso arraigo y expandida articulación
multifacética de los poderes populares.
Chile: En Chiloé se realizará el II
Encuentro de Redes Territoriales
2 de marzo de 2018
Este sábado 3 y domingo 4 de Marzo se realizará
el II Encuentro de Redes Territoriales en el Liceo Rayen Mapu de la
ciudad de Quellón, Archipiélago de Chiloé, la invitación es abierta a
todas aquellas organizaciones que se sientan llamadas a conocer el
trabajo que viene realizando cada red y así evaluar la posibilidad de
integración.
Este sábado 3 y domingo 4 de Marzo se realizará el II
Encuentro de Redes Territoriales en el Liceo Rayen Mapu de la ciudad de
Quellón, Archipiélago de Chiloé. Instancia en que se darán cita
organizaciones que forman parte de (1) la Red de Defensa de los
Territorios, (2) la Red de Medios de los Pueblos, (3) la Red de Salud y
Territorios y (4) la Red de Economías Territoriales. Cada una de estas
redes se viene tejiendo entre organizaciones que forman parte de
procesos de defensa y construcción territorial.
Tras el anterior encuentro realizado en
Panguipulli, a comienzos de 2017, que tuvo como anfitriones al
Parlamento Mapuche de Koz Koz y la Red de organizaciones sociales y
ambientales de Panguipulli, es hoy el Centro de Estudios Sociales de Chiloé (CESCH) junto al Colectivo Informativo Mapuexpress las
organizaciones que, junto a un equipo de apoyo, están trabajando para la
adecuada realización
de este 2do
encuentro, cuyo objetivo es seguir potenciando el trabajo que las
distintas redes han llevado a cabo, además de forjar nuevos lazos con
organizaciones territoriales del Archipiélago de Chiloé.
En términos generales, la instancia facilitará
reuniones sectoriales de las respectivas redes y espacios de ampliados –
plenarias, así como espacios de talleres en áreas de comunicación,
estrategias jurídicas, estrategias administrativas, creación colectiva,
seguridad, entre otras materias.
La invitación es abierta a todas aquellas
organizaciones que se sientan llamadas a conocer el trabajo que viene
realizando cada red y así evaluar la posibilidad de integración.
Para dudas y confirmaciones favor escribir a
centrodeestudioschiloe@gmail.com
Link del evento:
https://www.facebook.com/events/1655375681220536/
¡Les esperamos!
Programa: (…)
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