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18 de junio de 2018

III. El agua para los pueblos y libres de extractivismos.

Pronunciamiento final 

del Encuentro

"¡Pueblos Vivos, Libres del Extractivismo!"
25 de abril de 2018
 
Rebelión
Los días 19 y 20 de abril 2018, organizaciones y comunidades que formamos parte del Grupo de resistencia al modelo extractivo en Chiapas, nos reunimos en las tierras del Frente Popular en Defensa del Soconusco "20 de junio" (FPDS), en el marco del Encuentro "¡Pueblos Vivos! ¡Libres del Extractivismo!", que realizamos en la casa ejidal de Acacoyagua, Chiapas.
Hace años que nos hemos venido encontrando entre hombres y mujeres integrantes del Grupo de resistencia al modelo extractivo en Chiapas. Buscamos tejer nuestras luchas y hacer frente común al avance del extractivismo, es decir la actual fase del capitalismo que extrae un máximo de bienes comunes naturales para la acumulación de riqueza y la exportación de materias primas. Junt@s y unid@s frenaremos este modelo que daña la vida, la naturaleza, los derechos colectivos de los pueblos, el tejido social, el patrimonio biocultural y nuestra espiritualidad.

El FPDS está a punto de cumplir tres años de resistencia contra las 21 concesiones mineras que existen en Acacoyagua y Escuintla. Nos reunimos en su territorio porque su lucha digna y justa en defensa de la vida y de la Madre Tierra es un ejemplo para nosotr@s. Su defensa es esencial para el bienestar de la población y de las futuras generaciones a quienes tenemos que dejar ríos limpios, libres de contaminación minera. Admiramos la valentía de l@s compañer@s del FPDS quienes llevan año y medio instalad@s en dos campamentos en Acacoyagua

http://otrosmundoschiapas.org/index.php/temas-analisis/32-extractivismo/mineria/2452-video-habitantes-del-soconusco-chiapas-organizados-para-detener-la-mineria

para impedir el paso de las maquinarias de la empresa El Puntal S.A. de C.V. hacia la mina de titanio "Casas Viejas". Gracias a esta acción, la mina no está activa, pero seguiremos apoyando al FPDS hasta que las 21 concesiones se cancelen de manera definitiva. Les felicitamos por haber logrado que en septiembre y octubre 2017, el ejido y los Bienes Comunales de Acacoyagua firmaran acuerdos de asamblea en donde se prohibe la actividad minera 
http://otrosmundoschiapas.org/index.php/temas-analisis/32-extractivismo/mineria/2828-defensores-de-acacoyagua-prohiben-la-mineria-en-dos-nucleos-agrarios-y-exigen-que-se-respete-su-decision.

Su lucha es difícil y de muy largo aliento, como la de cada un@ de nosotr@s, pero estamos conscientes de que hay seguir luchando. Debemos agarrarnos de la mano, porque hoy no solo hay que enfrentarnos a las minas, sino un conjunto de megaproyectos, que hacen parte del modelo extractivo, ya que hoy hasta nuestro propio maíz originario está amenazado.

Oficialmente existen 111 concesiones mineras y 98 proyectos hidroeléctricos en la entidad, pero en Pijijiapan, l@scompañer@s del Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas ya lograron la suspensión de 4 proyectos de mini hidroeléctricas. En Pijijiapan, l@s compañer@s de las comunidades de Lázaro Cárdenas y comunidades vecinas están intentando también prohibir el proyecto de granja avícola de Bachoco cuyos desechos llenos de agentes tóxicos desembocan en el río Las Pilas afectando la salud las personas que dependen de esa agua. Nos solidarizamos con su lucha contra el despojo agroindustrial.

Nos amenazan también los proyectos de parques eólicos que quieren producir energía eléctrica con el viento, como en el municipio de Arriaga. Están también los proyectos de la economía verde* que buscan sacar provecho de la biodiversidad a través de Pagos por Servicios Ambientales (PSA) y de la militarización, con la implementación de la Gendarmería Ambiental, a la cual resisten los compañeros de "Reddeldía de los Montes Azules" en la Selva Lacandona. En cuanto a la explotación de hidrocarburos, compartimos la digna lucha del pueblo indígena zoque de Chiapas quien la cancelación de los bloques 10 y 11 de la Ronda 2.2. en los cuales se planeaba explotar 12 pozos de hidrocarburos en su territorio, pero seguimos pendiente de cualquier otro ataque a su soberanía.

*La legalización del despojo se traduce por la implementación de nuevas Zonas Económicas Especiales (ZEE)

http://otrosmundoschiapas.org/index.php/component/content/article/49-25-el-escaramujo/49-el-escaramujo/2305-el-escaramujo-65-las-zonas-economicas-especiales

en el sureste mexicano*, entre ellas la ZEE de Puerto Chiapas

http://otrosmundoschiapas.org/index.php/component/content/article/49-25-el-escaramujo/49-el-escaramujo/2803-el-escaramujo-72-la-zona-economica-especial-de-puerto-chiapas

que va a ocupar 8,611 hectáreas en tierras de Tapachula. El gobierno nos hace creer que se trata de un proyecto social que va a sacar a nuestras comunidades de la pobreza, pero bien sabemos que significarán "progreso" y "desarrollo" solo para las empresas, las cuales no pagarán ningún impuesto dentro de la ZEE. A cambio sacarán mucha energía, agua y mano de obra explotada para funcionar, dejándonos solo con más pobreza, más contaminación y menos tierras cultivables. Además, las ZEE son un atentado a la soberanía de nuestros municipios ya que las van a administrar personas externas que podrán venir del sector privado. Nosotros tenemos otro proyecto de vida más sustentable para nuestras comunidades, basado en el rescate de nuestros usos y costumbres, nuestras semillas originarias y nuestra medicina tradicional.

*Rechazamos la nueva Ley de Seguridad Interior* que otorga el derecho al presidente de la República de activar la presencia de las Fuerzas Armadas en cualquier situación que represente un supuesto riesgo para la seguridad nacional. *El Ejército podrá intervenir hasta en protestas pacíficas*, por lo que condenamos esta nueva ley anticonstitucional, hecha para proteger a las empresas, no a l@s campesin@s. Ya lo vimos en enero de 2018, cuando el Ejército entró en varios ejidos del municipio de Ocosingo 

http://otrosmundoschiapas.org/index.php/temas-analisis/180-extractivismo/biodiversidad/2824-chiapas-denunciamos-el-hostigamiento-del-ejercito-mexicano-contra-las-comunidades-de-los-montes-azules


en la Selva Lacandona, en el marco de la implementación de la ley.

Denunciamos la implementación de estrategias de control y de programas asistencialistas en el marco de las elecciones de 2018, que generan división en las comunidades e incrementan los niveles de violencia. En el municipio de Cancúc, por ejemplo, se les está pidiendo a las comunidades y policías comunitarias vigilar con armas la entrega del programa Prospera.

Ante este panorama, nos da mucha esperanza encontrarnos en el territorio del FPDS, donde la lucha organizada y pacífica tiene resultados concretos y logra frenar el despojo, en presencia de otras organizaciones y comunidades que también se defienden y derrotan proyectos de muerte. Al resistir de forma organizada al modelo extractivo, reforzamos nuestra defensa territorial y nuestra búsqueda de soberanía, generamos unión y articulación entre los pueblos explotados, y* recuperamos el ejercicio de nuestros derechos colectivos.

Firmamos:

Grupo de resistencia al modelo extractivo en Chiapas
Red mexicana de Afectados por la Minería (REMA)
Movimiento mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos
(MAPDER)

Frente Popular en Defensa del Soconusco "20 de junio" (FPDS)
Comisariato de Bienes Comunales de Acacoyagua, Chiapas
Otros Mundos A.C./Amigos de la Tierra México
Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa A.C.
Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas
Consejo Cívico Tonalteco
Pescadores y Campesinos de la Costa y Sierra de Chiapas
Resistencia Civil contra las altas tarifas de luz
Movimiento "Reddeldía de los Montes Azules"
La Voz del Pueblo
La Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Parroquia de Cancúc
Parroquia Santo Niño de Atocha de Frontera Comalapa
Movimiento en Defensa de la Vida y el Territorio (MODEVITE) de Ocosingo
Kinal Antsetik A.C.
Voces Mesoamericanas, Acción con Pueblos Migrantes A.C.
Movimiento Indígena del Pueblo Creyente Zoque en Defensa de la Vida y el
Territorio (ZODEVITE)
Consejo de Organizaciones de Médicos y Parteras Indígenas Tradicionales de
Chiapas (COMPITCH)
Colectivo Geocomunes

Nos acompañan:

Movimiento Sueco por la Reconciliación - México (Swefor México)Fuente:
 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=240773

II. El agua para los pueblos y libres de extractivismos.

Convocan a la primera cumbre latinoamericana del

"agua para los pueblos".

La cumbre se hará en septiembre en Catamarca y se convoca a todos los movimientos sociales y ambientalistas de Latinoamérica para promover acciones y políticas para proteger el agua de la industria extractivista.

Ante la amenaza de la industria minera y petrolera que avanza sobre distintas regiones en el país, promovida por el gobierno nacional, Pucara (Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Determinación) se reunió el pasado 10 de marzo en San Fernando del Valle de Catamarca para debatir las acciones a seguir para proteger los recursos naturales y el medio ambiente, no sólo de nuestro país, sino de toda la región.

En el encuentro se debatieron diferentes propuestas y se llegó a la conclusión de que es “una necesidad vital” preservar el agua como bien común. Esto se materializará en la primera Cumbre Latinoamericana del Agua para los Pueblos. La fecha está prevista para el 15 al 17 de septiembre, en la capital catamarqueña. Las distintas organizaciones que participaron de este encuentro emitieron un comunicado convocando a todas los movimientos sociales y ambientalistas.
“En respuesta al avasallamiento contra los derechos de los pueblos y la naturaleza, en manos del extractivismo, nos urge convocar a todas las comunidades latinoamericanas para:
Aunar criterios y acciones de lucha y resistencia.
• Afianzar las relaciones de solidaridad entre las comunidades afectadas.
• Exigir a los Estados el respeto del AGUA como derecho humano.
• Impulsar La soberanía Alimentaria de los pueblos a través de ferias de Economía Social.
• Reconocer al Arte como medio de pronunciamiento, creación y recreación en defensa del AGUA y La VIDA.
• Crear una Red Latinoamericana de Defensa del AGUA.
Invitamos entonces a participar a comunidades originarias y afrodescendientes, Asambleas socioambientales, Movimientos campesinos, Organizaciones sociales y de DDHH, feriantes, artesanos, artistas, trabajadores, estudiantes, investigadores, etc, a encontrarnos el 15,16 y 17 de Septiembre en San Fernando del Valle de Catamarca para hacer juntos la 1° Cumbre latinoamericana del AGUA para los pueblos.
Tal es así que este próximo 1° de mayo al mediodía nos reuniremos en el Espacio cultural “Estación de sueños” para informar adhesiones, posibles participantes, sumar criterios e ideas. Estamos todos invitados!

I. El agua para los pueblos y libres de extractivismos.

Declaración final del Foro Alternativo Mundial de las Aguas 2018
5 de abril de 2018
 
¿Quiénes somos?
Nosotras y nosotros, constructoras y constructores del Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA), tras reunirnos del 17 al 22 de marzo de 2018 en Brasilia, declaramos a la sociedad lo que acumulamos después de muchos debates, intercambios, sesiones culturales y relatos, tanto durante los varios meses de preparación cuanto en estos últimos días en que nos reunimos aquí. Somos más de 7 mil trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, de las aguas y las selvas, representantes de pueblos originarios y comunidades tradicionales, articulados en 450 organizaciones de todos los continentes. Somos movimientos populares, tradiciones religiosas y espiritualidades, organizaciones no gubernamentales, universidades, investigadores/as, ambientalistas; organizados en grupos, colectivos, redes, frentes, comités, foros, institutos, articulaciones, sindicatos y consejos.
Con la grandeza de los pueblos, intercambiamos experiencias de conocimiento, resistencia y lucha. Somos conscientes de que lo que producimos es para garantizar la vida y su diversidad. Estamos creando unidad y fuerza popular para reflexionar y luchar juntas y juntos por el agua y por la vida en sus más variadas dimensiones. Lo que nos une es la vida. Y por ella luchamos. Eso es lo que nos diferencia de los proyectos y relaciones del capital, expresados en el Foro de las Corporaciones, el Foro Mundial del Agua (FMA).

También estamos aquí para denunciar su 8º edición, realizada también en Brasilia, evento organizado por el llamado Consejo Mundial del Agua, y que en realidad es un espacio de captura y robo de nuestras aguas. El Foro y el Consejo son espacios vinculados a las grandes corporaciones trasnacionales y buscan satisfacer sus intereses, en detrimento de los pueblos y de la naturaleza.
Nuestras constataciones sobre el momento histórico
El modo de producción capitalista, históricamente concentra y centraliza riqueza y poder, a partir de la ampliación de sus formas de acumulación, intensificación de sus mecanismos de explotación del trabajo, y profundización de su dominio sobre la naturaleza, acarreando la destrucción de nuestros modos de vida. Vivimos un período de crisis del capitalismo y de su modelo político representado por la ideología neoliberal, que se busca intensificar con la transformación de los bienes comunes en mercadería, a través de procesos de privatización; fijación de precios y financiarización.
La persistencia de ese modelo ha profundizado las desigualdades y la destrucción de la naturaleza, a través de los planos de emergencia del capital en los momentos en que se profundiza su crisis. En este escenario, las acciones del capital se orientan a mantener a cualquier costo sus altas tasas de interés, lucro y renta.
 
Este modelo impone a América Latina y el Caribe el papel de productores de artículos primarios y proveedores de materias primas, actividades intensivas en bienes naturales y fuerza de trabajo. Subordina la economía de estos países a un papel de dependencia en la economía mundial, y los convierte en objetivos primordiales de esta estrategia de ampliación de la explotación a cualquier costo.
 
Brasil, que recibe esta edición del FAMA, es un ejemplo en este sentido. El golpe reciente expone la acción coordinada de las corporaciones con sectores del parlamento, de los medios y el Poder Judicial para romper el orden democrático y someter al gobierno nacional a una agenda que atienda rápidamente sus intereses. Se implementó aquí la medida presupuestaria más dura del mundo, donde el presupuesto público se congeló por 20 años, garantizando el drenaje de recursos públicos para el sistema financiero y sentando las bases para una onda privatizadora, que incluye la infraestructura de almacenamiento, distribución y saneamiento de aguas.
¿Cuáles son las estrategias de las corporaciones para el agua?
Identificamos que el objetivo de las corporaciones es ejercer control privado del agua a través de la privatización, mercantilización y de su licenciamiento, convirtiéndola en fuente de acumulación a escala mundial, generando lucros para las trasnacionales y el sistema financiero. Para eso están en curso diversas estrategias que van desde el uso de la violencia directa hasta las formas de captura corporativa de gobiernos, parlamentos, judiciarios, agencias reguladores y demás estructuras jurídico-institucionales para actuar en favor de los intereses del capital.
Existe también una ofensiva ideológica articulada junto a los medios de comunicación, educación y propaganda que buscan crear hegemonía en la sociedad contraria a los bienes comunes y a favor de transformarlos en mercadería.
El resultado deseado por las corporaciones es la invasión, apropiación y control político y económico de los territorios, de las nacientes, ríos y reservorios, para atender los intereses del agronegocio, hidronegocio, industria extractiva, minería, especulación inmobiliaria y generación de energía hidroeléctrica. El mercado de bebidas y otros sectores quieren controlar los acuíferos. Las corporaciones quieren también controlar toda la industria de abastecimiento de agua y alcantarillado sanitario para imponer su modelo de mercado y generar lucros, transformando un derecho históricamente conquistado por el pueblo en un bien más de consumo. Quieren también los manantiales de Brasil, América Latina y el mundo para generar valor y viabilizar el mercado mundial del agua.
Denunciamos a las trasnacionales Nestlé, Coca-Cola, Ambev, Suez, Veolia, Brookfield (BRK Ambiental), Dow AgroSciences, Monsanto, Bayer, Yara, los organismos financieros multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y ONG ambientalistas de mercado, como The Nature Conservancy y Conservation Internacional, entre otras que expresan el carácter del Foro de las Corporaciones. Denunciamos el crimen cometido por la Samarco, Vale y BHP Billiton, que contaminó con su lama tóxica el Río Doce, matando toda una cuenca hidrográfica, inúmeras personas y hasta hoy sigue impune.
Denunciamos el reciente crimen practicado por la empresa noruega Hydro Alunorte que vertió miles de toneladas de residuos de minería a través de canales clandestinos en el corazón de la Amazonia y el asesinato del líder comunitario Sergio Almeida Nascimento que denunciaba sus crímenes. Ejemplos como estos se reproducen por todo el mundo.
Los pueblos son víctimas de este avance del proyecto de las corporaciones. Las mujeres, pueblos originarios y comunidades tradicionales, poblaciones negras, migrantes y refugiados, agricultores familiares y campesinos, así como las comunidades periféricas urbanas sufren directamente los ataques del capital y las consecuencias sociales, ambientales y culturales de sus acciones.
En los territorios y locales donde hubo o existen planes de privatización, se profundizan las desigualdades, el racismo, la violencia sexual y la sobrecarga de trabajo para las mujeres, la criminalización, los asesinatos, amenazas y persecuciones a líderes, demisiones en masa, precarización del trabajo, retirada y violación de derechos, reducción salarial, aumento de la explotación, brutal restricción al acceso al agua y a los servicios públicos, reducción en la calidad de los servicios prestados a la población, ausencia de control social, aumentos abusivos en las tarifas, corrupción, deforestación, contaminación y envenenamiento de las aguas, destrucción de las nacientes de los ríos y ataques violentos a los pueblos y sus territorios, en especial a quienes resisten las reglas impuestas por el capital.
La dinámica de acumulación capitalista se entrelaza con el sistema hetero-patriarcal, racista y colonial, controlando el trabajo de las mujeres y ocultando intencionalmente su papel en las esferas de reproducción y producción. En este momento de ofensiva conservadora, se profundiza la división sexual del trabajo y del racismo, causando aumento de pobreza y precarización de la vida de las mujeres.
La violencia contra las mujeres es una herramienta de control sobre nuestros cuerpos, nuestro trabajo y nuestra autonomía. Esa violencia se intensifica con el avance del capital, y se refleja en el aumento del asesinato de mujeres, de la prostitución y la violencia sexual. Todo eso imposibilita que las mujeres vivan con dignidad y placer. Para las diversas religiones y espiritualidades, todas esas injusticias en relación a las aguas y los territorios, configuran una desacralización del agua recibida como un don vital, y dificultan las relaciones con lo Trascendente como horizonte mayor de nuestras existencias.
Destacamos que para los Pueblos Originarios y Comunidades Tradicionales existe una relación interdependiente con las aguas, y todo lo que las afecta, y todos los ataques criminales que sufren, repercuten directamente en la existencia de esos pueblos en sus cuerpos y mentes. Estos pueblos se afirman como agua, ya que existe una profunda unidad entre ellos y los ríos, lagos, lagunas, nacientes, manantiales, acuíferos, pozos, veredas, estuarios, mares y océanos como una entidad única. Declaramos que las aguas son seres sagrados. Todas las aguas son una sola agua en permanente movimiento y transformación. El agua es una entidad viva, y como tal, merece ser respetada.

Finalmente, constatamos que la entrega de nuestras riquezas y bienes comunes conduce a la destrucción de la soberanía y autodeterminación de los pueblos, así como a la pérdida de sus territorios y modos de vida.
 
Pero afirmamos: ¡Resistimos y venceremos!
Nuestra lucha es legítima. Somos los guardianes y guardianas de las aguas y somos defensores de la vida. Somos un pueblo que resiste y nuestra resistencia vencerá todas las estructuras que dominan, oprimen y explotan nuestros pueblos, cuerpos y territorios. Somos como agua, alegres, transparentes y en movimiento Somos pueblo de agua y el agua de los pueblos. En estos días de convivencia colectiva, identificamos una extraordinaria diversidad de prácticas sociales, con enorme riqueza de culturas, conocimientos y formas de resistencia y de lucha por la vida. Nadie se rendirá. Los pueblos de las aguas, selvas y campos resisten y no se entregarán al capital. Así también ha sido la lucha de los obreros y de todas las trabajadoras y trabajadores de las ciudades que demuestran cada vez mayor fuerza. Tenemos la convicción de que solamente la lucha conjunta de los pueblos podrá derrotar todas las estructuras de injusticia que sustentan esta sociedad.
Vemos que la resistencia y la lucha viven en todos los territorios de Brasil y del mundo, y estamos convencidos de que nuestra fuerza debe continuar caminando y unirse a las grandes luchas nacionales e internacionales. La lucha de los pueblos en defensa de las aguas es mundial.
Agua es vida, salud, alimento, territorio, derecho humano y bien común sagrado.
 
Lo que proponemos
Reafirmamos que las diversas luchas en defensas de las aguas dicen alto y claro que el agua no es ni puede ser una mercadería. No es un recurso para ser apropiado, explotado y destruido para el buen rendimiento de los negocios. Agua es bien común y debe ser preservada y gestionada por los pueblos para las necesidades de la vida, garantizando su reproducción y perpetuación. Por eso, nuestro proyecto para las aguas tiene a la democracia como un pilar fundamental. Es solamente por medio de procesos verdaderamente democráticos -que superen la manipulación de los medios y del dinero- que los pueblos pueden construir el poder popular, el control social y el cuidado efectivo de las aguas, afirmando sus saberes, tradiciones y culturas en oposición al proyecto autoritario, egoísta y destructivo del capital.
Somos radicalmente contrarios a las diversas estrategias presentes y futuras de apropiación privada sobre el agua, y defendemos el carácter público, comunitario y popular de los sistemas urbanos de gestión y cuidado del agua y el saneamiento. Por eso saludamos y estimulamos los procesos de re-estatización de compañías de agua y saneamiento y otras formas de gestión. Seguiremos denunciando los intentos de privatización y de apertura de capital, como ocurre en Brasil, donde 18 estados manifestaron interés en la privatización de sus compañías.
Defendemos el trabajo decente, basado en relaciones de trabajo democráticas, protegidas y libres de toda forma de precarización. También es fundamental la garantía de acceso democrático y sustentable al agua, junto a la implementación de la reforma agraria y la defensa de los territorios, que garanticen la producción de alimentos con bases agroecológicas, respetando las prácticas tradicionales y buscando impulsar la soberanía alimentaria de las trabajadoras y trabajadores rurales y urbanos.
Estamos comprometidos con la superación del patriarcado y de la división sexual del trabajo, y entendemos que es necesario reconocer que el trabajo doméstico y de cuidados está en la base de la sustentabilidad de la vida. El combate al racismo también nos une en la lucha por el reconocimiento, titulación y demarcación de los territorios de los pueblos originarios y comunidades tradicionales, y en la reparación al pueblo negro e indígena que vive marginalizado en las periferias de los centros urbanos.
Nuestro proyecto es orientado por la justicia y por la solidaridad, no por el lucro. En él, nadie pasará sed o hambre, y todas y todos tendrán acceso al agua de calidad, en cantidades suficientes, así como también a los servicios públicos de saneamiento.
 
Nuestro plan de acciones y luchas
La profundidad de nuestros debates y elaboraciones colectivas, el suceso de nuestra movilización, la diversidad de nuestro pueblo y la amplitud de los desafíos que precisan ser combatidos nos impulsan a continuar el enfrentamiento al sistema capitalista, patriarcal, racista y colonial, teniendo como referencia la construcción de la alianza e unidad entre toda la diversidad presente en el FAMA 2018.
Trabajaremos, a través de nuestras formas de lucha y organización, para ampliar la fuerza de los pueblos en el combate a la apropiación y destrucción de las aguas. La intensificación y calificación del trabajo de base junto al pueblo, la acción y formación política para construir una concepción crítica de la realidad serán nuestros instrumentos. El pueblo debe asumir el comando de la lucha. Apostamos por su protagonismo y su construcción heroica. Vamos a practicar nuestro apoyo y solidaridad internacional a todos los procesos de luchas de los pueblos en defensa del agua y denunciaremos la arquitectura de la impunidad, que por medio de regímenes de libre comercio e inversiones, concede privilegios a las corporaciones trasnacionales y facilita sus crímenes.
Multiplicaremos las experiencias compartidas en el Tribunal Popular de las Mujeres, para la promoción de la justicia popular, visibilizando las denuncias de los crímenes contra nuestra soberanía, los cuerpos, los bienes comunes y la vida de las mujeres del campo, las selvas, las aguas y las ciudades.
El agua es un don que la humanidad recibió gratuitamente, derecho de todas las criaturas y bien común. Por eso, nos comprometemos a unir mística y política, fe y profecía luchando contra los proyectos de privatización, mercantilización y contaminación de las aguas que hieren su dimensión sagrada.
El Foro Alternativo Mundial del Agua (FAMA) apoya, se solidariza y estimulará todos los procesos de articulación y lucha de los pueblos en Brasil y en el mundo, tales como la construcción del “Congreso del Pueblo”, del campamento “Tierra Livre”, la “Asamblea Internacional de los Movimientos y Organizaciones de los Pueblos”, la “Jornada Continental por la Democracia y Contra el Neoliberalismo”, la campaña internacional para desmantelar el poder corporativo y por el “tratado vinculante” como herramienta para exigir justicia, verdad y reparación frente a los crímenes de las trasnacionales.
Convocamos a todos los pueblos a luchar juntos para defender el agua. Agua no es mercadería. El agua es del pueblo y por ellos debe ser controlada. Es tiempo de esperanza y de lucha. Sólo la lucha nos llevará a la victoria. ¡Venceremos!
Firman la declaración:
Articulação dos Povos Indígenas do Brasil
Articulação Semiárido Brasileiro
Associação Brasileira de Saúde Coletiva
Associação Nacional dos Serviços Municipais de Saneamento
Cáritas Brasil
Central de Movimentos Populares
Conselho Nacional das Populações Extrativistas
Confederação Nacional dos Urbanitários
Confederação Nacional das Associações de Moradores
Coordenação Nacional de Articulação das Comunidades Negras Rurais Quilombolas
Conselho Nacional de Igrejas Cristãs do Brasil
Confederação Nacional dos Trabalhadores na Agricultura
Comissão Pastoral da Terra
Confederação Sindical de Trabalhadores/as das Américas
Central Única dos Trabalhadores
Federação de Órgãos para Assistência Social e Educacional
Fórum Brasileiro de ONGs e Movimentos Sociais para o Meio Ambiente e o Desenvolvimento
Federação Nacional das Associações do Pessoal da Caixa Econômica Federal
Federação Interestadual de Sindicatos de Engenheiros
Frente Nacional pelo Saneamento Ambiental
Federação Nacional dos Urbanitários
Federação Única dos Petroleiros
Fórum de Mudanças Climáticas e Justiça Social
Instituto Brasileiro de Proteção Ambiental
Internacional de Serviços Públicos
Marcha Mundial das Mulheres
Movimento dos Atingidos por Barragens
Movimento dos Pequenos Agricultores
Movimento de Pescadores e Pescadoras Artesanais do Brasil
Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra
Movimento dos Trabalhadores Sem Teto
ONG Proscience
Rede Mulher e Mídia
Serviço Interfranciscano de Justiça Paz e Ecologia
Sociedade Internacional de Epidemiologia Ambiental
Vigência


III. El mayo francés del 68: "fue respuesta a crisis (...) Todo eso generó una insubordinación social ....

Mayo del 68 & Feminismo
El feminismo después 
del mayo francés
2 de junio de 2018
 
 Por Montserrat Galcerán (Rebelión)
 
En estos días se cumplen 50 años de las movilizaciones del 68, ¿cómo se relacionaron con el movimiento de mujeres? ¿Qué estela desencadenó en el feminismo?
En el 68 el feminismo no estaba de moda. Por supuesto muchas mujeres estuvieron presentes en los acontecimientos, pero las abundantes fotos y documentos gráficos nos hablan de liderazgos masculinos, no femeninos. Conocemos de memoria los nombres de los grandes protagonistas masculinos: Daniel Cohn-Bendit, Jacques Sauvageot, Alain Greismar, Rudi Dutschke en Alemania, Renato Curcio en Italia o el americano Bobby Seale, de los Panteras negras. En esta lista no hay mujeres. Las mujeres no ocupaban el proscenio, estaban en la logística y en la cocina: atendían el teléfono, preparaban comidas y bebidas, llevaban actas, se ocupaban de las multicopistas y participaban en las manifestaciones, a veces en pequeños grupos que prefiguran lo que será el reinicio del movimiento feminista casi inmediatamente después. 
 
En muchas universidades ocupadas se organizaban pequeños actos sobre “La mujer y la revolución”, como el que tuvo lugar en la Sorbona en plena ocupación, con muy poca asistencia de público. En el mejor de los casos eran actos con una asistencia mínima, en otros incluso se suspendían por falta de interés. Los primeros grupos feministas resurgen en Europa poco después del 68, ya en los 70´. Aparece en Francia el llamado Mouvement de Liberation des Femmes (Movimiento de Liberación de las mujeres). En Alemania las pioneras son estudiantes feministas del Sozialistische deutsche Studentenbund (Liga de estudiantes socialistas alemanes) que participaban en las comunas surgidas a raíz de las ocupaciones. 
 
En Italia se abrió en Milán la primera librería feminista que dio lugar al movimiento denominado DEMAU (Demistificazione autoritarismo). En todos estos casos, el nuevo movimiento feminista era muy distinto del de décadas anteriores, pues no se centraba en la conquista del voto, derecho ya reconocido en muchos países, sino que se proponía ahondar en la subjetividad femenina para desarrollar vías posibles para una vida digna para las mujeres. El desafío era cuestionar el modelo de mujer obligado por la tradición; cuestionarnos qué tipo de mujer se quería y se podía ser, no auparnos al modelo masculino. No es un feminismo de la igualdad el que se defiende sino de la liberación o emancipación de la mujer que, para liberarse, necesita ahondar en las claves de su sujeción.
 
En esta búsqueda el psicoanálisis aportó una considerable ayuda. La liberación sexual, gran leit-motiv del 68, no fue vivida del mismo modo por los varones y por las mujeres. Para nosotras suponía afrontar una sexualidad compulsiva que nos obligaba a conocer bien nuestras características físicas y ahondar en los mecanismos psíquicos de la identidad femenina. Rápidamente chocamos con el peso de la fecundidad en nuestra sexualidad. La capacidad de gestar nos obligaba a tener en cuenta los efectos de las prácticas sexuales cuando disponíamos ya de anticonceptivos desarrollados pero nos encontrábamos con limitaciones en su acceso legal y con la prohibición del aborto. 
 
Las campañas para conseguir un “aborto libre y gratuito” aumentaron exponencialmente; fueron el grito de guerra del feminismo de los 70, en un momento en el que abortar era considerado un delito que comportaba penas de cárcel de varios años. Era difícil obtener datos fiables sobre el número de abortos. En Italia, un país cercano en historia y costumbres, se barajaban cifras alarmantes de abortos ilegales por año: entre 850.000 y 1,2 millones. En algunos círculos esta cifra subía hasta los tres millones de los que hablaban los grupos feministas. En España, la Fiscalía del Tribunal Supremo reconocía en 1974 que se habían producido 300.000 abortos ilegales y 3.000 mujeres habían muerto a consecuencia de ellos. 
 
En 1979 el juicio contra las once de Bilbao (10 mujeres y 1 hombre) desencadenó una polémica pública que puso el tema en el centro del debate. Su regulación en el marco de una ley muy tímida no llegó hasta 1985; la ley posterior de 2010 cambió el enfoque, pero de nuevo puso restricciones al disfrute de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres jóvenes.
¿Por qué esta extraordinaria vigilancia sobre el cuerpo de las mujeres? El movimiento feminista nunca se cansará de denunciar una tradición patriarcal que hace del cuerpo de nuestros cuerpos una especie de bien público que debe estar a disposición de los poderes sociales; todas las instituciones, estatales, religiosas, familiares, parecen tener derecho a legislar y opinar sobre el uso adecuado del cuerpo de las mujeres, en vez de nosotras mismas, pasando por alto que es el marco en el que construimos nuestra personalidad. 
 Cualquier atentado contra él nos produce daños físicos y psíquicos que lastrarán el desarrollo de la persona que habita ese cuerpo. De ahí la necesidad de cambiar la mirada: dado que somos sujetos de pleno derecho, nuestro cuerpo debe ser inviolable y en ningún caso objeto o mercancía para ser tomado con mayor o menor violencia. Los feminismos de los años setenta tuvieron que enfrentarse con valentía a esta cuestión, pero no fue la única. 
 
Otros temas salían a la palestra; en Italia un grupo numeroso de feministas aliadas a sus compañeras norteamericanas empezaron a poner en la picota el llamado “trabajo doméstico”, lo que ahora llamamos “trabajo de cuidados”. Se reclamaba un salario para remunerarlo. Por primera vez se planteó una huelga de mujeres, algo premonitorio visto el reciente 8 de marzo pero que en aquel momento parecía totalmente utópico. 
 
Feminismo durante el Mayo 68 en España
 
No quiero olvidarme tampoco de las feministas españolas de la Transición. El feminismo llegó a España a principios de los setenta y tuvo un primer momento de aparición pública exitosa en 1975, recién muerto Franco. Incidió pues de lleno en la transición, pero lo hizo a contracorriente. Como en el 68 las preocupaciones y los tiempos del feminismo no se acompasaban a los tiempos generales de los conflictos en el país. 
 
Ni el protagonismo de las mujeres ha sido nunca reconocido: entre los padres de la Constitución no hay ninguna mujer, no se introdujeron ni el divorcio ni el aborto, cuyas leyes no se promulgaron hasta 1981 y 1985; desde el principio se denunció el artículo 57.1 que privilegia al varón por encima de la mujer en la sucesión al trono. Por todo ello, varias diputadas se ausentaron en el momento de la votación. 
 
El movimiento feminista llamó a la abstención o al voto en contra en el referéndum constitucional. Casi todos los textos sobre la transición olvidan estos aspectos e ignoran la participación de las mujeres en las luchas contra el franquismo. Sin embargo y gracias a todo ello, las mujeres feministas nos hemos convertido en sujeto político. 
 
Estamos logrando mostrar la profunda injusticia de un sistema que subordina el mantenimiento de la vida al lucro económico. No deja de ser una profunda ironía de la historia que las mujeres vayamos a ser las enterradoras de un capitalismo que siempre fue patriarcal y depredador. 
 
Si el capitalismo empezó con la quema de brujas, justo será que termine a manos de las mujeres, pues la lucha feminista no se limita a igualarnos con los varones y a permitirnos compartir sus privilegios sino que redimensiona la política en un sentido mucho más profundo que, a día de hoy, nutre nuestras esperanzas.

II. El mayo francés del 68: "fue respuesta a crisis (...) Todo eso generó una insubordinación social ....


Medio siglo de educación popular
9 de junio de 2018


Por Raúl Zibechi (La Jornada)

Entre las múltiples creaciones que alumbró la revolución mundial de 1968 (concepto acuñado por Immanuel Wallerstein), la educación popular es una de las más trascendentes, ya que ha cambiado en profundidad los modos como concebimos y practicamos el acto educativo, en particular en el seno de los movimientos anti-sistémicos.

En 1967 Paulo Freire publicó su primer libro, La educación como práctica de la libertad, y en 1968 redacta el manuscrito de Pedagogía del oprimido, que se publica en 1970. Este libro influyó sobre varias generaciones y llegó a vender la astronómica cifra de 750 mil ejemplares, algo extraordinario para un texto teórico. Desde la década de los años setenta los trabajos de Freire fueron debatidos en los movimientos, que adoptaron sus propuestas pedagógicas como forma de profundizar el trabajo político de los militantes con los pueblos oprimidos.
Una de las principales preocupaciones de Freire consistía en superar el vanguardismo imperante en esos años. Defendía la idea de que para transformar la realidad hay que trabajar con el pueblo y no para el pueblo, y que es imposible superar la deshumanización y la internalización de la opresión sólo con propaganda y discursos generales y abstractos.

De ese modo sintonizaba con los principales problemas legados por la experiencia de la Unión Soviética, pero también abordaba críticamente los métodos de trabajo de las guerrillas nacidas al influjo de la revolución cubana. Casi la totalidad de la generación de militantes de las décadas de 1960 y 1970 estábamos firmemente convencidos de representar los intereses de los sectores populares (incluyendo pueblos originarios y descendientes de esclavos arrancados de África), pero no se nos ocurría consultarlos acerca de sus intereses y menos aún sobre sus estrategias como pueblos.

Creo que la educación popular es una de las principales corrientes de pensamiento y acción emancipatoria nacidas en el entorno de la revolución de 1968. Buena parte de los movimientos tienen alguna relación con la educación popular, no sólo en sus prácticas educativas y las pedagogías que asumen, sino sobre todo en los métodos de trabajo en el seno de las organizaciones.

Freire se mostraba preocupado por transformar las relaciones de poder entre los revolucionarios y entre éstos y los pueblos (el vocablo revolución es uno de los más usados en Pedagogía del oprimido), probablemente porque estaba intentando superar los límites del proceso soviético. Sus propuestas metodológicas buscaban potenciar la autoestima de los oprimidos, jerarquizando sus saberes, que no los consideraba inferiores a los saberes académicos. Se propuso acortar las distancias y jerarquías entre los educadores-sujetos y los alumnos-objetos, con métodos de trabajo que mostraron enorme utilidad para potenciar la organización de los sectores populares.
Gracias a las formas de trabajo de la educación popular, los oprimidos pudieron identificar el lugar estructural de subordinación que los atenazaba, lo que contribuyó a la creación de las más diversas organizaciones de base en todo el continente.
En la década neoliberal de 1990, la educación popular fue tomando otros caminos. Un excelente trabajo de la socióloga brasileña Maria da Gloria Gohn (goo.gl/zBZVks), destaca que se produjo un profundo viraje que llevó a laprofesionalización de los educadores populares, se debilita la horizontalidad y se consolidan relaciones de poder entre los que enseñan y los que aprenden. Los educadores populares van dejando de la lado la relación militante con sus alumnos para vincularse con la población como grupos de beneficiarios.
La mayoría de los educadores populares trabajan para ONG (antes eran militantes organizados que, por supuesto, no recibían paga) y se difunde la idea de que los gobiernos ya no son el enemigo sino fomentadores de iniciativas sociales para incluir a los excluidos. En adelante, la educación popular se dirige a individuos y ya no a sujetos colectivos, las metodologías ocupan un lugar central desplazando los debates político-ideológicos y el concepto deciudadano sustituye al de clase.
Los educadores populares tienden a convertirse en auxiliares rentados de las políticas estatales cuando, señala Gohn, dejan de luchar por la igualdad y el cambio social y trabajan para incluir, precaria y marginalmente, a los excluidos. Los posgrados ocupan el lugar que antes tenían los educadores-militantes, mientras predomina un estilo que deja de lado la organización para la lucha, para adoptar la agenda de las financiadoras internacionales interesadas en proyectos para aprender a insertarse en una economía desregulada y en un mercado de trabajo sin derechos sociales.

Es evidente que no todos los educadores populares tomaron este camino. Aunque un sector mayoritario se ha incorporado a los ministerios de Desarrollo Social durante los gobiernos progresistas, aún con críticas e insatisfacciones, el sector más activo y rebelde trabaja junto a los nuevos movimientos, a las fábricas recuperadas y los campesinos sin tierra, y dedican tiempo y esfuerzos para la formación con sectores populares rurales y urbanos.

Una porción considerable de la nueva generación de educadores populares (sin título y sin nombre) se dedica a aprender los saberes populares en sus territorios, no para codificarlos ni usarlos con fines propios sino para potenciar la organización de los de abajo. El historiador chileno Gabriel Salazar sostiene que los sectores populares se educan a sí mismos, en sus espacios y en base a sus cosmovisiones. El objetivo de la autoeducación popular es crear poder, sostiene.
Los caminos se bifurcaron, como suele suceder en todos los procesos emancipatorios. Lo importante es que la educación popular está viva, que viene mutando desde que emergen nuevos sujetos colectivos y que tiene la capacidad de incorporar saberes de los pueblos. Una parte de los educadores decidió que la pedagogía crítica consiste en bajar y no subir.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242652

I. El mayo francés del 68: "fue respuesta a crisis (...) Todo eso generó una insubordinación social ....


Estudiantes y obreros fueron sus ejes vitales
Los dispositivos subversivos de mayo del 68
22 de mayo de 2018

Por Miguel Pinto Parabá (Rebelión)
La eclosión social francesa se desarrolló en un momento de crisis internacional. Fue un terremoto político, social y cultural que no se quedó encerrado en un solo país. Inspiró a miles de jóvenes del orbe que, raudamente, se lanzaron a la lucha contra el mundo colonizador, excluyente y explotador del capital.

El Mayo francés de 1968 no fue un simple movimiento “estudiantil”, “espontáneo”, “aislado”, “utópico” y dirigido por “hijitos de papá”, como quieren hacer creer a las nuevas generaciones las élites conservadoras del mundo y sus sistemas de difusión.
Al contrario, fue más bien parte de un tsunami social, cultural y político, donde jóvenes de diversos países y clases sociales se rebelaron contra el orden establecido después de la Segunda Guerra Mundial.
París se constituyó en el epicentro de esa sublevación estudiantil y obrera que se irradió por varias regiones de Francia y otros países.
50 años después, su eco aún retumba en la mente de millones los seres humanos, que aún sueñan con edificar un planeta distinto.

Los días de furia
La noche de las barricadas del 10 de mayo se constituyó en el “rugido de furia” que desencadenó la revuelta popular.
El balance de esa jornada impactó al planeta: cerca de 500 detenidos, más de 1000 heridos, alrededor de 200 automóviles incendiados y el populoso “Barrio Latino” arrasado.
Por presión de las bases, el 11 de mayo, las centrales obreras decretaron la huelga general en toda Francia. El día 13, cerca de un millón de personas protestaron en las calles de París. En la cúpula de la Sorbona ondearon tres banderas: la roja, la negra y la del vietcong. El 15 de mayo, los obreros tomaron las fábricas. Una semana después, Francia quedó absolutamente paralizada: 10 millones de obreros se lanzaron a la huelga [1].

El desenlace socio-político tuvo dos tiempos: uno inmediato y otro retardado. El gobierno francés conducido por el histórico líder Charles de Gaulle desvirtuó el movimiento y convocó a elecciones generales para junio de 1968. De Gaulle en las urnas triunfó. Sin embargo, en abril de 1969, fue derrotado en un referéndum que pretendió legitimar algunas reformas. Inmediatamente, como parte de todo ese proceso, renunció y se retiró de forma definitiva de la política.

En torno a esa realidad y al recordar sus 50 años, el debate sobre la connotación global y anti-sistémica de Mayo del 68 volvió a cobrar fuerza.

El giro ideológico-político
La cadena de acontecimientos de París de 1968, sin lugar a dudas, quedó grabada en la memoria colectiva y la historia de la humanidad con tinta indeleble.
Permaneció guardada perpetuamente en reportajes y documentales de radio y televisión; primeras planas de periódicos, fascículos, revistas y libros de la época; fotografías, graffitis y afiches, y sesudos debates teóricos.
El sociólogo Juan María Sánchez-Prieto, en su ensayo “La historia imposible del Mayo francés”, narró la resonancia inmediata que generó en el campo intelectual:
“Imposible o no de explicar, es un tema poco elaborado desde el punto de vista de la historiografía, aunque reclamó enseguida una vasta producción de distinto tipo. Al terminar 1968 se habían publicado más de cincuenta libros referidos a los hechos de mayo [2]. Son libros apresurados, a menudo obra de los actores, que resultan, no obstante, necesarios para tratar de recomponer la atmósfera del momento, lo que no siempre traducen los análisis de los sociólogos, que pretendieron proporcionar enseguida una lectura académica de los hechos [3]. Estudios más recientes comienzan a proporcionar claves nuevas para entender y explicar el movimiento” [4]. 

La revuelta desencadenó una explosión ideológico-política que iluminó el camino de miles de jóvenes que lucharon e incluso murieron por la construcción de un mundo nuevo.

Su médula internacionalista
El Mayo francés fue también un grito de libertad que se extendió a escala planetaria.
Se desarrolló en una coyuntura en que las luchas anticapitalistas y antiimperialistas se internacionalizaron. 
En esa perspectiva, el historiador Eric Hobsbawm realizó una sugerente explicación de la rebelión de Mayo:
“Fue global, no sólo porque la ideología de la tradición revolucionaria, de 1789 a 1917, era universal e internacionalista, (…) sino porque, por primera vez, el mundo, o al menos el mundo en el que vivían los ideólogos estudiantiles, era realmente global. Los mismos libros aparecían, casi simultáneamente, en las librerías estudiantiles de Buenos Aires, Roma y Hamburgo (en 1968 no faltaron los de Herbert Marcuse). Los mismos turistas de la revolución atravesaban océanos y continentes, de París a La Habana, a Sao Paulo y a Bolivia. (…) Los estudiantes de los últimos años sesenta no tenían dificultad en reconocer que lo que sucedía en la Sorbona, en Berkeley o en Praga era parte del mismo acontecimiento en la misma aldea global en la que, según el gurú canadiense Marshall McLuhan (otro nombre de moda en los sesenta), todos vivíamos” [5].
Ese fue el modo en que el levantamiento francés se intrincó con otros sucesos revolucionarios.
La guerra de guerrillas en Vietnam y otras latitudes del mundo estaba en su apogeo. Para ese entonces, Ernesto Che Guevara –quien fue asesinado en Bolivia en 1967– ya era el símbolo internacional del hombre nuevo.

Una respuesta a la crisis
El Mayo francés no surgió de la nada, como rayo en cielo despejado.
Se desarrolló en una coyuntura en que el auge económico-social de la posguerra se agotó.
En 1965, según el economista Napoleón Pacheco, comenzó el “proceso de deterioro” de la época de oro que el sistema capitalista disfrutó desde fines de los años cuarenta [6].
La pugna económica e interimperialista entre Estados Unidos, Europa y Japón deterioró la arquitectura económica mundial y, en ese momento, sembró las bases de una nueva crisis nacional general.
Pese a las medidas de emergencia que los expertos adoptaron, la crisis orgánica se propagó en cadena por todos los continentes. A fines de la década del ´60 este fenómeno se agudizó y el sistema financiero internacional se derrumbó
Así, desde principios de los años 70 hasta mediados de los 80, las ganancias globales quedaron prácticamente estancadas.
Y, como siempre, los trabajadores y los pobres fueron los más afectados.

El big bang socio-político
Todo eso generó una insubordinación social compleja, diversa y de talante universal, que tuvo ciertos antecedentes y una particular lógica.
En 1962, el intento de la Unión Soviética de instalar una base de misiles en Cuba marcó un importante punto de ruptura en la aldea global.
Ese delicado hecho reactivó la Guerra Fría (1945-1991) y, por ende, tensionó las relaciones económicas, sociales, culturales y militares en varias regiones del globo terráqueo.
En ese mismo periodo, los pueblos de Guinea (1952-1958) y Argelia (1954-1962) lograron su independencia de Francia; la insurgencia angoleña venció en su cruzada “anticolonialista” (1961-1975), y la guerrilla comunista vietnamita derrotó al ejército estadounidense (1963-1973).
En 1966, China comenzó su “revolución cultural” y respaldó públicamente a otros procesos revolucionarios en el planeta.
Entre 1966 y 1970, en la India, el gobierno de Indira Gandhi lanzó medidas nacionalistas y empezó una agresiva reforma agraria.

Los enfrentamientos religiosos, nacional-étnicos y económico-políticos en los países del Medio Oriente, desde mediados de los años 60, también se radicalizaron y pusieron en cuestión la influencia estadounidense e inglesa sobre las grandes reservas de petróleo de esa región.

Los acontecimientos de Mayo del 68, dentro de esa red de hechos, fueron acompañados por la “Primavera de Praga” en Checoslovaquia (1968), el “Otoño Caliente” en Italia (1969), los movimientos “antirracistas” y “pacifistas” en los Estados Unidos y otros sucesos subversivos.
Los estudiantes y obreros franceses insurrectos, por tanto, nunca estuvieron solos.

Su vínculo con América Latina
Después del triunfo de la revolución cubana en 1959, en América Latina los movimientos guerrilleros se propagaron por República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, Uruguay, Perú y Bolivia.
En ese marco, en el corazón de América del Sur, en octubre de 1967, se produjo el asesinato del famoso guerrillero Ernesto Che Guevara, quien inmediatamente se convirtió para miles de varones y mujeres del mundo en un ejemplo a seguir.
Cuando faltaban pocos días para que se inauguren los Juegos Olímpicos Internacionales en México, en octubre de 1968, la matanza y desaparición de cerca de 300 estudiantes en Tlatelolco (ubicado en el Distrito Federal de México), impresionó igualmente al planeta y demostró que la rebeldía no era monopolio de la juventud europea.
En Argentina se suscitó también, en 1969, el “Cordobazo”, un levantamiento obrero, estudiantil y popular con rasgos anticapitalistas, que culminó con la muerte de estudiantes, obreros y policías.
Esa coyuntura histórica, como se puede observar, fue crucial y difícil para el orden establecido en el continente.

Su perspectiva socialista
El Mayo francés, de ese modo, fue un levantamiento que sacudió las enmohecidas estructuras políticas y sociales del sistema impuesto después de la posguerra , donde la juventud y el movimiento obrero aparecieron como actores políticos relevantes.
En ese contexto, varios partidos comunistas y socialistas –“estalinistas” o “burocratizados”, según algunas corrientes–fueron rebasados por los acelerados acontecimientos [7].
De esa manera, todo esto delineó los rasgos centrales de los hechos de principios de la década del ´70, que se caracterizaron por poseer elevados grados de conflictividad.
En Bolivia, en ese marco, se desarrolló también una experiencia explosiva que alcanzó fama mundial: La Asamblea Popular de 1971.
El denominado “soviet” boliviano fue la creación histórica de la Central Obrera Boliviana y la Federación Sindical de Trabajadores Mineros. Y los jóvenes tampoco estuvieron al margen de la organización de este órgano de poder, que tuvo el objetivo de construir el socialismo en Bolivia y el continente.
Pero, esa otra historia…
Notas
[1]   Cohn-Bendit , Daniel, Jean-Paul Sartre y Herbert Marcuse (1968) .Cronología de la semana rabiosa, en La imaginación al poder . Buenos Aires: Edic. Insurrexit. pp.4-19
[2]   Lista elaborada por Sánchez-Prieto: “Destacan, entre otros: CLUB JEAN-MOULIN, Que faire de la Révolution de Mai? Seuil, París, 1968. F. DUPRAT: Les journées de Mai 68: les dessous d'une révolution, Nouvelles Editions Latines, París, 1968. A. GLUCKSMANN: Stratégie et révolution en France 1968, Bourgois, París, 1968. A. GRIOTTERAY: Des barricades ou des reformes? Fayard, París, 1968. M. PAILLET: Table rase: 3 mai-30 juin 1968, Robert Laffont, París, 1968. W. ROCHET: Les enseignements de Mai-Juin 1968, Les Editions Sociales, París, 1968. J. SAUVAGEOT, A. GEISMAR, D. COHN BENDIT y J-P. DUTEUIL: La révolte étudiante, Seuil, París, 1968. UNEF-SNE-Sup: Le livre noir des journées de Mai, Seuil, París, 1968”.  
[3]   Sánchez-Prieto: “R. BOUDON: «La crise universitaire francaise: essai de diagnostic sociologique», Annales, 24, 1969, págs. 738-764. M. DE CERTEAU: La prise de paróle, Desclée de Brouwer, París, 1968. M. CROZIER: La société bloquée, Seuil, París, 1970. [Didier Anzieu] EPISTÉMON: Ces idées qui ont ébranlé la France, Fayard, París, 1968. A. TOURAINE: Le mouvement de mai ou le communisme utopique, Seuil, París, 1968. S. ZEOEL: Les idées de Mai, Gallimard, París, 1968”.  
[4] Sánchez-Prieto, Juan (2001). La historia imposible del Mayo francés, en Revista de Estudios Políticos, Núm. 112: abril-junio. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. pp.109-133
[5] Hobsbawn, Eric (1999). El tercer mundo y la revolución, en Historia del siglo XX. Buenos Aires: Edit. Crítica. p.445
[6] Pacheco, Napoleón (2001). La deuda externa boliviana entre 1950 y 1970: la resolución de las obligaciones antiguas, en La deuda externa de Bolivia. La Paz: CEDLA. pp.198-199
[7] Cohn-Bendit, Daniel, Jean-Paul Sartre y Herbert Marcuse (1968). La imaginación al poder . Buenos Aires: Edic. Insurrexit. 

Miguel Pinto Parabá es periodista.

Medio siglo de educación popular
9 de junio de 2018


Por Raúl Zibechi (La Jornada)
Entre las múltiples creaciones que alumbró la revolución mundial de 1968 (concepto acuñado por Immanuel Wallerstein), la educación popular es una de las más trascendentes, ya que ha cambiado en profundidad los modos como concebimos y practicamos el acto educativo, en particular en el seno de los movimientos anti-sistémicos.
En 1967 Paulo Freire publicó su primer libro, La educación como práctica de la libertad, y en 1968 redacta el manuscrito de Pedagogía del oprimido, que se publica en 1970. Este libro influyó sobre varias generaciones y llegó a vender la astronómica cifra de 750 mil ejemplares, algo extraordinario para un texto teórico. Desde la década de los años setenta los trabajos de Freire fueron debatidos en los movimientos, que adoptaron sus propuestas pedagógicas como forma de profundizar el trabajo político de los militantes con los pueblos oprimidos.
Una de las principales preocupaciones de Freire consistía en superar el vanguardismo imperante en esos años. Defendía la idea de que para transformar la realidad hay que trabajar con el pueblo y no para el pueblo, y que es imposible superar la deshumanización y la internalización de la opresión sólo con propaganda y discursos generales y abstractos.
De ese modo sintonizaba con los principales problemas legados por la experiencia de la Unión Soviética, pero también abordaba críticamente los métodos de trabajo de las guerrillas nacidas al influjo de la revolución cubana. Casi la totalidad de la generación de militantes de las décadas de 1960 y 1970 estábamos firmemente convencidos de representar los intereses de los sectores populares (incluyendo pueblos originarios y descendientes de esclavos arrancados de África), pero no se nos ocurría consultarlos acerca de sus intereses y menos aún sobre sus estrategias como pueblos.
Creo que la educación popular es una de las principales corrientes de pensamiento y acción emancipatoria nacidas en el entorno de la revolución de 1968. Buena parte de los movimientos tienen alguna relación con la educación popular, no sólo en sus prácticas educativas y las pedagogías que asumen, sino sobre todo en los métodos de trabajo en el seno de las organizaciones.
Freire se mostraba preocupado por transformar las relaciones de poder entre los revolucionarios y entre éstos y los pueblos (el vocablo revolución es uno de los más usados en Pedagogía del oprimido), probablemente porque estaba intentando superar los límites del proceso soviético. Sus propuestas metodológicas buscaban potenciar la autoestima de los oprimidos, jerarquizando sus saberes, que no los consideraba inferiores a los saberes académicos. Se propuso acortar las distancias y jerarquías entre los educadores-sujetos y los alumnos-objetos, con métodos de trabajo que mostraron enorme utilidad para potenciar la organización de los sectores populares.
Gracias a las formas de trabajo de la educación popular, los oprimidos pudieron identificar el lugar estructural de subordinación que los atenazaba, lo que contribuyó a la creación de las más diversas organizaciones de base en todo el continente.
En la década neoliberal de 1990, la educación popular fue tomando otros caminos. Un excelente trabajo de la socióloga brasileña Maria da Gloria Gohn (goo.gl/zBZVks), destaca que se produjo un profundo viraje que llevó a laprofesionalización de los educadores populares, se debilita la horizontalidad y se consolidan relaciones de poder entre los que enseñan y los que aprenden. Los educadores populares van dejando de la lado la relación militante con sus alumnos para vincularse con la población como grupos de beneficiarios.
La mayoría de los educadores populares trabajan para ONG (antes eran militantes organizados que, por supuesto, no recibían paga) y se difunde la idea de que los gobiernos ya no son el enemigo sino fomentadores de iniciativas sociales para incluir a los excluidos. En adelante, la educación popular se dirige a individuos y ya no a sujetos colectivos, las metodologías ocupan un lugar central desplazando los debates político-ideológicos y el concepto deciudadano sustituye al de clase.
Los educadores populares tienden a convertirse en auxiliares rentados de las políticas estatales cuando, señala Gohn, dejan de luchar por la igualdad y el cambio social y trabajan para incluir, precaria y marginalmente, a los excluidos. Los posgrados ocupan el lugar que antes tenían los educadores-militantes, mientras predomina un estilo que deja de lado la organización para la lucha, para adoptar la agenda de las financiadoras internacionales interesadas en proyectos para aprender a insertarse en una economía desregulada y en un mercado de trabajo sin derechos sociales.

Es evidente que no todos los educadores populares tomaron este camino. Aunque un sector mayoritario se ha incorporado a los ministerios de Desarrollo Social durante los gobiernos progresistas, aún con críticas e insatisfacciones, el sector más activo y rebelde trabaja junto a los nuevos movimientos, a las fábricas recuperadas y los campesinos sin tierra, y dedican tiempo y esfuerzos para la formación con sectores populares rurales y urbanos.

Una porción considerable de la nueva generación de educadores populares (sin título y sin nombre) se dedica a aprender los saberes populares en sus territorios, no para codificarlos ni usarlos con fines propios sino para potenciar la organización de los de abajo. El historiador chileno Gabriel Salazar sostiene que los sectores populares se educan a sí mismos, en sus espacios y en base a sus cosmovisiones. El objetivo de la autoeducación popular es crear poder, sostiene.
Los caminos se bifurcaron, como suele suceder en todos los procesos emancipatorios. Lo importante es que la educación popular está viva, que viene mutando desde que emergen nuevos sujetos colectivos y que tiene la capacidad de incorporar saberes de los pueblos. Una parte de los educadores decidió que la pedagogía crítica consiste en bajar y no subir.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=242652