Presupuesto, deuda
pública, hidrocarburos y telecomunicaciones
3 de
noviembre de 2014
Por Julio C. Gambina (Rebelión)
Variadas son las
informaciones económicas sobre el fin de año, y entre las más destacadas
figura:
a) el presupuesto 2015
que asegura los recursos para el funcionamiento de la administración nacional
hasta el fin del mandato presidencial;
b) la continuidad de
la saga relativa a la deuda y la disputa del gobierno argentino con la justicia
de EEUU y los fondos buitres, una cuestión que retrasa el ingreso de capitales;
y en sentido contrario,
c) la ejecución del
swap con China y la aprobada ley de hidrocarburos junto a la licitación de
frecuencias de telecomunicación, iniciativas que intervienen en la búsqueda e
ingreso de divisas.
Presupuesto y deuda
Existe una fuerte
discusión sobre la realidad explicitada en los guarismos de previsión de
ingresos y de egresos, especialmente si se sigue la comparación de lo previsto
y lo ejecutado en años anteriores. Hace 7 años que la inflación afecta a los
sectores de menores ingresos y el tema se escamotea. El efecto macroeconómico
es una mayor recaudación que se afecta a un gasto indiscriminado y según la
arbitrariedad del poder ejecutivo, sin tener en cuenta la opinión del
parlamento, aun cuando se tiene mayoría para resolver lo que se quiera.
Lo que sobresale en el
presupuesto es el gasto destinado a la cancelación de la deuda pública, que más
allá de la importancia por la cantidad de recursos involucrados, como por las
autorizaciones a emitir mayor endeudamiento, la cuestión de fondo no prevista
explícitamente en la Ley de Presupuesto remite a la discusión con los fondos
buitres y la Justicia de EEUU. Ahora amplificada en la denuncia a una
funcionaria del gobierno de Washington como principal ejecutiva del lobby buitre,
enunciado en una carta de protesta que dirige la Presidente de Argentina a su
par estadounidense. Es un tema a procesarse en los próximos días en la reunión
del G20 en Australia.
El asunto es que los
vencimientos de deuda renegociada siguen generando una situación sin salida en
la coyuntura, puesto que ahora existen depósitos inmovilizados en la Banca Mellon de Nueva
York por vencimientos de Junio, y otros depósitos que se suceden en el Banco
Nación de la Argentina desde fines de septiembre.
Los fondos en EEUU no
se pueden usar mientras el Juez Griesa no lo permita y en plaza local se
requiere que los acreedores realicen un canje de títulos para no cobrar más en
Nueva York. Eso hace que el gobierno mantenga su posición de cumplidor de los
pagos aun cuando los acreedores no perciben sus cuotas.
Algunos acreedores
pueden acudir a la aceleración, lo que supone cobrar la totalidad del valor
nominal de los bonos ante el impago, para lo cual se requiere del 25% de la
voluntad de los tenedores de cada serie. Otros prefieren esperar a que termine
el 2014 y se finalice la
cláusula RUFO , con la expectativa de negociación y pago de la
sentencia neoyorkina en el 2015. Ello supondrá afectación de recursos de
reservas, fiscales o incluso nuevo y mayor endeudamiento público.
El tema no sólo afecta
al 1% de los acreedores, los buitres, sino al 7% del monto total en default en
el 2001, unos 7.000 millones de dólares, que pueden duplicarse sumando los
intereses y multas. Todo ello se resolverá en el próximo ejercicio fiscal. Esa
es la especulación mayoritaria y afectará fondos del presupuesto, aun cuando no
estén contemplados, o si no, nueva deuda, a costa de futuros presupuestos y
compitiendo con otros destinos.
Por donde se verifica
el nuevo endeudamiento es con la utilización de una parte del acuerdo suscripto
con China para utilizar unos 11.000 millones de dólares, de los cuales se
acreditaron esta semana 814 millones de dólares (en moneda china), que aumentan
las reservas internacionales a 28.000 millones de dólares. Los recursos
facilitados por China servirán para cancelar operaciones comerciales con China,
las que tienen un saldo favorable al gigante asiático. En contrapartida, el
país depositó el equivalente en pesos en la banca china. El costo de la
operación afectará recursos fiscales que limitan usos alternativos.
Se terminó el discurso
del desendeudamiento y ahora todo se juega a la búsqueda de nuevos préstamos,
renovando la hipoteca y el cáncer del endeudamiento, por lo que se agiganta la
demanda de un gran movimiento popular por la suspensión de los pagos y la
auditoria de la deuda. Es
un tema a desarrollar en el país para generalizarlo como campaña continental y
mundial contra el pago de la deuda de nuestros países.
Hidrocarburos y
telecomunicaciones
El proyecto estratégico
aprobado esta semana remite a la nueva ley de hidrocarburos, solamente
sostenida desde el oficialismo y aliados cercanos, con fuertes críticas del
resto de la oposición, claro que con posiciones diferentes entre la oposición
sistémica y la de izquierda.
Los primeros,
sistémicos pro desarrollo capitalista e inserción subordinada, comparten el
criterio de explotar los yacimientos convencionales y no convencionales y solo
discuten las formas y procedimientos contenidos en la legislación. Los
segundos discuten la cuestión de fondo, desde la crítica a la privatización
histórica de los 90´, la política energética desde entonces y la nueva entrega
que supone la extranjerización y privatización que consolida el mecanismo de
gestión legalizado.
El agravante proviene
del uso de la tecnología de la fractura hidráulica para extraer los no
convencionales, altamente agresiva con los recursos naturales y fuerte
consumidora de agua.
Lo cierto es que en la
mayoría política de la Argentina existe coincidencia en la explotación de
hidrocarburos, convencionales y no convencionales y la asociación con
petroleras extranjeras y su tecnología depredadora. Sólo se discuten los modos
y formas del proceso que subordina la producción de petróleo y gas a la
dominación del lobby petrolero mundial. La discusión por la soberanía
energética continuará aun con la nueva legislación. La cuestión de fondo es la
soberanía energética y el derecho a la energía, lo que supone discutir la
mercantilización creciente de la energía y por ende la des-mercantilización.
Otra novedad provino
de las telecomunicaciones. Que los teléfonos no funcionan es sabido y ya no se
puede decir como antes que la solución es la privatización. Es
más, las privadas ganaron enormes sumas desde la privatización y ahora se
disponen a ampliar sus negocios.
La telefonía supone un
negocio fabuloso que involucra a grandes grupos económicos y empresas
transnacionales. Esta semana cerró la licitación para la ampliación de
frecuencias 3G y 4G y el Estado obtuvo propuestas por 2.223 millones de dólares
que ingresarán al fisco antes de fin de año, a las que se sumará una cifra
similar en inversiones en infraestructura.
Las empresas que
participaron de la licitación son Movistar (Telefónica), Personal (Telecom),
Claro (del magnate Carlos Slim) y Arlink (Grupo Vila-Manzano). Se consolida la
dominación monopolista y transnacionales en el negocio de las
telecomunicaciones. Ello supone considerar a las comunicaciones como mercancía,
contra el derecho a la comunicación que parte de la des-mercantilización de las
comunicaciones.
Para el gobierno, las
expectativas son grandes en materia de ingresos de divisas y de inversiones,
que subsanen el pésimo servicio de telefonía celular en un mercado altamente
saturado de consumo, con más unidades de teléfonos celulares que población.
En este marco y a un
mes del recambio de autoridades en el BCRA la brecha cambiaria entre el precio
oficial del dólar y el paralelo se reduce sin que se pueda afirmar que ello
constituye tendencia irreversible.
El tema de fondo y que trasciende el momento
es el modelo productivo dependiente del ingreso de divisas que también demandan
los acreedores de la deuda, con la única salida de nuevo y mayor endeudamiento
que agrava la hipoteca sobre generaciones futuras. Es parte de la razón por lo
que hasta ahora se rechaza la idea de un bono de fin de año para los
trabajadores, que pueda compensar la pérdida del poder de compra de los
ingresos laborales. Es un tema de conflicto que se suma a la agenda económica
en el cierre del año.
La cuestión a resolver
es la alternativa política, ya que lo que hegemoniza el debate económico y
político en la Argentina es quien asume la administración del capitalismo
local. Se necesitan otros objetivos, más allá del capitalismo y no sólo en contra
del capitalismo, sino por el socialismo. Ello requiere de sujetos conscientes
que luchen contra el capitalismo y que construyan en la coyuntura el anticipo
de la sociedad sin clases del futuro, no sólo en el ámbito de las relaciones
cotidianas de familia, amistad o cercanía, sino en el campo de las relaciones
económicas, de producción y circulación. Ese es el marco, en la lucha y
organización cotidiana, que se construye el programa de las transformaciones
sociales y económicas necesarias para el proceso de liberación, y al mismo
tiempo, el instrumento político para resolver democráticamente el rumbo desde
hoy por la revolución.
Vale la pena reconocer
que en la Argentina se discute la renovación del turno presidencial hacia
octubre del 2015 y que la izquierda y el campo popular necesitan agrupar
esfuerzos de construcción militante para disputar el consenso social contra el
orden capitalista.
Fuente:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=191548
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