Reforma a la ley de hidrocarburos
13-10-2014
Por Julio
C. Gambina (Rebelión)
El Senado de la Nación Argentina
acaba de dar media sanción a la modificación a la ley de hidrocarburos que
regía desde los años 60´. En pocos días más, la Cámara de Diputados podrá
transformarla en Ley.
Se trata de una legislación que generó mucha discusión entre el
Poder Ejecutivo Nacional y las gobernaciones de las provincias productoras de
petróleo, todo a través de la Organización Federal de Estados Productores de
Hidrocarburos, la OFEPHI, que incluye a Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa,
Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Se discutía
la apropiación de la renta petrolera, especialmente por las expectativas que
genera la explotación de hidrocarburos no convencionales en la Argentina.
Recordemos que la privatización de YPF a comienzos de los
90´ fue facilitada con la transferencia de la soberanía de la riqueza a los
territorios provinciales, algo que dificulta cualquier decisión nacional
relativa a la soberanía energética, la que debe pasar, necesariamente, por las
discusiones en los Estados provinciales. Ante la posibilidad del desembarco de
inversores externas para explotar los yacimientos de hidrocarburos no
convencionales, las provincias hacen cuentas para disputar una parte de la
renta a la que también aspira la Nación.
El marco de la discusión es la insuficiencia energética
del país, lo que supone importantes importaciones de gas y petróleo que rondan
los 12.000 millones de dólares por año, con un déficit cercano a los 7.000
millones de dólares. Es un tema de preocupación cuando la política económica
cuida el stock de divisas amenazado por la fuga de capitales, la ausencia de
préstamos internacionales, las limitaciones al ingreso de inversiones externas
y la preocupante tendencia al achicamiento del superávit comercial. Las fuentes
de ingresos de divisas están angostadas y las reservas mantienen una tendencia
a la baja, por lo que el gasto energético se constituye en un límite serio para
cualquier política económica y especialmente si se pretende ampliar la
producción.
Como decimos, las expectativas están colocadas en los
hidrocarburos no convencionales, sobre la base de que las reservas en el país
son cuantiosas, estimándose a la Argentina como el segundo reservorio mundial
en shale-gas y el cuarto en shale-oil. Hacer realidad las expectativas supone
inversiones cuantiosas, las que empezaron a llegar con el acuerdo entre Chevron
e YPF de gestión estatal y las señales provenientes del mundo de las petroleras
y variadas visitas a las cuencas de hidrocarburos, y entre otras, las
manifestaciones de interés de las recientes visitas de autoridades chinas y
rusas.
Para asegurar más inversiones externas
se modifica la ley, ya que la anterior no incluía esta especificidad “shale”,
no convencional, y no existían suficientes garantías a los inversores externos.
Desde la privatización de la energía en los 90´, la orientación es a la
mercantilización energética, algo que choca con una concepción de derecho a la
energía que se discute en estas horas en Mar del Plata en un encuentro de
trabajadores de la energía de varios países de la región y Europa. Mencionamos
la contradicción porque el eje del debate entre una opción, la de mercado, y la
otra por la des-mercantilización, supone una discusión del para qué la energía.
En definitiva, se discute:
el modelo productivo y de desarrollo, el uso productivo de
la energía, para consolidar un tipo de producción agraria orientada al
monocultivo y depredadora de recursos gasíferos y petroleros, o el caso de la
mega-minería a cielo abierto, o la propia producción de automotores o la
industria de ensamble, con importante demanda de hidrocarburos;
o un uso energético ahorrador del estratégico insumo. Sin
perjuicio de ello, también se discute la tecnología de la fractura hidráulica,
que implica el uso de cuantiosas cantidades de agua y arena y la utilización de
un importante cóctel de tóxicos con impacto sobre la naturaleza. Si bien
la OFEPHI informa en su página sobre el control en el manejo de esos tóxicos y
el uso adecuado del agua, hoy recurso estratégico, son numerosos los
movimientos que surgen en el país en crítica a la explotación de los
hidrocarburos no convencionales. Más de 30 consejos municipales han manifestado
su rechazo a la explotación vía fracking en sus territorios, lo que puede
llevarnos a imaginar que los próximos días puede exacerbarse.
Aún es posible defender la soberanía energética y luchar
contra la reforma en curso. Es necesario movilizarse en todo el país, y
especialmente en las puertas del Congreso para hacer escuchar la voz del pueblo
en favor del Derecho a la
Energía. Es el sentido principal que sustentaron las
intervenciones de los delegados sindicales de otros países presentes en el
Seminario homenaje al 71° aniversario del Sindicato de Luz y Fuerza de Mar del
Plata el pasado viernes 10 y sábado 11 de octubre de 2014.
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