Argentina: Contra todo el oro del mundo
9 de enero de 2017
Los hechos que aquí contamos ocurrieron en San Juan, en lo que fue el bloqueo durante 12 horas en el acceso a la mina Veladero en Jáchal. Un grupo de activistas de Rosario, con los que dialogó enREDando, participó del corte con una consigna clara. “Cierre, remediación y prohibición de la megaminería”. Fueron reprimidos, golpeados y arrestados por la policía de San Juan. La Barrick Gold ya provocó al menos cinco derrames de cianuro. Viola la Ley de Glaciares y proyecta nuevos emprendimientos mineros en la provincia.
Por María Cruz Ciarniello
Aunque los grandes medios apenas hayan
difundido la noticia, que además fue tergiversada, lo que ocurrió en San Juan,
más precisamente en Jáchal, da cuenta de una escalada represiva que tiene a los
militantes sociales en el blanco de la escena. No sorprende que la represión y
la persecución sea la respuesta de los gobiernos para quienes deciden poner el
cuerpo contra el extractivismo. Lo ha sido siempre a lo largo de la historia. Lo
es todavía más con un gobierno nacional de claro corte neoliberal, integrado por
empresarios que además responden a las corporaciones mineras. La eliminación
total de las retenciones como una de las primeras medidas de Mauricio Macri
indica la profundización de un modelo que envenena la vida.
En Jáchal, provincia de San Juan, la minería a
cielo abierto tiene a uno de las multinacionales más importantes operando de
manera irrestricta. No hay límites para la Barrick Gold, ni siquiera la Ley
nacional de Glaciares, que la Barrick viola
impunemente (Ver nota
en Revista MU 106). El agua de Jáchal está contaminada aunque oficialmente
intenten ocultar los estudios que así lo determinan, como el de la Universidad
Nacional de Cuyo. En los mismos pueblos, los métodos extorsivos
de la empresa acallan conciencias. “Veladero no se toca” dicen algunas paredes,
como si esa mina fuese todo para lxs vecinxs.
Al menos ya ocurrieron cinco derrames de cianuro pero ni
siquiera esto impide el trabajo extractivo que realiza la Barrick. Hay dos
causas judiciales en curso; una en la justicia federal, que investiga las
responsabilidades de funcionarios públicos por el derrame ocurrido en el 2015.
Todas están paralizadas.
Así y todo, Jáchal también cuenta con
resistencias locales. Desde hace un año hay un acampe que denuncia los proyectos
mineros que se ubican sobre zonas glaciares y periglaciares. Denuncian que el
extractivismo no sólo afecta a estos pueblos: el derrame también contamina los
ríos de otras cinco provincias.
Iván Balmaceda integra la Asamblea Jáchal No Se
Toca. Esto le decía a enREDando: “Desde hace unos meses se rumoreaba la creación
de un nuevo valle de lixiviación al costado del que actualmente provocó estos
derrames. Se va a encontrar mucho más cerca del rio Potrerillos. Cada proyecto
minero que se quiere instalar tiene que hacer un informe de impacto
socioambiental y al hacerlo saltarian que van trabajar en zona glaciar y
periglaciar y estas minas no podrían trabajar en estos lugares, por lo tanto no
tendrían el derecho de explotación. La idea es crear este nuevo valle para
instalar todos estos proyectos mineros sin tener el estudio de impacto ambiental
y de lo que extraigan estas mineras, hacer el lixiviado en Veladero. Es decir,
ya no habría una empresa sino varios proyectos operando en el lugar”.
"Infraestructura de la devastación" es el nombre de un documental chileno que da cuenta de lo que significa el llamado PLAN IIRSA. “El mapa político que conocemos de Sudamérica está siendo silenciosa y constantemente redibujado a nuestras espaldas. Mega obras de infraestructura se construyen en estos momentos en cada rincón de nuestra Abya Yala (Sudamérica): Carreteras, túneles, puertos, hidroelectricas, hidrovías, con el fin de facilitar, intensificar, agilizar y encadenar la extracción de los bienes naturales, rediseñando la geografía del continente e imponiendo una territorialidad neoliberal total en función del saqueo capitalista. La IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana) no es simplemente una adecuación técnica-material, sino que constituye más bien una avanzada colonizadora jamás imaginada –en términos económicos, políticos y culturales- sobre todo el subcontinente”, refiere el grupo de documentalistas que llevó adelante el audiovisual. Es imprescindible entender al modelo extractivista, que no solo impera en Argentina sino en muchos otros países de Sudamérica, en el marco de este plan continental.
La iniciativa IIRSA
surge en 2000 en Brasilia, y es un trato entre doce países de América del Sur
(Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú,
Surinam, Uruguay y Venezuela), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el
Fondo Financiero de la Cuenca del Plata (FONPLATA) y el Banco de Desarrollo de
América Latina (CAF). “El plan de ejecución de IIRSA, elaborado y promocionado
por instituciones financieras multilaterales de la región –la Corporación Andina
de Fomento (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo
Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata)–, propone en
nombre de “la integración política, social y económica suramericana” un
gigantesco conjunto de obras de alto impacto para los ecosistemas y los medios
de subsistencia de los países de América del Sur. Se trata, en esencia, de una
mirada de la región como unidad geoeconómica: una planificación del futuro
productivo del subcontinente, según los preceptos de competitividad e
integración del comercio global. El proyecto de IIRSA debe ser entendido como un
proceso amplio que persigue, además del desarrollo de infraestructura, la
flexibilización de la legislación social y la realización de reformas
estructurales en los países, para facilitar la apertura de los mercados y la
libre circulación del capital financiero. (…)
Bosques, Ríos, Selvas, Humedales,
Tierras fértiles, Comunidades Originarias, Estructuras institucionales pueden
ser considerados por los planificadores de IIRSA o bien como recursos –naturales
y humanos– para ser aprovechados, o bien como “obstáculos” que deben ser
superados para desarrollo del comercio. Desde el surgimiento mismo de IIRSA,
comunidades afectadas en forma directa y organizaciones ciudadanas locales,
regionales e internacionales, comenzaron a identificar los proyectos –algunos de
vieja data– y a cuestionar las obras priorizadas y el espíritu mismo de este
“proceso de integración”, caracterizado por grandes represas, carreteras e
hidrovías en zonas de riqueza natural y ubicación estratégica”, señala el
documento
IIRSA, el doble rostro de la integración, elaborado por la
Fundación M´Bigua.
Pasar a la acción
Frente a esto se decidió realizar una acción
directa el sábado 17 de diciembre. Para muchxs, lo sucedido quedará en el
olvido. No así para una treintena de jóvenes que están imputados en una causa
penal por violación a la propiedad privada y alterar el tránsito. El bloqueo
jamás impidió el paso de los vecinos y el corte se realizó sobre un empalme que
lleva al camino privado de la minera. Que estuvieron cerca de cinco horas
“desaparecidos”, que fueron torturados psicológicamente, golpeados y expuestos a
un maltrato constante. Que jamás tuvieron armas ni molotov, como indujeron los
medios. Apenas unos mates para pasar el tiempo.
Su único delito: defender la vida.
El bloqueo al acceso que conduce a la Mina
Veladero comenzó bien temprano, a más de 40 kilómetros de Jáchal, en las
primeras horas de la mañana del sábado 17 de diciembre. El corte fue decidido en
el Encuentro Interterritorial de Jóvenes que tuvo lugar los días anteriores.
Cansados y hartos de esperar respuestas que
nunca llegan, cerca de treinta activistas de diferentes provincias subieron
hasta la zona de precordillera en el Departamento de Iglesias. A las pocas
horas, la Gendarmería ya estaba acechando el lugar, sin tener jurisdicción para
intervenir. Los dos únicos caminos de acceso al corte fueron bloqueados por las
fuerzas de seguridad, impidiendo que vecinos de Jáchal e Iglesias pudieran
acercar bebida y comida a lxs compañerxs.
“En ese momento quedamos completamente aisladxs,
ni siquiera nos pudieron traer agua, hasta eso nos negaron. Tampoco dejaron
pasar a los medios de prensa”.
El relato del comunicado da cuenta del accionar
represivo: “un vecino de Iglesia logró llegar a traernos agua fresca y luego fue
perseguido y amedrentado por la policía, que lo amenazó y siguió hasta su
domicilio. Otros dos se acercaron trayendo comida y agua, no pudieron llegar al
bloqueo y fueron detenidos luego a kilómetros del corte y encarcelados. Hoy
están imputados con las mismas causas que las personas que participaron
efectivamente del bloqueo.”
“Acá si
sos ambientalista estás en contra de la Barrick y si estás en contra de la
Barrick, estás en contra del pueblo. Acá se tapan muchísimas cosas. No se puede
hablar.”
Ese vecino
también cuenta lo que tuvo que padecer: “Me acerqué para llevar agua fresca,
cuando vuelvo para mi casa, veo un movimiento raro de los policías. A 10
kilómetros me viene al encuentro un patrullero, bruscamente, se bajaron dos
policías, uno con un arma en la mano y el otro a tratar de patearme para tirarme
en la moto. No me frené porque me asusté cuando ví el arma, me siguieron por una
calle principal hasta la casa de mis viejos. Me preguntan por qué iba tan
rápido. Me insultaron, me dijeron que me iban a hacer una contravención,
estuvimos unos 20 minutos discutiendo. Estuvieron unos 15 minutos en la entrada
y después se retiraron. Ellos tenían mucha bronca y me decían que yo me había
dado a la fuga, eso no fue así, nunca me hicieron seña de que frenara, me
quisieron parar con un arma en la mano y otro intentando patearme. Yo
simplemente fui a llevar agua fresca”. Y agrega: “acá si sos ambientalista estás
en contra de la Barrick y si estás en contra de la Barrick, estás en contra del
pueblo. Acá se tapan muchísimas cosas. No se puede hablar.”
El mensaje de este
vecino es un alerta: “hay gente que tiene mucho miedo. No nos dejen solos, eso es
lo que pido.”
El camino que
conduce a Veladero es sinuoso y alejado. “No hay nada, ni una sombra”. La
policía de San Juan lo sabía, por eso impidieron la provisión de alimentos y
agua, indispensable para soportar la alta temperatura de ese día.
Ni armas ni
molotov, represión
A las 19 de la
tarde llegó la orden de desalojo dictada por el juez Oritja, el mismo magistrado
que tiene paralizada la causa judicial por el derrame de miles de litros de agua
cianurada a los afluentes del Río Jáchal por la Barrick Gold, ocurrida en el
2015. Fue el Subsecretario de Seguridad de la provincia, Gustavo Fariña, el que
se apersonó con dicha orden cuya copia nunca entregó, denuncian los jóvenes “No
hubo posibilidad de negociación. No nos dejaron ni resguardar a lxs niñxs.
Directamente se procedió al violento desalojo sin miramientos. Intentaron
separar violentamente a un menor de los brazos de su padre, obligándolxs a
presenciar situaciones traumatizantes de todo lo acontecido”.
Esas situaciones
es lo que llamamos represión: mujeres zamarreadas y arrastradas a la fuerza por
personal policial masculino y golpes para los pibes.
La
brutalidad policial puesta al servicio de la corporación minera.
16 jóvenes
varones fueron detenidos en un furgón con capacidad para solo 6 personas.
Hacinados, sin agua, golpeados y bajo una temperatura infernal, algunos de ellos
se descompensaron.
Las mujeres
fueron llevadas a la Comisaría 22 de El Rodeo, luego a la comisaria 1 y 2da,
pero jamás le informaron adonde las trasladaban. “En la Comisaría 22° de Rodeo
las compañeras fueron requisadas y a algunas les realizaron un manoseo
innecesario durante el procedimiento. Hubo un ensañamiento particular con una de
ellas. Las madres que estaban con sus niñxs fueron amenazadas de separarlas de
ellxs.”
Durante 5 horas
estuvieron incomunicados. “A quiénes llamaban a las comisarías involucradas (22°
de Rodeo, 21° de Jachal, 1°,2° y la central de policía de San Juan) les decían
que no estaban ahí y no daban información.” Desde la Secretaría de Derechos
Humanos de la provincia decían que ningún abogado reclamaba por ellos como si
eso fuese excusa para justificar una flagrante violación a los derechos humanos.
24 horas después de lo sucedido, dos abogados pudieron tomar contacto con los
jóvenes y las mamás detenidas que pasaron la noche presas en una comisaría junto
a sus pequeños hijos.
“Queremos denunciar a los medios hegemónicos de comunicación junto a funcionarios del estado que tergiversaron y mintieron sobre nuestro accionar. Sus “noticias” sólo fueron estigmatizaciones hacia nosotrxs y repetición del relato de las fuerzas policiales y la minera. No hablaron sobre la causa legítima que había detrás del corte, fogonearon versiones irreales de los hechos con fotos de “molotov” que nunca hubo. Silenciaron todos los abusos que habían cometido las fuerzas represivas del estado argentino minero”.
enREDando tuvo la
oportunidad de dialogar con los jóvenes que viajaron desde Rosario. Ya en sus
casas y con una causa judicial en curso, relatan lo que vivieron. “Viajamos al
Encuentro de Jóvenes que fue totalmente autoconvocado. La idea era poder
juntarse a debatir la problemática del extractivismo. Había gente de todas las
provincias”. Al ser el primero, el encuentro tuvo un carácter más informal. El
objetivo fundamentalmente fue trazar lazos y pensar acciones concretas de
resistencia. Que las consignas como “el agua vale más que el oro” no sea solo
una frase de pancarta. “Había que poner el cuerpo en la lucha, defendiendo la
vida misma”, dicen. Y eso hicieron. A las 7 de la mañana partieron para el
bloqueo. Bajo el sol furioso estuvieron cerca de 12 horas hasta que se produjo
la represión. Durante todo el día fueron vigilados por policías de civil,
camionetas, gente que filmaba desde adentro de la empresa. También cuentan lo
que se vive en la zona: “Hay paredes que dicen: “Veladero no se toca. La empresa
incluso compra la producción de verduras a los pobladores para que no la tiren,
porque esa producción no es apta para consumo”.
Fariña es un ex
empleado de la Barrick Gold. Tiene formación en antiterrorismo e inteligencia.
Es el Subsecretario de seguridad de la provincia de San Juan, el mismo que
rompió la orden de desalojo dictada por el juez en la cara de lxs vocerxs del
corte. El mismo que desoyó el pedido de los jóvenes para que no repriman y los
permitan levantar sus cosas en paz. No hubo diálogo. Los rodearon y los
reprimieron. “En un video se
ve a una de las voceras discutiendo con Fariña, pidiendo que no avancen porque
había niños y familias. Fariña rompe la orden, no me dejaron acercarme para
filmar”, dice una de las chicas de Rosario que hacía prensa en el lugar. “El
procedimiento fue un asco. Las policías mujeres fueron agarrar a los chicos,
intentamos que eso no suceda. Después ya empezaron a llevarnos. Nos sacaban y
empezó el forcejeo. Nos descompusimos, nos faltaba el aire adentro de la
camioneta, uno de los chicos se empezó a descomponer, recién ahí nos empezaron a
dar agua. Para que no se escuchen desde afuera nuestros gritos pusieron música.
De a ratos abrían la puerta y después cerraban, nos querían llevar así hasta San
Juan. No había forma de respirar ahí dentro”, apunta otro de los jóvenes cuyos
nombres resguardamos por motivos de seguridad.
“Hay paredes
que dicen: “Veladero no se toca. La empresa incluso compra la producción de
verduras a los pobladores para que no la tiren, porque esa producción no es apta
para consumo”.
“A las chicas
también, las ponían en unas camionetas todas apretadas. Me llamaban para que me
acerque a los patrulleros, y me decían que las amenazaban con que las iban a
golpear y tenían miedo. Había una situación de pánico. Las chicas las dieron
vuelta un rato, fueron al Rodeo, después a la 1 y a la 2da.”
El domingo al
mediodía, el secretario de Derechos Humanos se acercó a la Central de San Juan.
“Directamente fue a increparnos”, dicen los chicos. “Nos querían hacer firmar
una declaración pero nos negamos”.
Durante el día
lunes fueron liberados algunos de los detenidos y el día martes quienes habían
viajado desde distintas provincias. Hubo movilizaciones de repudio en diferentes
lugares del país, incluso en San Juan.
“En vez de
asustarnos y debilitarnos, lo único que lograron fue demostrar los lazos de
solidaridad y reafirmar la continuidad de estas luchas”, señalaron en un
comunicado. Lejos de aminorar la lucha, estos hechos no hacen más que reafirmar
las acciones globales de resistencia de quienes de forma totalmente
autoconvocada y autogestiva, se enfrentan a los poderes económicos reales de la
manera más desigual y descarnada que puede haber. “El actual gobierno es
cómplices del ecocidio por la quita de retenciones y el anterior gobierno por
vetar la ley de glaciares. Todos los gobiernos son empleados de las mineras y
lobistas de los commodities (soja, petroleo, energia, etc)”, señalan los
militantes que viajaron desde Rosario.
Saben que la
Barrick es un monstruo demasiado grande. Pero no dudan: “Monsanto también lo es
y en Malvinas Argentinas lograron echarlo”.
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