Es
la construcción, articulación y expansión de
espacios
de deliberación y toma de decisión sobre autogobierno societal.
Es crucial salir de la conducción progresista que engaña sobre
su diferencia radical con el neoliberalismo. Es romper con las políticas
sociales según programa y mandato del Banco Mundial y con la UNASUR que se
centra en hacer posible la IIRSA Leer o sea el desarrollo del capitalismo e imperialismo contra los
pueblos de Sudamérica y que se complementa con el Proyecto Mesoamérica. Leer
Es avance del neocolonialismo que desorganiza irreversiblemente
a los ecosistemas garantizando nuestra dependencia de las potencias
imperialistas e incluso amenazando la supervivencia de nuestras generaciones
futuras. Es posible, en Argentina, por una apropiación K de experiencias e
ideas organizativas de las luchas contra la impunidad de los ejecutores del
genocidio en los setenta, por reivindicaciones sociales y por unidad
emancipatoria de Nuestra América. Pero también por apropiación del Estado para
la batalla cultural, política e ideológica para suscitar (en cada uno y todos
de los de abajo) el estar en una etapa fundacional de un país emancipado,
democrático y progresista.
De modo que nos urge seguir
expandiendo y arraigando la
Red Nacional de Medios Alternativos hacia la constitución de
un frente cultural político mirando a la unión en
diversidad de los de abajo por deconstrucción de sentidos comunes que
consensúan al dominio capitalista e imperialista. Este diálogo pluralista e
interdisciplinario coincide con la concepción del socialismo de José Carlos
Mariátegui. Miguel Mazzeo nos pregunta:
"¿Qué nos sugiere hoy la noción de elementos de socialismo
práctico? Sin ahondar demasiado, podemos afirmar que en ella subyace toda una
«teoría de mediaciones».
La misma nos propone enfrentarnos al poder dominante no a través
de fracciones políticas que aspiran a sustituir y representar sino
construyendo, articulando y extendiendo espacios de unión social basados en
modalidades de trabajo y en valores no capitalistas para comenzar a concretar
el socialismo en el presente.
Nos presenta al eje comunitario o societal (en base territorial)
como soporte para reactualizar nuestra
concepción de la
soberanía. Una forma (¿la única?) de hacer que el mundo sea
un mundo de posibilidades latentes: lo real como proceso abierto, la
interioridad de la «ideología revolucionaria» (o mejor, la conciencia de clase)
respecto de las bases o las 'grandes masas', etc.. Una forma (¿existe otra
posibilidad?) de confrontar el presente con el futuro y recuperar el
avasallante poder del futuro.
Nos alerta contra todas aquellas modalidades que menoscaban la
conciencia y la función creadora y dirigente de las clases subalternas como el populismo, el clientelismo y la burocracia.
Nos propone una concepción del socialismo que, además de la
socialización de medios de
producción y los recursos, se basa en la socialización del poder y en nuevos
valores y nuevos sentidos.
Nos plantea la posibilidad de una racionalidad alternativa,
diferente a la del capital (...)Una racionalidad liberadora, una razón crítica y
revolucionaria.
Nos impone la necesidad de defender la diversidad natural,
social y cultural de Nuestra América; a su vez esto nos obliga a plantear
pensar en la construcción de Estados plurinacionales de base comunitaria, en
sistemas de vida basados en la reciprocidad entre los seres humanos y entre
éstos y la madre tierra (sistemas del vivir mejor o sistemas del vivir bien
compartido: Sumaq Kawsay en lengua Quechua o Sumaq Qamaña en lengua Aymara).
(...)
Esto
concluye Miguel Mazzeo en su libro "Invitación al
descubrimiento. José Carlos Mariátegui y el socialismo de Nuestra
América". 1a edición Buenos Aires: El Colectivo, 2008.
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