Ecofeminismo & Lucha Indígena
La tierra
es la madre y es la que
tiene capacidad de dar vida
18 de noviembre de
2017
Por
Paola
González Velosa
Leonor Zalabata, líder indígena colombiana del
pueblo Arhuaco, habla en esta entrevista sobre los pueblos indígenas y
la lucha ecofeminista.
Cuando se cumplen 10 años de la Declaración de
Derechos de los Pueblos Indígenas, hablamos con Leonor Zalabata, líder
indígena colombiana del pueblo Arhuaco [1].
Zalabata, reconocida por su trabajo por los
derechos de los pueblos indígenas, cuenta con 35 años de experiencia; ha
participado en la Comisión de Diversidad Biológica de Naciones Unidas,
en la Red de Mujeres por la Biodiversidad y el grupo de trabajo de los
pueblos indígenas de Naciones Unidas en Ginebra. En 2007 el Primer
Ministro de Suecia le entregó el Premio Internacional de los Derechos
Humanos Anna Lindhs.
Leonor Zabalata hace una reflexión sobre la búsqueda de una sociedad intercultural y justa que reconozca los derechos de todos los seres vivos como principio de vida. Una sociedad similar a esa democracia de la tierra [2] de la que habla también la líder india Vandana Shiva en la que se ve el mundo en sus interrelaciones y a través de la cual podemos cooperar para ser creadores de paz, sostenibilidad y justicia. Los pueblos indígenas poseen un sistema de pensamiento estrechamente ligado a la tierra, principio que los diferencia de la sociedad occidental mayoritaria.
En la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, habitan los pueblos
indígenas Kogui, Arhuaco, Wiwa y Kankuamo, representativos por su
resistencia histórica. Fundamentan su cosmovisión en la existencia de la
“Ley de Origen” mediante la cual se relacionan y reconocen el valor
primordial que tiene la naturaleza para la vida. A través de los usos y
costumbres orientados por dicha ley, estos pueblos han pervivido por
mucho tiempo ante distintas adversidades. Una de ellas, el conflicto
armado en Colombia en el que se han vulnerado sus derechos, desde los
diferentes escenarios de violencia hasta por los procesos de explotación
de la tierra [3]. En este escenario, el territorio-naturaleza y las
mujeres indígenas han sido víctimas.
Estas últimas desde su posición de indígenas, pobres y mujeres
vinculadas a situaciones de explotación económica y opresión cultural
que se ven agravadas por su condición de género [4]. Desde las miradas
ecofeministas, las mujeres y la naturaleza sufren violencias paralelas
al ser explotadas por el sistema patriarcal capitalista que las
considera inferiores y apropiables. Esta misma relación la vemos
reflejada en el vínculo de los pueblos indígenas con sus territorios,
quienes, afectados por el mismo sistema desarrollista, luchan por la
conservación de la naturaleza como medio de vida y equilibrio universal.
Un elemento diferenciador de los pueblos indígenas es lo que
ustedes reconocen como Ley de Origen. ¿Cómo se explica esta ley?
Las tradiciones de los pueblos indígenas han estado siempre
arraigadas a la tierra, de ahí que la conservación de la naturaleza sea
un tema de vida diaria. La Ley de Origen es un enfoque de vida, mediante
él se establece una relación recíproca con la naturaleza, en esta medida
todo tiene vida porque influye en los demás seres. Una ley donde todos
los elementos de la naturaleza tienen sus padres y madres. Estos, según
nuestra tradición existían antes de materializarse y hacerse tangible lo
que hoy tenemos. Por tanto, la ley conduce nuestros usos y costumbres,
recoge unos principios para relacionarnos y proyectarnos y se constituye
como base para mantenernos dentro de la actualidad en reconocimiento de
derechos sociales, políticos y económicos.
¿Cómo han pervivido haciendo uso de esta ley y por qué cree que los
demás nos hemos distanciado esa visión?
La solución de muchas cuestiones la encontramos dentro de la ley
de origen con componentes que ahora son nuevos. En los últimos siglos
nos hemos relacionado sin desaparecer, avanzado a la luz de las
tradiciones indígenas y esto nos da la capacidad de ser modernos.
Relacionarnos de igual a igual, porque somos diferentes y la igualdad
está en esto, en que todos valoremos la diferencia. Considero esta ley
como elemento que nos permite respetar y relacionarnos con los otros.
Así, la cuestión es que los indígenas no estamos ni por encima ni por
debajo de la naturaleza, nosotros somos un ser creado para conservarla.
Pero ahora ya no nos dejan convivir con ella, somos un obstáculo para el
desarrollo y lo peor es que la sociedad mayoritaria no avanza, su vida
es el carro, la beca y la tarjeta de crédito. Esto nos ha ocasionado
graves impactos, por ello la lucha y la resistencia de los pueblos
indígenas se mantiene. Si no, no seguiríamos aquí.
¿Por qué dice que las mujeres simbolizan a la madre tierra, y los
hombres a los árboles, y la mujer es el sostén físico y cultural de los
pueblos indígenas?
No hay tema de desigualdad sino de reconocimiento a una misión que
cumplen tanto los árboles como la tierra misma, las mujeres al igual que
los hombres. En nuestras tradiciones la tierra es la madre y es la que
tiene la capacidad de producir la vida de todo lo que hay en ella pero
esta no es posible si no hay una protección. ¿Qué haríamos si la tierra
no tuviera vegetación? La madre nos da la vida pero los árboles permiten
que se den otras cosas importantes, como el oxígeno. Para los pueblos
indígenas no es gratuito existir hoy. Ha habido una resistencia de la
gente que hace diariamente cultura. Una mujer indígena tradicional es la
que realmente sostiene esa manera de ser y de pensar de los que viven en
el territorio. Hay muchas actividades donde ellas son el pilar y aparte
de criar los hijos hacen también otras labores, de artes, agrícolas,
sociales incluso; en reuniones organizativas y de autogobierno y desde
niñas porque se instruyen para ello. Las mujeres están ligadas a lo que
no se abandona nunca, por ejemplo el tejido, permanentemente por dónde
va caminando va tejiendo es parte de su vida. Pero es necesario que haya
mujeres que nos dediquemos a ser líderes para incluir esa visión y
sentir de la mujer indígena dentro de nuestros procesos y espacios
políticos.
Desde su vida como colectividad ¿En que se basan los conceptos de
identidad y territorio?
El pueblo Arhuaco ha sido pionero para avanzar en los sistemas de
salud y educación. Asimismo hemos logrado que se retiren las misiones y
que no haya proselitismo religioso en nuestros territorios. Hacemos esto
porque estamos convencidos de que las tradiciones y prácticas han hecho
posible que tengamos una identidad que se mantiene cuando ha sido
transmitida y comprendida por nuestras generaciones. Hoy contamos con
profesionales en muchas áreas que profundizan en el conocimiento de
afuera y regresan otra vez con más fuerza a su cultura. Ya no dependemos
exclusivamente de personas no indígenas y aunque nuestra identidad
evoluciona, la relación con la espiritualidad y la naturaleza es el
fuerte que nos permite relacionarnos como colectividad. Cada uno de los
órganos que tenemos los humanos descansa en un punto de la tierra, no
podemos mantener las fuerzas que necesitamos si perdemos el territorio o
parte de él [5]. En un encuentro internacional, el escritor Eduardo
Galeano me pidió que mencionara cuatro cosas fundamentales para la
permanencia de los pueblos indígenas Estas son: el espíritu, el
pensamiento desarrollado en nuestra filosofía, la forma de dirigir
políticas y el territorio. Estas líneas están supremamente relacionadas
y dependen entre sí, haciéndonos permanecer individuales en una
identidad colectiva.
¿Por qué construir una sociedad ecológicamente
sostenible, socialmente justa y políticamente participativa? ¿En qué
grado pueden influir las mujeres?
La justicia no solamente se basa en unos derechos para los humanos,
las plantas por ejemplo tienen sus derechos, entonces una sociedad justa
es la que puede entender los derechos que tienen todos los demás. Es
necesario comprender esa sencillez de los demás seres que nos rodean. Es
un tema universal, tampoco podemos atribuir el desastre que tenemos de
la naturaleza solamente a los hombres o creer que las mujeres solas
podemos construir otro mundo. Lo que sí es necesario, como decía Gabriel
García Márquez, es que las mujeres tomen las riendas, es vital probarlo
pero al final el cambio depende de construir raíces. Hay que avanzar sin
perder incluso los propios valores y formas para construir sociedades
justas en donde la naturaleza sea un tema central en la vida de la
gente. Los pueblos indígenas en el mundo somos como los pájaros:
cambiamos de plumaje pero no de canto, de ahí que las culturas sean el
pilar para la transformación de la humanidad y conservación de la
naturaleza.
Notas
[1] Originariamente conocido como el Pueblo Ika,
el término Arhuaco fue acuñado por los españoles para diferenciar el
dominio con otras zonas de la región. El mismo se generalizó entre los
indígenas que sobrevivieron a la conquista. ONIC, Pueblos Indígenas
Colombianos.
[2] Shiva, V. Cambio del paradigma: la
reconstrucción de una seguridad real en un tiempo de inseguridad. La
democracia de la tierra.
[3] La Corte Constitucional de Colombia
advirtió a través del Auto 004 de 2009 que al menos 35 grupos indígenas
estaban en peligro de extinción a causa del conflicto armado y el
desplazamiento.
[4] Hernández, T. y Murguialday, C. 1991.
Mujeres Indígenas de Ayer y Hoy, Talasa, p. 90.
[5] En la misma entrevista, Leonor menciona la
importancia de la biodiversidad ya que cada ser es fundamental para el
equilibrio con la naturaleza. Más información: Mujeres Indígenas.
Anuario Hojas de Warmi. 2012. Nº 17.
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