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16 de agosto de 2014

V. En nombre de la energía y el progreso avanza la barbarie capitalista.

Alimentación vs Biocombustibles

26/11/12 
Por Camilo El Zaibak  
Actualmente en el mundo están ocurriendo acelerados cambios climáticos que han venido golpeando los campos agroproductivos de diversos países, con la disminución de las áreas sembradas de cultivos y la cría de animales para el autoconsumo y la oferta de alimentos en los diferentes mercados agrícolas con la finalidad de satisfacer las necesidades de la población. En tal sentido, la economía agroalimentaria de los países ha sufrido un desequilibrio en la explotación agropecuaria conllevando un desbalance nutricional de sus habitantes y en mayor escala en los pueblos en vía de desarrollo. Esta incertidumbre ha impactado en la comunidad internacional acerca del hambre “estomago vacios “que sufre la sociedad tanto urbana y rural, donde los organismos encargado en la materia la denominaron Crisis Alimentaria.

Sin embargo, el hambre que se multiplica en el mundo cada día no es sólo producto del cambio climático que ha generado el hombre durante años, por falta de una conciencia humanista y conservacionista acerca del ambiente. También es por las malas distribuciones de las riquezas, pensando solamente en los intereses particulares, como ejemplo la llamada revolución verde en la décadas de los 70, fue una alternativa ambiciosa pero mal dirigida en el sector agrícola con el objetivo de solucionar la hambruna que se vivió en esos momentos, tratando de lograr mayores rendimientos en la producción agropecuaria con el apoyo de la investigación científica.
Hoy en día, los avances tecnológicos han tenido un auge en la producción de alimentos debido a las innovaciones de las técnicas transformando una agricultura tradicional en moderna con la utilización tecnificada de maquinarias, implementos y equipos agrícolas. Donde la modernización de la agricultura generada por la necesidad de producir mayores cantidades de alimentos demandados por el incremento potencial de la población a nivel mundial, trajo consigo impactos negativos como el alto consumos de combustibles fósiles en las labores de producción y procesamientos de las materias primas agrícolas por la agroindustria.
En tal sentido, los pueblos fueron cada día dependiendo de la energía fósil, pero en algunos casos con un consumo excesivo por partes de las potencias (G8) para el desarrollo de su agricultura industrializada entre otras, visto como una economía globalizadora conllevando a la guerra energética. Debido a la problemática, algunos países desarrollados toman la iniciativa en crear alternativa en la transformación y obtención de la energía en base a la agricultura, con la producción de biocombustibles “son combustibles que derivan de origen biológico o biomasa” según la FAO 2004.

No obstante, existen países del sur y norte América que destina sus tierras fértiles a la producción de biocombustibles en base a los cereales “Maíz” y cultivos tropicales “Caña de azúcar” entre otros, a sabiendas que tienen gran importancia para la seguridad alimentaria de nuestros pueblos, sin embargo se aplican políticas erradas en contra de la alimentación de la población con la finalidad de sustituir el petróleo por la producción de etanol derivadas de los cultivos nombrados, simplemente para satisfacer las necesidades del mercado energéticos de algunos países desarrollados. Ignorando que el cultivo de maíz es un cereal que tiene alta calidad nutricional en la alimentación humana y animal por sus aportes en los procesos bioquímicos con la contribución de vitaminas, carbohidratos y proteínas entre otras, para el crecimiento y desarrollo de los seres humanos.

Los biocombustibles son unas de las fuerzas impulsoras que origina el encarecimiento de los alimentos en los mercados agroalimentarios, debido que genera una fluctuación en los bienes y servicios agrícolas que afecta de manera directa el consumo humano, ya que reduce la oferta de los alimentos demandados en los pueblos llamados del tercer mundo.

Donde cada día millones de niños se acuestan con hambre “estómagos vacios” y mueren por desnutrición, sin saber las causas y consecuencias que ocurre en América latina y en África. Debido a la incertidumbre “HAMBRUNA” los gobiernos tendrían que aplicar las políticas de ciencia y tecnología en beneficio del colectivo con el objetivo de lograr la suma de felicidad posible de sus pueblos.

Cabe destacar, que las políticas agrícolas tienen que estar enfocadas en las estrategias sustentable que conlleve a la concordancia basada en los principios agroecológicos que involucre los aspectos sociales, ambientales, económicos, políticos y tecnológicos en los proyectos agro productivos afín de satisfacer las necesidades básicos de consumo de la población pensando en el presente sin comprometer el futuro de las próximas generaciones en el mundo, En tal sentido, las investigaciones agrícolas deben estar dirigidas en la búsqueda de la simbiosis entre la especie humana y el ambiente conllevando al equilibrio ecológico en aras de fortalecer los agro ecosistemas y al hombre como capital social que involucra los factores externos y internos de producción agroalimentaria en el nuevo modelo de desarrollo rural sustentable. La nueva ruralidad basada en la sustentabilidad va a fomentar los sectores campesinos vulnerables del ataque neoliberal del capitalismo que sólo buscar es la suma de ganancias mercantilista obviando las familias como célula fundamental de la sociedad. Ecoportal.net
Referencia Bibliográfica (…)

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Desarrollo_Sustentable/Alimentacion_vs_Biocombustibles

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