Alimentación vs Biocombustibles
26/11/12
Actualmente en el mundo están ocurriendo acelerados cambios
climáticos que han venido golpeando los campos agroproductivos de diversos
países, con la disminución de las áreas sembradas de cultivos y la cría de
animales para el autoconsumo y la oferta de alimentos en los diferentes
mercados agrícolas con la finalidad de satisfacer las necesidades de la población. En tal
sentido, la economía agroalimentaria de los países ha sufrido un desequilibrio
en la explotación agropecuaria conllevando un desbalance nutricional de sus
habitantes y en mayor escala en los pueblos en vía de desarrollo. Esta
incertidumbre ha impactado en la comunidad internacional acerca del hambre
“estomago vacios “que sufre la sociedad tanto urbana y rural, donde los
organismos encargado en la materia la denominaron Crisis
Alimentaria.
Sin embargo, el hambre
que se multiplica en el mundo cada día no es sólo producto del cambio climático
que ha generado el hombre durante años, por falta de una conciencia humanista y
conservacionista acerca del ambiente. También es por las malas distribuciones
de las riquezas, pensando solamente en los intereses particulares, como ejemplo
la llamada revolución verde en la décadas de los 70, fue una alternativa
ambiciosa pero mal dirigida en el sector agrícola con el objetivo de solucionar
la hambruna que se vivió en esos momentos, tratando de lograr mayores
rendimientos en la producción agropecuaria con el apoyo de la investigación
científica.
Hoy en día, los
avances tecnológicos han tenido un auge en la producción de alimentos debido a
las innovaciones de las técnicas transformando una agricultura tradicional en
moderna con la utilización tecnificada de maquinarias, implementos y equipos
agrícolas. Donde la modernización de la agricultura generada por la necesidad
de producir mayores cantidades de alimentos demandados por el incremento
potencial de la población a nivel mundial, trajo consigo impactos negativos
como el alto consumos de combustibles fósiles en las labores de producción y
procesamientos de las materias primas agrícolas por la agroindustria.
En tal sentido, los
pueblos fueron cada día dependiendo de la energía fósil, pero en algunos casos
con un consumo excesivo por partes de las potencias (G8) para el desarrollo de
su agricultura industrializada entre otras, visto como una economía
globalizadora conllevando a la guerra energética. Debido a la problemática,
algunos países desarrollados toman la iniciativa en crear alternativa en la
transformación y obtención de la energía en base a la agricultura, con la
producción de biocombustibles
“son combustibles que derivan de
origen biológico o biomasa” según la FAO 2004.
No obstante, existen
países del sur y norte América que destina sus tierras fértiles a la producción
de biocombustibles en base a los cereales “Maíz” y
cultivos tropicales “Caña de azúcar” entre otros, a sabiendas que tienen gran
importancia para la seguridad alimentaria de nuestros pueblos, sin embargo se
aplican políticas erradas en contra de la alimentación de la población con la
finalidad de sustituir el petróleo por la producción de etanol derivadas de los
cultivos nombrados, simplemente para satisfacer las necesidades del mercado
energéticos de algunos países desarrollados. Ignorando que el cultivo de maíz es un
cereal que tiene alta calidad nutricional en la alimentación humana y animal
por sus aportes en los procesos bioquímicos con la contribución de vitaminas,
carbohidratos y proteínas entre otras, para el crecimiento y desarrollo de los
seres humanos.
Los biocombustibles son
unas de las fuerzas impulsoras que origina el encarecimiento de los alimentos
en los mercados agroalimentarios, debido que genera una fluctuación en los
bienes y servicios agrícolas que afecta de manera directa el consumo humano, ya
que reduce la oferta de los alimentos demandados en los pueblos llamados del
tercer mundo.
Donde cada día
millones de niños se acuestan con hambre “estómagos vacios” y mueren por
desnutrición, sin saber las causas y consecuencias que ocurre en América latina
y en África. Debido a la incertidumbre “HAMBRUNA” los gobiernos tendrían que
aplicar las políticas de ciencia y tecnología en beneficio del colectivo con el
objetivo de lograr la suma de felicidad posible de sus pueblos.
Cabe destacar, que las políticas
agrícolas tienen que
estar enfocadas en las estrategias sustentable que conlleve a la concordancia
basada en los principios agroecológicos que involucre los aspectos sociales,
ambientales, económicos, políticos y tecnológicos en los proyectos agro
productivos afín de satisfacer las necesidades básicos de consumo de la población
pensando en el presente sin comprometer el futuro de las próximas generaciones
en el mundo, En tal sentido, las investigaciones agrícolas deben estar
dirigidas en la búsqueda de la simbiosis entre la especie humana y el ambiente
conllevando al equilibrio ecológico en aras de fortalecer los agro ecosistemas
y al hombre como capital social que involucra los factores externos y internos
de producción agroalimentaria en el nuevo modelo de desarrollo rural
sustentable. La nueva ruralidad basada en la sustentabilidad va a fomentar los sectores campesinos
vulnerables del ataque neoliberal del capitalismo que sólo buscar es la suma de
ganancias mercantilista obviando las familias como célula fundamental de la sociedad. Ecoportal.net
Referencia
Bibliográfica (…)
Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Desarrollo_Sustentable/Alimentacion_vs_Biocombustibles
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